Por: Oscar Miguel Marroquín
Hasta hace un par de días muchos le llamábamos DICTADOR, pero por esas oscuras razones de la vida, de repente el mundo entero conoce de primera mano que en Honduras la corrupción ha generado millones de pobres extremos, tanto así que lo que antes era la migración en silencio, ahora es masiva y a la vista de propios y extraños.
Donald Trump interrumpe sus epítetos acostumbrados contra el presidente de Venezuela, para dirigirlos esta vez, a quien repito, antes llamábamos DICTADOR, pero que conscientes estamos que con las “sabias” palabras del señor Trump, ahora nos aclaramos que el personaje en mención no es un DICTADOR, es solo un mandadero de los designios norteamericanos.
No tenemos presidente desde el pasado mes de noviembre de 20017, pero al menos creíamos que teníamos un DICTADOR como interlocutor, sin embargo, ahora nos vemos huérfanos de un presidente y tanta es la escasez en Honduras que ya ni siquiera tenemos un DICTADOR, baya miseria la que nos cobija.
Resulta entonces que, la caravana de hondureños con dirección a los Estados Unidos contribuyó a poner al descubierto la gigantesca crisis humanitaria que se vive en Honduras, pero, además, ayudó a poner en claro quién es el verdadero manda más y sin ton ni son, nos damos cuenta como por arte de magia que el nombre y apellido de quien dirige la cosa política de Honduras es Donald Trump.
Cuáles son nuestros argumentos para asegurar lo anterior.
Son de lo más sencillos, pero a falta de espacio me limitare a mencionar uno solo, pues además creo que con eso basta y sobra.
A pocas horas de los enfurecidos gritos de Donald Trump contra Juan Hernández (antes el DICTADOR) este aparece diciendo que creará cientos de miles de empleos, seguramente para detener nuevas caravanas de pobres y desempleados hacia los Estados Unidos, con estas pocas palabras del señor mandadero nos confirmó algunas otras cosas, por ejemplo, que las caravanas no son financiadas y organizadas por la oposición política hondureña.
Las caravanas son el producto de la corrupción, desempleo y pobreza.
Entonces cuando el mandadero aparece con bombo y platillo afirmando la creación de estos miles de empleos, no se da cuenta por idiotez o por lo que sea, que lo que está haciendo o diciendo es un MEA CULPA.
Además, reafirmando que ni es presidente y menos DICTADOR, sino un pobre diablo que esconde la cola entre las patas cuando desde el norte le ordenan lo que hay que hacer o no hacer.
Aunque el pobre Juan Hernández sea solo un mandadero de los norteamericanos, la vergüenza que le han hecho pasar es mayúscula, pues hasta hace pocas semanas se presentó ante la Organización de las Naciones Unidas ONU argumentando ser el presidente de Honduras.
Pero resulta que no es ni presidente ni DICTADOR.
En barrios y caseríos: Juan Hernández no es ni chicha ni limonada.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
6 respuestas
Aquí el dictador es el sistema capitalista, estos solo son mandaderos o títeres del imperio.
yo diría, que es el jefe de una Nación llamada Honduras, porque perdió la categoría de Estado, al ser el presidente Trump su mandante y no el pueblo institucionalizado, ya que el Estado es: la Nación políticamente organizada.
LOL !!!!!
Puppet para los gringos, TÍTERE…
Hay cuando cara de papá hervida lo descabece….
este indio penco esta envuelto en serios problemas se las tiraba de listo y le salio el tiro por la culata a este imbecil no lo salva nadie de la carcel hay otros peces gordos como arturo corralon que le deben mucho a este pueblo el tiempo se les acorta y sus fortunanas tendran que ser devueltas
YO DIRIA MEJOR QUE ES UN SIRVIENTE, UN TITERE, NO SOLO DEL TIO SAM, SINO DE LA OLIGARQUIA CRIOLLA, SEA LA CUPULA EMPRESARIAL MAS CORRUPTA Y CORRUPTORA DE LA HISTORIA DEL PAIS.