Por: Oscar Miguel Marroquín
Que ocurriría si al momento de pasar Juan Orlando Hernández al atril de la Organización de las Naciones Unidas ONU; al mismo tiempo el pueblo hondureño liderado por la Alianza de Oposición contra la Dictadura, el Partido Liberal y demás salieran a las calles para desmentir al corrupto presidente y, además para frenar la inconstitucional reelección.
Semejante utopía no es posible que sea pensada y, menos realizada por los que se hacen llamar oposición; en sus mezquinos intereses no existe una sola posibilidad de que alguna vez juntos griten a los cuatro vientos que la sociedad hondureña vive hoy por hoy sometida por una pandilla de narcotraficantes y corruptos y cuyo cabecilla es justamente el mismo que se dirige al concierto de las naciones del mundo.
Ninguno de los “lideres” llamados de oposición desconocen la situación actual de Honduras, sin embargo, sus tradicionales acciones en materia de proselitismo electoral no les permite romper con el libreto establecido por el sistema, incapaces se muestran de quebrantar un protocolo que ya raya en la desfachatez, cada cuatro años repiten como disco rayado exactamente las mismas promesas.
Todos se autodenominan lideres iluminados, con capacidades de solventar cualquier tipo de problema nacional, la ansiedad por obtener el voto les hace disfrazarse de falsos mesías. Convierten la pobreza en su tema favorito.
Mientras tanto, cuando Juan Orlando Hernández presente su sarta de mentiras ante la comunidad internacional, los “lideres” de oposición caminaran por algún barrio abrazando niños desnutridos y pobremente vestidos y, a la vez fotografiándose con ellos como una forma de decir, que cuando lleguen al poder todo cambiara.
En otras palabras, la utopía de ver a toda la militancia partidaria en las calles sin importar al partido al que pertenezcan, es un verdadero imposible, aunque el fin sea como ya lo dije, denunciar que la pobreza se acentúa cada vez más en Honduras debido a la falta de institucionalidad para combatir la corrupción y la impunidad.
Si el actual orden de cosas agrava cada vez más la vida de los hondureños, si Juan Orlando Hernández y su pandilla de mal hechores están empujando a los catrachos hacia la miseria, entonces, bien cabría preguntarse ¿Por qué la oposición política no aúna esfuerzos de manera desinteresada para frenar estas inhumanas condiciones de vida que vive la mayoría de la población?
Creo de manera particular, que la oposición debería pasar de sus falsas promesas a realizar acciones encaminadas para contener de una buena vez por todas, a quienes se están haciendo millonarios ilícitamente a costa del dolor de todo un pueblo.
¿Qué tanto les cuesta a los políticos de oposición romper con ese vetusto protocolo electoral?
Quizá sea necesario recordarle a la oposición política hondureña, que en Guatemala el ex presidente Otto Pérez Molina está ahora en la cárcel, porque el pueblo se lanzó a las calles hasta conseguir la tan ansiada justicia.
En conclusión, el corrupto presidente Hernández no es invencible, en cuestión de horas el pueblo podría llevarlo a la cárcel, pero solo si la oposición política abandona el triste papel de recaderos del sistema.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
Un comentario
En parte tiene razon,pero la oposición el gobierno la dividió con dinero del mismo pueblo, allí esta el caso del PAC, que fué desbaratado por el gobierno cachureco (cuantos millones de lempiras le costo), y el triste caso de la pastora Marlene Alvarenga que se vendió,también caso decepcionante fué del futbolista Jaime Villegas que sucumbió ante el dinero del partido cachureco,y que decir de la cupula del Partido Liberal, esos nunca han sido liberales,flores facussé,los Andino,Elvin Santos, son empresarios, por tanto no les conviene un gobierno de izquierda como del Partido Libre.