Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa. – “El estado de la dictadura es lo que venimos arrastrando desde el año 2009, un escenario de inconstitucionalidad permanente, de excepcionalidad permanente de anormalidad democrática, donde quienes gobiernan el país yo no son solo las élites, sino también los militares y la embajada de Estados Unidos”, dijo Joaquín Mejía Rivera, analista nacional.
El titular del ejecutivo se ha convertido en un sicario que recibe y legitima las órdenes que le dan los militares y la embajada gringa.
Sin duda alguna estamos en un proceso de profundización de la dictadura, pero esperamos que eso signifique la cercanía de un proceso de transición democrática, dijo Mejía Rivera, especialista en derechos humanos.
Se ve y se siente una lucha de pueblo y se están viendo cosas que no se habían visto antes como otros sectores que han comenzado a manifestarse como la Conferencia Episcopal y la Cámara de Comercio de Cortés y comienzan a verse fisuras en la dictadura, señaló Mejía.
Agregó que el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez, que ha apoyado de manera fuerte esta dictadura, recientemente dio declaraciones donde ya no fue tan fuerte defensor del régimen de Juan Hernández, apuntó el analista.
Lo que se está dando se resume en dos frases: “Fuera JOH” y el “Basta Ya” que ha popularizado el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).
Estamos en un proceso muy interesante y en este momento quien está llevando la batuta de esta lucha es la Plataforma Social por la Defensa por la Salud y la Educación y hay que estar atentos para que otras plataformas puedan relevar a esta plataforma, señaló Mejía Rivera.
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Mejía apuntó que con la llegada de los Marines de Estados Unidos y la masiva presencia de militares hondureños con su equipo bélico en las calles se demuestra que los militares son la primera columna de apoyo al dictador.
Y recordó al analista nacional Víctor Meza, que dice que “los militares son la peor pesadilla en la historia de la democracia de Honduras”.
Y señaló que la segunda columna es el apoyo político de la Embajada de los Estados Unidos y el departamento de Estado y el silencio cómplice e hipócrita de la Unión Europea.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
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Cristo Jesús proteja a este hombre honesto