Por: Edmundo Orellana Mercado
Se pretende instrumentalizar la Corte Suprema con esa consulta del legislativo.
Buscan que ésta les dé la razón, declarando que el Poder Judicial es un Poder Constituido. ¡Claro que lo es! Y ahí está la trampa.
Es un Poder Constituido que se pronunció sobre la pretensión de los demandantes de la inconstitucionalidad de la Constitución. Esa sería la respuesta. En caso de fuera un asunto estrictamente jurídico, pero resulta que ya no lo es. Lo era, mientras lo planteaban los que accionaron la inconstitucionalidad.
Ahora el tema es estrictamente político. Se trata, en efecto, de decidir si van o no al plebiscito. Y en temas políticos, según la Constitución, es el TSE el competente para decidir u opinar, no la Corte, a la que expresamente prohíbe opinar sobre proyectos de orden político.
Si la Corte opina estaría violando la Constitución, cuestión que en Honduras no es importante, ciertamente. Pero sentaría un infortunado precedente, porque, en adelante, la Corte Suprema podría convertirse en el consultor político del
Congreso Nacional, el que no dudaría, por supuesto, en seguir enviándole consultas. De evacuar la consulta, entonces, estaría permanentemente en el centro de las contiendas político- partidistas, degradando aún más la deteriorada imagen del Poder Judicial.
Los políticos son matreros y no les importa a quien arrollan en el camino para encontrar lo que favorezca sus posiciones. El problema en este caso, es que están involucrando a la institución que provee seguridad jurídica, que todavía no acierta a salir de la podredumbre en que la sumergió los que manipulaban el Consejo de la Judicatura, que, por cierto, aún gozan de impunidad.
Seguridad jurídica cuya calidad está bajo supervisión estricta de la comunidad internacional, por comprobarse que el sistema de justicia en lugar de suministrar seguridad jurídica, proveía impunidad. Para quien lo dude, debe tener presente las razones por las que la MACCIH fue instituida.
Una variable más a tomar en cuenta en este vergonzoso asunto, son los fondos de la Alianza para la Prosperidad, que no vendrán al gobierno hasta que éste demuestre transparentemente que su sistema de justicia ya no provee impunidad.
¿Cómo pretenden convencer a la comunidad internacional que nuestro sistema de justicia ha cambiado, si lo utilizan para fortalecer posiciones político- partidarias?
Que poca inteligencia exhiben nuestros políticos. No parece que fueran políticos urbanizados, oxigenados con los aires de la globalización. Nada parecidos a los de antaño, que si se preocupaban por no involucrar en cuestiones estrictamente político- partidistas al Poder Judicial. Y éstos eran, en su mayoría, rurales, dedicados a la agricultura y a la ganadería, aunque fueran profesionales universitarios.
Los responsables no son ellos, sin embargo. Somos nosotros. Porque votamos por ellos. Es más, los votamos varias veces, pese a su pésimo desempeño. Es, pues, evidente que nos los merecemos.
-
Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
Un comentario
It’s really great that people are sharing this intiomafron.