Oderbrecht, el escándalo de la década y pocos hechos probados

Por: Rodolfo Pastor Fasquelle

                                    A oídos del CNA y la Maccih

Más peca quien paga por pecar que quien peca por la paga. Aun así, las declaraciones rendidas, a cambio de clemencia judicial,  de Marcelo Oderbrecht… sobre los sobornos que la constructora que presidía y lleva su apellido -la más grande del subcontinente- repartió entre altos funcionarios del Brasil y de muchos países de la región, para obtener contratos supermillonarios, financiados por la banca de fomento de su país… han puesto en evidencia un escándalo emblemático de corrupción, la gran lacra de América  Latina bajo la hegemonía y el Consenso de Washington.

Este vergonzoso asunto ha tocado a nuestras puertas cuando – sospecho que por torpeza de la maldad- trascendió a la tele audiencia el rumor, que antes privativo de los pasillos del poder. Cayó Adolfo Facusse, sin mala fe creo quizás inducido por interesados, en la trampa de divulgar pistas falsas, que buscaban inculpar al ex Presidente M. Zelaya en la coima de Oderbrecht. Haciendo pública alusión oscura y críptica a una Comisión que viajó a Brasil a entrevistarse con el susodicho para inquirir sobre unos contratos para construcción de represas en Honduras, que nunca se llevaron a cabo y datan de aquella época.

La tradicional cultura de la secretividad de nuestra casta política, ha complicado las cosas postergando las aclaraciones pertinentes, Permítaseme despejar una duda inicial. Se me ha acusado de proteger al ex Presidente Zelaya y a los compañeros con quienes compartí el gabinete de entonces, insinuándose que sería capaz de encubrirles fechorías para salvar la cara del conjunto y de la causa. No es así. No cultivo malicia. Casi nunca me entero de y nunca divulgo asuntos íntimos de nadie. Pero no caigo en inocentadas, no soy santón ni redentor, ni me corresponde salvar a nadie y soy incapaz de hacer acepción de persona o de taparle a ninguno una cochinada dañina. Aquí ordenaré los datos. Diré lo que creo entender, explicaré alguna sospecha y la historia lo complementará con las revelaciones que correspondan a futuro.

En el origen de los contratos de que hablamos hay otro escándalo, de inoperancia. Pues quienes conocemos, entendemos que hace décadas debieron construirse las represas de Jicatuyo y Los Llanitos. Que regularían el flujo de agua desde la cuenca alta del Valle de Sula, represarían aguas rápidas de época tormentosa, que usualmente bajan en correntadas a inundarnos de muerte, destruir cultivos y provocar enfermedades y sufrimiento de miles de damnificados. Para aprovechar esas mismas aguas, de muchas maneras, para riego en verano y sequía, e incluso para abasto de los núcleos urbanos cada vez más sedientos del Valle. Y aun permitiría que ese flujo generase alguna electricidad, aunque no sería un negocio genial, con los precios viejos. Nada se le podía objetar en 1998 al proyecto que era -como dicen- ganar-ganar. Ninguna comunidad tradicional resultaba afectada, nadie perdía gran cosa, ni reclamaba.  Y los lagos represados más bien generarían flora y fauna abundante, y recursos de pesca y de recreación. Aun recrear paisajes acuáticos antiguos. Ese año en noviembre, el Mitch evidenció la urgencia y los proyectos se formularon en La Comisión del Valle de Sula ¡Hace más de veinte años! Pero no se hizo nada, por falta de visión y capacidad.

El gobierno de Mel tuvo la visión. Llamó a los inversionistas más interesados, los que saldrían más beneficiados eran los grupos empresariales del Valle de Sula. Que tardaron un poco. Siendo la Abogada R. Moncada gerente de la ENEE decidió buscar afuera el financiamiento. Viajó a donde había y le ofrecían esos recursos. Negoció en Brasil y le presentó al Presidente Zelaya un formato de contrato, avalándolo. Moncada -y tuvo que tener venia para ello- firmó alguna carta de intenciones, para estudios, en Casa Presidencial frente al publico y los olvidadizos medios de prensa.

Aun así, había incertidumbre. Mel consultó -como acostumbra- con avezados profesionistas que le aconsejaron cautela. Se estaba conociendo ya la mala fama de Oderbrecht, y el contrato podía despertar sospechas. Se lo quiso manejar con sigilo. No firmó Mel y no mandó nada al Congreso de modo que no hay contra él reclamo posible. Y la denuncia debe revertirse contra quien lo buscaba calumniar. Como tantas otras.

Es lícito y obligado hacer la investigación que libere a la Abogada Moncada de toda sospecha puesto que asegura que no recibió nada a cambio. Así será. En todo caso, nunca se envió al Congreso un contrato para emprender la obra, lo cual era obligado porque la construcción proyectada trascendía del cuatrienio. Ni menos aun se aprobó ni se publicó jamás, tal. El contrato para hacer estudios, caducó en agosto del 2009 y la Administración Micheletti, lo prorrogó. Pero la historia no terminó ahí y en efecto, aquí orinó un hombre, como dice el cuento de S Ramírez.

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Hay espuma. Oberbrecht pago coimas ¿en 2010 o en 2011? a funcionarios vinculados de la ENEE, que prorrogaron la autorización de estudios técnicos y a abogados que adecuaron la propuesta de contrato, como se podrá corroborar fácilmente en los archivos de Oderbrecht y los apostillados. Desde la Fiscalía ha trascendido que una línea de investigación señala hacia un único funcionario que manejó esas coimas, que NO puede ser Moncada porque estaba exiliada, y no tenia posibilidad de cobrar nada.

Otro tanto se desprende de las averiguaciones posteriores, cuando el Estado recibió en la Administración Lobo, una oferta de financiamiento para construir las represas de parte de un consorcio de bancos locales. Y tuvo que averiguar si había algún compromiso. Diz que según, E. Hawitt -de propia historia conocida y entonces gerente de ENEE- regresó de una entrevista con personeros de Oderbrecht en Panamá, que reclamaron $10 millones que habían gastado mayormente en gastos legales ($6 millones) y en los estudios técnicos ($3 millones) para soltar los derechos que suponían contratado. Eso según las largas lenguas dijo Hawitt, a terceros. Debe negar o ratificarlo bajo juramento. La supuesta Comisión que según viajó a entrevistar al Marcelo en Brasil, igual deberá hacer una deposición. Hace tiempo que la gente de bien hubiera hecho sus respectivas deposiciones. ¿Quién recibió el dinero? No lo sé de cierto, pero no hay tantas posibilidades. ¡Un abogado del golpismo bipartidista con autoridad sobre ENEE! Y ese elenco de limitadas posibilidades explica el secreto tapado y la bulla que los buleros pregonan y otros quieren desviar. Se sabrá un día. Sospecho que pronto.

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