Tomado de TeleSur
América Latina presenta un alto riesgo de actividad volcánica que vulnera la seguridad y estabilidad de las comunidades cercanas a los volcanes.
La cadena volcánica centroamericana, que forma parte del Anillo de Fuego del Pacífico, representa una alta escala de peligrosidad por tener explosivos estratovolcanes.
“Esto quiere decir que el sistema interno de estos volcanes tiene una cámara en la que se almacena con el tiempo el magma, y cuando está se llena sale. En ese sentido, tenemos volcanes con alta explosividad”, explicó el vulcanólogo del Observatorio Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente de El Salvador, Eduardo Gutiérrez.
La tragedia ocasionada por el Volcán de Fuego en Guatemala demuestra la considerable peligrosidad causada por estas estructuras geológicas.
Este desastre natural dejó a su paso más de cien muertos y miles de afectados en las zonas adyacentes a la erupción volcánica.
Por otra parte, los volcanes Pacaya y Santiaguito han disparado las alarmas de emergencia en Guatemala, así como también el Santa Ana y Chaparrastique en El Salvador.
Asimismo, Monotombo en Nicaragua reactivó su actividad volcánica después de 100 años, también Costa Rica ha sido afectada recientemente por la actividad de los volcanes Poás, Turrialba y Rincón de la Vieja.
Se prevé que los cráteres de Centroamérica continúen activos. “El riesgo para las comunidades por la constante actividad del volcán será una situación permanente”, señaló Eddy Sánchez, titular del Instituto Vulcanológico en relación al Volcán de Fuego en Guatemala.
