El estudio señala que, en el caso hondureño, el incremento de la tasa general del ISV del 12 al 15% en 2014, entre otros impactos, llevó a la pobreza aproximadamente a 15,000 hogares no pobres
Por: Redacción CRITERIO
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Tegucigalpa.- El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) presentó hoy en la capital de Honduras el estudio «Implicaciones del aumento de la tasa del IVA/ISV sobre la pobreza, la igualdad y el bienestar: una microsimulación para Guatemala, El Salvador y Honduras». El estudio señala que, en el caso hondureño, el incremento de la tasa general del ISV del 12 al 15% en 2014, entre otros impactos, llevó a la pobreza aproximadamente a 15,000 hogares no pobres (aproximadamente 66 mil personas), afectando en mayor cuantía a los hogares liderados por mujeres. El Instituto también destaca que este incremento ha minado los esfuerzos por cumplir con algunos de los Objetivos de desarrollo sostenible (ODS), y propone medidas para elevar los ingresos públicos, atendiendo principios de justicia tributaria.
La conferencia estuvo muy concurrida y contó con la asistencia de
economistas y miembros de organizaciones de sociedad civil
El documento publicado por el Icefi presenta el impacto en el bienestar de los hogares del Triángulo Norte de Centroamérica ante aumentos de la tasa del impuesto al Valor Agregado (IVA) o del Impuesto Sobre Ventas (ISV). Estos impactos abarcaron los patrones de consumo, desigualdad, pobreza y bienestar de los hogares. Según el estudio, en Honduras el aumento de la tasa del ISV general, de 12 al 15%, produjo cinco impactos:
Reducción en el consumo de alimentos de los hogares más pobres. La participación del gasto en alimentos y bebidas no alcohólicas en el gasto total del 40% de los hogares más pobres se vio afectada de forma negativa. Es decir, en esos hogares se registró una reducción en la ingesta de alimentos, dañando los esfuerzos por reducir la desnutrición y cumplir el segundo objetivo de desarrollo sostenible (ODS): hambre cero.
Incremento en la desigualdad de la distribución del ingreso. De acuerdo con las cifras oficiales, el Coeficiente de Gini en 2016 fue de 0.52, el cual según los cálculos de Icefi sería menor (0.51) si la tasa del ISV no hubiese incrementado, lo que implica que el paso del ISV al 15% empeoró la desigualdad en la distribución del ingreso. Asimismo, los valores de otros indicadores técnicos de análisis distributivo como los índices de Reynolds-Smolensky, el de Kakwani, el de progresividad de Suits y el de Musgrave-Thin, confirman que el incremento al ISV fue regresivo, es decir, que quienes tienen ingresos bajos (la población empobrecida) está pagando proporcionalmente más impuesto que quienes tienen los ingresos más altos y gozan de un mayor bienestar. Este resultado injusto e inequitativo complicaría aún más cumplir el décimo ODS: reducción de desigualdades.
Deterioro en el bienestar de los hogares, particularmente de los más pobres. Este impacto se aproxima por medio de la pérdida de ingreso real provocada por el aumento tributario, encontrando que en promedio la reducción del bienestar de los hogares fue del 7.98% de sus ingresos. Sin embargo, el Instituto advierte que en el 10% de los hogares más pobres, la pérdida de bienestar fue de 12.7% de sus ingresos, mientras que en el 10% más rico sería de solo 5.1%, reiterando que la medida impacta más severamente a los pobres.
Incremento en la pobreza. Utilizando la pérdida de bienestar de los hogares, el Icefi estimó que la pobreza se incrementó aproximadamente 0.74 puntos porcentuales. En términos absolutos, esto significa que aproximadamente 15 mil hogares no pobres (aproximadamente 66 mil personas, de las cuales 36 mil son niños y niñas) cayeron en situación de pobreza, con lo cual se complicaría aún más cumplir el primer ODS: fin de la pobreza.
Incremento en la pobreza mayor en hogares con jefatura femenina. En los casos en los que una mujer es la jefa del hogar, el alza en la pobreza fue mayor al incrementarse en 0.97 puntos porcentuales, superior a los 0.68 puntos porcentuales en los hogares con jefatura masculina; lo que demuestra que han sido los hogares con mujeres jefas de hogar quienes sufrieron más las consecuencias del incremento del ISV. Este resultado complicaría aún más cumplir el quinto ODS: igualdad de género.
Walter Figueroa expositor y uno de los creadores del estudio
Para el Icefi, Honduras debe tener como prioridad la adopción de una política fiscal que coadyuve al cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y garantice la suficiencia de recursos para cumplir con la provisión oportuna de servicios públicos de calidad. Para ello, el Instituto cree indispensable incrementar los ingresos tributarios para asegurar el cumplimiento de esta agenda; pero recalca que este incremento debe lograrse con sentido de progresividad, es decir, mediante tributos que cumplan con el criterio de justicia tributaria conocido como equidad vertical, según el cual quienes tienen ingresos más altos (los grupos más ricos) pagan proporcionalmente más impuestos que quienes tienen ingresos más bajos (los pobres).
Con base en los nocivos impactos estimados como resultado del incremento del ISV y reconociendo la necesidad de aumentar los ingresos del Estado, el Icefi recomienda a la Secretaría de Finanzas y a las diputadas y diputados del Congreso Nacional de Honduras considerar opciones impositivas que aumenten los recursos al tiempo en que coadyuvan a la construcción de un sistema tributario globalmente progresivo, tales como impuestos que tasen la riqueza e impuestos ambientales, la evaluación objetiva y posterior eliminación de privilegios fiscales injustificados, todo lo anterior sin dejar de lado, la necesidad de intensificar los esfuerzos para el combate frontal a la evasión y defraudación tributaria.
Un comentario
Y los Cachirecos como los NAZI$ repitiendo una mentira mil veces para convertirla en verdad caramba !