Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.- La división y polarización que vive Honduras tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 cada día se acentúa más y se produce hasta en las religiones donde los sacerdotes y pastores han tomado partido.
Unos para defender el mensaje cristiano de amor y de defensa de los más desposeídos tal como lo predicara el carpintero de Galilea y otros al servicio del poder de la manera más abierta y corrupta.
No es secreto que el Sacerdote Ángel Galeano y el padre Ronald, de la Parroquia de Santa Elena la Paz, amenazan con excomulgar a los Indígenas Lencas del Movimiento Indígena Lenca de la Paz (MILPAH), si continúan en acciones de defensa de los bienes comunes.
La parte conservadora de la Iglesia Católica y la Evangélica están de parte de los que tienen el poder y defienden las posturas ultraderechistas del régimen y del sistema.
Para el caso los sacerdotes Ángel Galeano y Ronald, no parecen sacerdotes, sino agentes de investigación, ellos no cumplen un papel de pastor, sino de técnico municipal o de un técnico de investigación criminal, denunció Martín Gómez, sub coordinador de MILPAH.