La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) al servicio del crimen, corrupción e impunidad

Por: Oscar Miguel Marroquín

Como hubiera querido Berta Cáceres vivir en una sociedad más justa, pero los dueños del poder político, económico y militar decidieron asesinarla.

Dos semanas después de la muerte de Berta Cáceres, sedientos de sangre los escuadrones de la muerte procedieron a asesinar al ambientalista Nelson García. Otro más que murió sin ver una sociedad más justa.

Fuera de las fronteras de Honduras Octavio Alfredo Padilla murió partido en dos por el tren llamado la “Bestia”. Octavio muere buscando una forma de vida más justa.

Las balas también alcanzaron a Héctor Martínez Motiño, este también soñaba con una patria menos injusta.

El dirigente magisterial José Manuel Flores Arquijo no pudo escapar de las balas, los ideales de una sociedad más justa, quedaron en el camino.

Defendiendo la vida encontró la muerte, la ambientalista Lesbia Janeth Urquía Urquía, otro sueño truncado.

José Ángel Flores presidente del movimiento campesino cae abatido por las balas, sus sueños de ver una sociedad menos injusta no fueron hechos realidad.

La lista es interminable, las calles, caminos vecinales y veredas de todo el país son testigos mudos del caminar de la muerte, la inseguridad se cierne sobre hombres y mujeres que buscan una sociedad más justa; sin piedad los escuadrones de la muerte le arrebatan la vida a todo aquel que se atreve a denunciar la corrupción, la impunidad y la privatización de ríos y otros lugares.

En este país el Artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que dice: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona” ha sido y sigue siendo ignorado por los que gobiernan, los nombres mencionados arriba son prueba testimonial irrefutable.

Ustedes señores que se autodenominan Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) han perdido por completo toda forma de sentimiento y solidaridad humana, han dejado tirado en el piso los pocos valores morales que alguna vez tuvieron; afanados por conseguir algunas prebendas o cargos públicos empeñan sin vergüenza alguna sus nombres para que la injusticia continúe.

Durante los periodos presidenciales de Porfirio Lobo Sosa y Juan Orlando Hernández el planeta entero ha conocido de como la corrupción, la impunidad, el narcotráfico y el crimen organizado han hecho de este país un lugar completamente invivible, llegando Honduras a ocupar el deshonroso título de ser el PAIS MAS VIOLENTO DEL MUNDO.

Periódicos de todo el planeta han dado cuenta sobre el involucramiento de estos dos mandatarios con el crimen organizado y el narcotráfico. El caso de los mafiosos llamados los Cachiros, quizá sirva para refrescarles la memoria.

Esos mismos veedores que ustedes ahora saludan con mucha reverencia, un día sugirieron que se realizaran reformas electorales en Honduras, no obstante, el actual presidente y a la vez candidato se opuso para que tales reformas se materializaran. El periódico Proceso Digital tituló el jueves 22 de junio “Misión de UE asegura aún hay tiempo para consensuar reformas electorales en Honduras”.

Por último, el partido y candidato que ahora veladamente ustedes defienden, dejó de lado la Constitución de este país y, sin que el Parlamento haya movido un solo dedo para reformar el artículo 239 que prohíbe la reelección, Juan Orlando Hernández se convirtió a sangre y fuego en candidato presidencial.

La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) no son forjadores de una sociedad más justa, simplemente son serviles del poder que asesina bajo la impunidad a este pueblo.