Alejando Mayorkas y las formas en que pudiera ayudarnos

Nosotros somos la patria. Mensaje a los Soldados de Honduras

Por: Rodolfo Pastor Fasquelle

                                                                        A Ud. General, a Ud. Coronel

Traté de hablar con el Jefe,  pero no hizo caso. Así que me dirijo a todos los demás, milicianos.  Conste que ese título incluye a los policías militares, que están obligados al mismo código de honor de todo soldado, al tiempo que a la elevada misión de la policía, que debe proteger a los civiles, a resguardar el derecho. Escuchen.

La primera cosa que quiero explicar es que estos que estamos aquí, en la calle somos los ciudadanos Honduras. No somos los propietarios de los grandes medios de comunicación que le hacen comparsa al gobierno, a cambio de grandes cantidades de dinero, dueños de las maquilas y bancos ni magnates, dueños de centros y cadenas de comercio. Esos son otros. Pero quienes fuimos a votar contra JOH, los que antes marchamos y hoy otra vez, los que vamos a ir a las tomas. Somos los ciudadanos, somos la patria.

Ojalá haya un Dios. La segunda cosa que debo recordarles, como historiador, es que Uds. pueden estar seguros de pocas cosas. De que van a contribuir. Por supuesto de que van a morir, de que sus actos tendrán infinitas consecuencias sobre sus propias vidas y las vidas y condiciones de sus seres queridos. De todo eso. Y también de que los gobiernos cambian. De que este gobierno va a cambiar. De que la masa de ciudadanos que exigimos democracia vamos a llegar, pronto o tarde al poder y vamos a hacer gobierno. Aun hoy la justicia es mundial y el delito de lesa humanidad no prescribe.

Una palabra vale por quien la dice, y no por donde se declama o con que micrófono. A Uds. no los engañan los call centers. Uds. saben quien soy yo. Tienen los aparatos de inteligencia que llevan registro. Saben de donde vengo y donde estoy y como vivo y cuales han sido mis ejecutorias. Algunos tienen conocimiento personal. Otros me conocen por mis escritos de una vida y actuaciones. Es fácil calibrarme. Estoy por cumplir 70 años y aunque solo he estado en servicio siete, llevo casi 30 de vida pública, de participar en el foro cívico. Desde hace muchas décadas no tengo queja de Uds. Algunos viejos militares fueron mis amigos y corresponden. (Pueden dar testimonio Walter López, El Coronel Maldonado. El Coronel Hernández.) Todos aquellos con que he tenido roce desde los 90s me han tratado con impecable caballerosidad, cortesía y respeto. Unos pocos de Uds. incluso con cariño. A cambio, repito yo respeto a la milicia.

No generalizo y no culpo a todos por las torpezas de algunos miembros. Como historiador, entiendo su función. Respeto las armas públicas que tienen un lugar en la ley y en una sociedad que las requiere para defender recursos e intereses colectivos. Eso es lo que justifica su existencia como cuerpo y el juramento de garantizar la Constitución de la Republica. Que les da otras funciones específicas. Por circunstancia particular, la milicia puede tener en un momento funciones policiales de emergencia. Aunque ese no es su propósito permanente. Las FFAA tienen que garantizar el orden legal contra extraños, organizaciones criminales o bandas armadas, que agreden el legítimo orden público, que es un bien de todos. Pero el orden solo es tal, cuando es legal. No puede derivarse el orden de un fraude o usurpación.

Como bien saben y constatan fácilmente leyéndola, la Constitución de la Republica de Honduras establece que el pueblo tiene el derecho y aun el deber de acudir a la insurrección para derrocar a un gobierno usurpador. A saber, uno que no tiene la venia de una elección libre y limpia, transparente y certificada, de los ciudadanos. No la tiene el gobierno de JOH. No hay ninguna cláusula en cambio en esa ley máxima que autorice al gobierno para recurrir a las armas de la nación con el fin de salvaguardar su empecinamiento en gobernar contra la voluntad mayoritaria.

No todos tenemos la valentía de asistir a las tomas con bloqueo, y a las acciones insurrectas del día, ni la capacidad de ser útiles ahí pero todos los ciudadanos de Honduras bien nacidos deberíamos estar en esas calles y tomas. En cambio a Uds. no los están mandando a defender ninguna ley ni orden legal. Porque la ley es la que esta escrita y no la que manda a cambiar a su antojo su violador, están defendiendo a quienes han subvertido la ley desde el poder. Y porque no hay un orden legitimo cuando los encargados de resguardar violan la ley de la que tendría que derivarse el orden. Cuando los poderosos extorsionan a los débiles, cuando se impone el hurto y capricho, lo que hay es una dictadura. No los han mandado a defender la propiedad privada porque la gente más bien esta perdiendo sus negocios y sus bienes, a manos de la extorsión de un régimen confiscatorio. No están defendiendo el derecho de circular de las personas, si no que a los peajes con que se viola justamente ese derecho.

Las tomas con obstaculización del trafico por destacamentos de ciudadanos, aun con las piedras y los palos que se ocupan para hacer respetar a mucho díscolo, que cree que lo suyo personal debe privar sobre el bien común, son legítimas en la insurrección. Uds. pueden asistir. Ser referentes. En determinado momento pueden auxiliar a alguien que entra –ahí- en conflicto. No deben permitir linchamientos ni sustancial destrucción de bienes públicos o privados. (Pintar Fuera JOH no es un daño sustancial)  No pueden agredir ala gente en la toma si no tienen otra causa. Nadie puede legítimamente dar la orden de agredirla. Y menos pueden disparar armas de fuego, ni siquiera lanzar gas sobre una manifestación que no los agrede, si no tiene que defenderse.

El gobernante que les pide que maten ciudadanos desarmados para mantenerse él en el poder y proteger a sus amigos no es un patriota, no es un demócrata, no es hombre de ley y derecho. Y sobre todo no es un Presidente. Es un tirano pando. Quien les ordena disparar contra el desarmado es un criminal, les esta ordenando traicionar a quien realmente tienen que proteger.

No los envía a reprimirnos un presidente si no un usurpador, un fraudulento, un conspirador perpetuo contra el bien publico, contra la democracia, un beneficiario de la cleptocracia. Los mandan a defender el abuso del  poder, la opresión. Les ordenan defender un fraude, una mentira.  Obedecer es traicionar a la patria que es el pueblo y para otro no, ni para Juan, pero para el soldado que traiciona, hay pena capital que tampoco prescribe.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas

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12 comentarios

  1. Excelente editorial Sr. R.P. Fasquelle.
    Es una lastima qué Los generales de lata ya se vendieron.
    En realidad esos soldados, son los traidores a la patria. Si ellos estan matando a la gente qué protesta, ellos son el problema.
    Lo qué yo veo desde afuera, es qué Honduras se va a una guerra civil.

  2. Mi eterno respeto por usted, Maestro.
    Parece que usted escribe de cara al sol, con la frente levantada y el espíritu de un indómito joven; acaso lleva en la sangre la rebeldía de Francisco Morazán o tal vez la del cacique Lempira. No lo sé.
    Pero sus ojos denotan decisión incólume, ya quisiera yo estrechar su mano, esto por no decir, antes del combate.
    Una vez más, sus palabras encienden la llama de la libertad, gracias. Maestro.

  3. Sólo agregaría, que tal descripción contraría el concepto de ESTADISTA, calificativo con que los serviles pajean a joh.