Por: Thelma Mejía
Tegucigalpa.-Dos gobernantes centroamericanos cierran el 2018 con una especie de pulso entre quién es más autoritario, más impune, más corrupto, y por ende, más dañino para la democracia. Ellos son Jimmy Morales, en Guatemala, y Daniel Ortega, en Nicaragua.
Los dos mandatarios siguen dando cátedra de la mal política, ante la mirada complaciente del resto de sus colegas centroamericanos, a excepción de Costa Rica. Pareciera que el resto de mandatarios toman también el pulso de cómo les corre la suerte a Morales y Ortega para ver qué fórmula replican en sus naciones. La arremetida de Ortega contra la oposición y la libertad de expresión simulando al régimen somocista al cual combatió en el siglo pasado, no merece ninguna condena de los gobiernos centroamericanos, excepto Costa Rica.
Mientras en Guatemala, Jimmy Morales, sigue su estrategia suicida de desconocer la institucionalidad y demostrar sus miedos ante la lucha anticorrupción iniciada por la Comisión contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), al prohibir el ingreso del comisionado, Iván Velásquez, y arremeter contra sus investigadores al negarse a renovar su permiso de trabajo y estadía en el país.
La Corte de Constitucionalidad, ha dado fuertes reveses a las decisiones del gobierno de Jimmy Morales, y ahora éste ha iniciado una embestida en contra de tres magistrados de la Corte, a lo que ésta ha respondido en forma unánime que todas sus resoluciones están apegadas a Derecho y en defensa de la Constitución.
Las élites político económicas impunes de ese país presentan acciones legales por mantener la impunidad y quien encabeza esa jugada es el propio gobernante, que tiene en prisión preventiva a su hijo y a su hermano por presuntos ilícitos de corrupción, mientras él mismo es investigado por presunto financiamiento ilícito en campaña.
Guatemala vive momentos aciagos y la lucha anticorrupción se tambalea porque con escasas excepciones, muchos de los operadores de justicia apuestan por la impunidad. La ausencia de la fiscal Thelma Aldana es evidente, su sustituta está dejando más sabores amargos que dulces hasta ahora.
Las acciones de Jimmy Morales contra la CICIG están entusiasmando en Honduras a algunas elites políticas que ven al gobernante guatemalteco como héroe. Si Morales triunfa, la embestida contra la MACCIH y el Ministerio Público podría ser brutal en el 2019 en Honduras, y a la misma se sumarían fuerzas conservadoras y de oposición hondureña, temerosas también de que su impunidad sea descubierta.
Si Guatemala juega con su gobernante a frenar la lucha contra los corruptos e impunes, en Nicaragua, el presidente Daniel Ortega, se ha ido con todo contra la oposición mediante una estrategia de guerra que ha causado cientos de víctimas según los informes humanitarios, que denuncian también la puesta en marcha de escuadrones paramilitares.
La iglesia católica ha sido uno de los blancos por parte del régimen de Ortega al que se ha sumado la embestida contra la prensa independiente, capturando y procesando periodistas como si fueran terroristas o criminales de guerra. Les acusa de incitar al odio.
Carlos Fernando Chamorro, hijo del asesinado Pedro Joaquín Chamorro por el régimen de la dictadura somocista, es ahora el blanco en contra quien Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta y primera dama de ese país, Rosario Murillo, han puesto los ojos. Su independencia periodística y su crítica constante comienza a incomodarles en demasía.
Las instalaciones de su medio, el semanario Confidencial fueron allanadas, sin orden alguna, sus computadoras requisadas, sus periodistas echados de su centro de trabajo y el programa televisivo sacado del aire. Pero la censura no ha impedido que ellos sigan trabajando casi desde la clandestinidad y su programa saliendo por el canal de Youtube.
Chamorro, está dando una batalla desigual en defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información, como lo hace también 100% noticias, cuyo director Miguel Mora y su jefa de prensa, Lucía Pineda, fueron capturados, mantenidos incomunicados, violados sus derechos humanos y acusados del delito de terrorismo.
Es la embestida más brutal que recuerdan los nicaragüenses, al grado que Luis Almagro, secretario general de la OEA, intenta aplicar la Carta Democrática en ese pulso de fuerzas latinoamericano cuyo desenlace se verá al inicio de 2019.
Ortega y su régimen se defienden de lo que denominan una “escalada imperialista” en su contra, pero sus respuestas no son nada democráticas, son tiranas y cualquiera que se llame demócrata no debe permitir ese tipo de tiranías.
Por eso duele el silencio que ante estos atropellos a la democracia que se hacen en Guatemala y Nicaragua, guarden silencio gobiernos como el nuestro, y el resto de países centroamericanos, con la excepción de Costa Rica. Su silencio no es ni prudencia ni respeto a la autonomía de los pueblos, su silencio es un sinónimo claro de cobardía y cálculo para ver que fórmula macabra de esas funciona para ver si se puede replicar en las diabéticas democracias centroamericanas.
Así cierra la región en este pulso de fuerzas, en donde El Salvador concluye el 2018 con la condena a un presidente corrupto y confeso, otro huyendo por corrupto, y con la víspera de elecciones en donde una izquierda desgastada ha demostrado que no dista mucha de la derecha conservadora y radical.
La otra historia que ha marcado a la región y al triángulo norte en particular, es la caravana migratoria que desnudó las ineficientes políticas estatales, la inseguridad, la violencia e impunidad, así como el fracaso de las elites.
En Honduras, el 2018 se cierra con la incertidumbre con que inició y con un mandato muy frágil del presidente Hernández, al fracasar su teoría de “país fantasía” en donde la corrupción ha golpeado a su partido, su gobierno y su entorno cercano e incluso familiar.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
6 respuestas
si extraditan a juan orlando hernandez lo defendera el mismo abogado que defiende a su hermano
ortega y jimmy quieren seguir con la corrupcion pero el mas diabolico de todos es juan orlando hernandez un gangster cobarde que terminara siendo extraditado
Pues le faltó poner a Honduras,está liderando las encuestas de corrupción e impunidad,Vuelva a escribir el articulo
Q tristeza la de ustedes solo ven a estos dos porque no incluyen a John seguro que este les pasa dinero de la corrupción y el narco no se hagan los pendejos sean objetivos página basura
Sos grandes hijueputas como tú hijueputa presidente, hijuetuta! #fuerajoh
Y de tu patrón JOH no decís nada, no hay que hablar de la paja en el ojo del vesino sin ver la viga que tienes en tu ojo.