Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa. –En Honduras existe una política fiscal que prioriza el gasto para el pago del servicio de la deuda y para otros gastos basados en los intereses de los políticos y el gobierno de turno, en detrimento del bienestar social, reveló este lunes el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) al analizar el Proyecto del Presupuesto de Ingresos y Egresos para el 2019.
La organización centroamericana manifestó su preocupación por el continuado divorcio de la política fiscal de su función principal, que es el fomento del bienestar social y el desarrollo económico. En su análisis el Instituto encontró que el rubro de servicio de la deuda pública adquiere una mayor representación dentro del presupuesto, al tiempo que los rubros de educación, salud y protección social están siendo sacrificados con reducciones.
Abelardo Medina, coordinador de Análisis Macrofiscales del Icefi, señaló que a partir del ajuste de 2014 con la elevación del Impuesto Sobre Ventas (ISV) y el control del gasto se logró disminuir el crecimiento de la tasa de la deuda con respecto al Producto Interno Bruto (PIB), a cambio de un sacrificio económico muy significativo en materia de salud, educación y protección social.
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“Lo que nosotros lo que estamos manifestando con claridad es que se ha logrado alcanzar una cierta estabilidad macro fiscal, pero ha sido a cambio de aumentar los problemas sociales”.
El experto señaló que pese al enorme gasto orientado a los programas sociales la pobreza sigue en los mismos niveles, lo que refleja que no se está logrando los resultados que se plantean.
Explicó que el problema de Honduras se conoce como falta de suficiencia fiscal, que significa que los recursos que se disponen no alcanzan para atender los problemas sociales, pero lamentablemente la priorización ha estado en manos meramente políticas.
El Icefi presentó su evaluación sobre el proyecto de presupuesto de Honduras para 2019 en un evento de discusión pública con la sociedad civil, en el cual se destacó la preocupación por la continuada separación entre la realidad nacional por la que atraviesa Honduras y la prioridades fiscales contenidas en el proyecto de presupuesto del 2019, dado que se ha priorizado un sostenimiento de la estabilidad fiscal por sobre la necesidad de adoptar medidas que contribuyan a resolver en definitiva las dificultades que atraviesa el país, reflejada tanto en la tasa de pobreza general (61.9% del total de hogares) como en la actual crisis de migrantes que están viajando hacia Estados Unidos.
Dentro del análisis, el Icefi señalo que el proyecto de presupuesto para la Administración Central asciende a L152,351.8 millones, equivalente al 23.9% del PIB y superior en 8.2% al aprobado el año anterior. De esto el Instituto resaltó que, de los recursos considerados, solamente L114,265.3 millones (75.0%) corresponden a los ingresos regulares del Gobierno Central, implicando así que el restante 25% de los recursos devendrán de la obtención de financiamiento con agentes internos o externos del país, para poder cumplir con las obligaciones del próximo año.
En materia de ingresos el Icefi, se destacó que los tributarios representan la mayor fuente, con un 71.4% del total, que equivale a una recaudación esperada de L108,414.3 millones, proyectando con ello un incremento de la recaudación del 5.9% respecto del presupuesto vigente. No se determina ningún cambio en la estructura impositiva de la recaudación y se mantiene la proporción de dos terceras partes que provendrán de impuestos indirectos. El Icefi señaló que la recaudación considerada equivale a una carga tributaria de 17.0% del PIB, sensiblemente por debajo del valor esperado de cierre para el presente año, que según sus estimaciones cerrará en 18.1% del PIB, y de la considerada en el presupuesto vigente para 2018 (17.5%).
Con lo anterior, Icefi resaltó que el gobierno estaría recayendo nuevamente en la nociva práctica histórica de subestimar el monto esperado de ingresos fiscales para el siguiente ejercicio fiscal, con el fin de poder contar con absoluta discrecionalidad en el destino de gasto público proveniente de los ingresos adicionales que se recauden, dado que estos no estarán sujetos a asignaciones presupuestarias preconcebidas dentro del presupuesto. Es por eso que el Icefi consideroó que el monto esperado de reducción en la carga tributaria es exagerado, estimando que el nivel tributario del país, esperado según la tendencia y las variables estudiadas, al cierre de 2019 sobrepasará fácilmente lo considerado en el Proyecto de Presupuesto. Esta situación, confirma la necesidad de fortalecer la transparencia en las cuentas fiscales, a fin de aumentar la credibilidad del usuario en general de las cifras del país.
Un hecho importante y positivo en la formulación del proyecto de presupuesto para 2019, es que, por primera vez, se incorporó una estimación del gasto tributario que contiene la cuantificación del monto de renuncia fiscal que hace el Estado por el otorgamiento de tratamientos tributarios diferenciados en el sistema tributario del país, los cuales según el documento ascienden a una “pérdida de recaudación” estimada de manera “ex−post”, de L37,000.0 millones, cerca del 7% del PIB. Según Icefi, esto representa un primero paso inicial para evaluar las implicaciones de la vigencia de incentivos tributarios y, por tanto, se espera que para los próximos años exista una consolidación y fortalecimiento de la información presentada, como herramienta para la toma de decisiones en materia política fiscal.
De acuerdo a Icefi, en cuanto al gasto público, si al presupuesto total de L152,351.8 millones, se le sustrae el monto de recursos que serán utilizados para la amortización de la deuda; los gastos que se planean efectuar por parte de la Administración Central se sitúan en L120,880.1 millones, equivalentes al 18.9% del PIB, y solo 3.3% más que el gasto que se realizará en 2018 conforme a la estimación de cierre elaborada por el Icefi. Al revisar el tamaño del gasto del Gobierno Central, se puede observar que los datos contenidos en el Proyecto de Presupuesto implican una drástica disminución del mismo, el cual se reduciría desde el 20.0% estimado por Icefi para el cierre de 2018 hasta reportar 18.9% en 2019, incluso por debajo del 19.8% que fue estimado en el presupuesto de 2018 y que podría ser tanto consecuencia de la habitualidad de subestimar los datos presupuestarios por las autoridades fiscales, como del esfuerzo real del Gobierno de contraer en mayor dimensión el gobierno para garantizar la sostenibilidad de la deuda en el país.
En términos de egresos, y conforme a la finalidad del uso de los recursos, se puede advertir que el proyecto presupuestario para 2019 presenta como principal componente la asignación de recursos para atender al servicio de la deuda pública, que ocupará el 26.6% del total del Presupuesto, en contraposición del 24.2% vigente para 2018. Lo sigue en importancia el rubro de educación, que representa el 19.3% del total, inferior al 20.1% contenido en el presupuesto 2018; mientras el rubro de servicios públicos generales, que incluye el presupuesto para funcionamiento del aparato público central y del organismo legislativo, representará el 19.3% de los recursos, por encima del 17.0% que fuera considerado en 2018.
El Instituto advirtió que si bien el presupuesto solo aumenta 8.2% en los gastos, lo importante es la transformación que recibe al compensar el aumento del servicio de la deuda y en los servicios públicos generales, con la reducción de los programas dirigidos al bienestar de la población, entre ellos, educación, salud, protección social y los flujos que se destinan a vivienda y servicios comunitarios, lo cual podría tener una implicación directa en el aumento de la pobreza en el mediano y largo plazo. Perpetuando así la deuda histórica del país en la lucha para la reducción de la pobreza, la cual ha mantenido desde principios de siglo a 6 de cada 10 hogares hondureños en situación de pobreza, al tiempo en que cerca de 4 de cada 10 hogares viven en condiciones de pobreza extrema. Esta situación ha tenido nuevas manifestaciones de deterioro social como lo es la caravana de migrantes hondureños, quienes han visto en esta forma de migración una opción para escapar de la violencia, la falta de empleo, de la precariedad y ausencia de servicios públicos del Estado.
Además, el Instituto concluyó que en su conjunto la ejecución de los ingresos y gastos considerados en el Proyecto de presupuesto para 2019 implicarían el alcance de un déficit fiscal del 0.4% del PIB, sin incluir los fideicomisos que son manejados bajo la línea presupuestaria y de 2.0% (unos L12,541.0 millones) si se incluyen los valores consignados en los mismos. Dicho resultado estaría sugiriendo un manejo estable de las finanzas públicas, sin embargo, para alcanzar dicho objetivo se tiene como trasfondo la subestimación de los ingresos, lo que conlleva una subestimación de valores en varios rubros de interés, así como el castigo de las asignaciones a importantes rubros de gasto social. Dada estas falencias, el Icefi recomienda que se analice el desempeño de las finanzas públicas con un mayor detenimiento en los próximos meses, para evaluar sus potenciales efectos sobre el bienestar social de los hondureños. El Instituto también hizo un llamado a las autoridades responsables para realizar acciones y cambios presupuestarios en el corto y mediano plazo para incluir medidas dirigidas a subsanar la ya estructural crisis social en la que se enmarca Honduras.
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