JOH la represión es mala consejera

Por: Oscar Miguel Marroquín

Cuando lo único que queda es la represión contra el pueblo, no es que se esté mostrando legitimidad o fortaleza política, por el contrario, se está dejando entrever que hay más debilidad que cualquier otra cosa; la represión señor dictador es incuestionablemente la anulación por completo del uso de la razón, si este es el único camino que le queda, su salida de casa presidencial está a la vuelta de la esquina.

La represión es sin lugar a duda, el vano e inútil intento por eliminar físicamente al oponente, por eso el presidente ha recurrido ya al asesinato, la desaparición, persecución y encarcelamiento, de todas aquellas personas que han tenido la hidalguía de salir a las calles a gritar que Honduras esta siendo gobernada por un hombre abiertamente incapaz de llevar a este país por el camino de la democracia.

El dictador pues, ya tiene en su cuenta personal 38 asesinados políticos, sin embargo, las protestas no acaban, por el contrario, crecen como llamas de fuego, esto solo es el significado de que, la represión está cayendo en saco roto, es decir, el pretendido temor se esta convirtiendo en un volcán de odio que tarde o temprano hará erupción y que al paso del fuego indetenible podría quemar todo el vetusto sistema político imperante.

Los pueblos usualmente han mostrado históricamente ser capaces de tumbar al más temible dictador.

El dictador Juan Orlando Hernández, ha comenzado ya a salir de casa presidencial, pues la represión no ha logrado quebrantar la fuerza moral del pueblo, en este sentido, ya nada pues le queda al dictador por por aferrarse inútilmente al poder.

Honduras y más enfáticamente los hondureños, viven ahora mismo índices de pobreza que ya esta por cruzar la frontera de la miseria, nadie en su sano juicio, cree que esta condición de millones de seres humanos sea producto de la divinidad o de la casualidad histórica, hay convencimiento total que la corrupción e impunidad de un sistema político por demás decirlo, completamente podrido y en desuso ha llevado a todo un pueblo por el sendero equivocado.

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Las protestas sociales vividas en los últimos días no son solamente el repudio al FRAUDE ELECTORAL, se equivocan aquellos que piensan que este estallido social es nada más pasajero, detrás de todo este levantamiento, existen señales claras por parte del pueblo de que la espera terminó, en palabras más populares, la paciencia se agotó, el fraude pues, solo es la gota de agua que rebalsó el vaso.

El dictador y sus generales pretenden fusil en mano esconder toda una realidad histórica, cosa que naturalmente a estas alturas ya es matemáticamente imposible de lograr; la sinrazón pues, ya no tiene lugar histórico en Honduras, el pueblo ahora mismo reclama a los cuatro vientos, no pequeñas reformas, sino mas bien, cambios profundos, que lleven a la ciudadanía por un sendero completamente diferente.

La constituyente, quizá sea la salida que evite un mayor derramamiento de sangre.

El uso de la represión es un consejo a todas luces, ESTUPIDO, sin embargo, parece que el dictador ya se decantó por semejante estupidez; ahora bien vale la pena repetir lo que con tanta fuerza y valentía gritan millones de catrachos en las calles JOH ES PA’ FUERA QUE VAS.