¿Honduras hacia la moda sostenible ? Un camino largo por recorrer

 

Verenice Bengtsson

Verenice Bengtsson*

 Recientemente la ciudadanía hondureña explotaba de indignación, en las redes sociales otra vez. El presidente había viajado a Dinamarca haciendo derroche de recursos y lujo, para participar en la cumbre de la moda sostenible que anualmente y desde el 2012 reúne a actores importantes de la industria para promover la moda ecológica.

Sin duda con el 70% de la población viviendo en la pobreza y más del 40% de la población menor de 30 años desempleada, Honduras requiere atraer inversión extranjera, sobre todo aquella orientada hacia el desarrollo sostenible.

 Entrar a discutir acerca del derroche ocasionado por el viaje, no es la intención de este artículo. Más bien esta columna se trata acerca de la iniciativa. En principio es muy buena y se adapta a la tendencia actual que promueve que más países adopten políticas de producción y consumo con conciencia ecológica. No obstante, para atraer inversión actualmente se requiere más que de buena voluntad.

Tanto el pacto global de Naciones  Unidas como la directiva de la Unión Europea 2014/95/UE  contienen lineamientos que obligan a las empresas europeas a la divulgación de información no financiera, que  resulta esencial para la gestión de la transición hacia una economía mundial sostenible que combine la rentabilidad a largo plazo con la justicia social y la protección del medio ambiente.  

El reporte que todas las empresas con más de 500 empleados, deberán realizar anualmente, tiene por objetivo que la divulgación de información no financiera contribuya a medir, supervisar y gestionar el rendimiento de las empresas y su impacto en las sociedades europeas, pero también en las sociedades de los países productores, proveedores y consumidores.

Y es que el consumidor en Europa cada vez está más consciente acerca del abuso y la explotación que grandes empresas – de manera directa o indirecta- ejercen al comprar materia prima, vender o adquirir productos que provienen de países cuya mano de obra es calificada pero que trabaja en condiciones que no reúnen ni los más mínimos requisitos de los convenios internacionales en materia laboral. 

Los consumidores han comenzado a cuestionar cual es el destino de armas o cámaras de seguridad vendidas a países en conflicto. Así como también que empresas íconos de la moda como Zara y H & M comercialicen una camisa a un precio de 5 euros.  ¿Si la prenda llega a sus manos a ese precio, y el costo no lo paga ni el consumidor ni la industria, es lógico preguntarse quién lo paga? ¿A qué costo humano se produce realmente la camisa?

La directiva de la UE busca que el informe de gestión contenga información no financiera, acerca de las políticas y los resultados de éstas sobre la situación de la empresa, el impacto de su actividad, relativa, a cuestiones medioambientales y sociales; al personal, al respeto de los derechos humanos y a la lucha contra la corrupción y el soborno.

Además, las empresas estarán obligadas a reportar acerca de los análisis de riesgos relacionados con los asuntos mencionados y que están vinculados a las actividades empresariales, en sus relaciones comerciales, con quienes proveen o consumen sus productos o servicios, y que puedan tener efectos negativos en el ámbito de los derechos humanos, la lucha contra la corrupción y la protección del medio ambiente.

Honduras se cuenta entre los países más corruptos, en la posición 140 de 175, en los índices de transparencia.  Organismos internacionales como organizaciones locales e internacionales han manifestado su preocupación por la involución que atraviesa el país en detrimento de los derechos humanos. Así mismo el asesinato de Berta Cáceres y otros defensores de derechos humanos y ambientalistas, que permanecen en la impunidad, son ejemplos de la ausencia de compromiso del gobierno hondureño para poder crear las condiciones locales que respondan a esa agenda global.

El reciente escándalo en que se ve envuelta la Volkswagen debido al fraude sobre las emisiones de gases en sus vehículos, así como la pérdida que supera los 4.000 millones de euros, considerada la mayor de su historia, indica que el riesgo que corren las empresas al verse involucradas en escándalos de fraude, corrupción y violación a derechos humanos es enorme.  Tales escándalos resultan costosos no solo en pérdidas. sino también en compensaciones a las víctimas y en daños permanentes en la credibilidad de sus casas matrices y marcas.

Para poder generar un ambiente atractivo de inversión el gobierno tiene que pasar del discurso a las acciones. Tendrá primero que comenzar a respetar los derechos humanos, y establecer la transparencia como política de acción a largo plazo.  Tendrá que responder por el derroche y asumir el manejo de los recursos estatales de manera coherente con las políticas de un estado bien administrado. Solo cuando haya creado esa plataforma, podrá comenzar a generar un ambiente propicio que pueda atraer inversión para la prosperidad y sostenibilidad.

Verenice es columnista del Think Tank Asuntos del Sur  y  estudió derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Tiene estudios de derechos humanos, género, clase y etnicidad de la Universidad de Lund y una  maestría en estudios políticos globales con especialización en derechos humanos de la Universidad de Malmö. Vive en Suecia y promueve la inclusión y los derechos humanos en el sector empresarial del sur de Suecia.

Contenido a tu alcance

Periodismo de calidad en tus manos

Suscríbete y se parte de nuestro newsletter