Existen policías honestos y de verdad

Por: Carlos Zelaya Herrera

redaccion@criterio.hn

Tegucigalpa.-Por todo lo que desde hace una semana ha trascendido a la prensa nacional acerca de la Policía Nacional de Honduras, la figura de Ramón de Jesús Sabillón, ex jefe del cuerpo armado, trasciende como la autoridad más honesta y diáfana.

Tras la publicación del rotativo New York Times, que prácticamente refrendó lo divulgado por El Heraldo, con el agregado que el primero sí dio los nombres de los oficiales a cargo de la podredumbre al servicio de políticos del patio y del narcotráfico local y externo.

De un presunto informe de la Inspectoría de la Policía, sobre la conspiración y asesinato de los Zares Antidrogas, Julián Arístides Gonzáles en 2009, y Alfredo Landaverde, en 2013, respectivamente, vemos una clara distancia que diferencia a Sabillón del resto de la cúpula policial.

Ramón de Jesús Sabillón, Comisionado en jefe de la Policía, fue el que se encargó de poner en cintura a ocho miembros de cárteles de la droga hoy extraditados a Estados Unidos, los cuales según sus palabras manejaban un capital de 25 mil millones de lempiras, se presentó este martes ante el Comisionado Nacional de Derechos Humanos, (CONADEH) y agregó que el informe divulgado por El Heraldo es falso porque afirma que él como titular de la policía ordenó continuar con las investigaciones del crimen de Alfredo Landaverde, cuando este ya había sido remitido al Ministerio Público, que la copia publicada era una trasposición de varios informes y no uno íntegro y homogéneo.

Ramón Sabillón se presentó este martes a pedir protección al CONADEH.
Ramón Sabillón se presentó este martes a pedir protección al CONADEH.

Sabillón se presentó para pedir resguardo al CONADEH en lo referente a daños a la imagen, protección de la seguridad personal e implantación de pruebas. Desde anoche en que brindó importantes declaraciones a la periodista Lidieth Díaz de Globo TV, denunció que ha sido avisado en dos ocasiones de planes para darle muerte en venganza por los resultados contundentes en el combate a carteles de la droga en el país; un atentado se iba a ejecutar en diciembre de 2015 y el otro en enero de este año.

En su comparecencia mediática describió que el crimen organizado funciona con niveles de ejecución y uno de pensamiento, en el caso de Honduras este último se encuentra en los altos niveles políticos del gobierno. Unos niveles se encargan de denigrar la imagen, otros de desestabilizar el trabajo, otros de destruir la imagen, unos más de cometer sicariato y en el primer nivel está la cabeza, que es el gobierno.

Gracias a un jefe de sicarios que me avisó, este no se consumó y estas órdenes de matarme vienen de altos niveles del gobierno, dijo más o menos Sabillón a varios medios del país. El exjefe policial fue separado del cargo en noviembre de 2014 y el 24 de agosto del año pasado reafirmó, entre otras cosas, que su salida del mando policial está íntimamente ligado a su decisión de capturar a los hermanos Valle Valle y a las influencias de estos en la cúpula política del país.

El asunto de la investigación de los Valle aún sigue su curso, y cuando llegue a su fin, “Honduras va a temblar”, por lo que se negó a responder por “ahora”, cuáles son los nexos de JOH y su familia.

Por su parte el exdirector de la Policía Nacional, comisionado general Ricardo Ramírez Del Cid, acusó Oscar Álvarez, jefe de bancada del Partido Nacional en el Congreso Nacional, Óscar Álvarez, de estar de toda las publicaciones en su contra, relativas a los crímenes de Arístides González y Alfredo Landaverde.

El jefe de la Policía Nacional en el 2013, denunció que la intención de Oscar Álvarez es llevarlo a prisión y matarlo.

 Cada vez más “El Olor de la Guayaba” conduce por todos los caminos posibles y como dedo acusador al régimen de Juan Hernández Alvarado. Sin embargo, en este maremágnum ha buscado desviar la atención al inmenso latrocinio del Instituto Hondureño de Seguridad Social, de donde en la gestión de Porfirio Lobo Sosa se sustrajeron más de 7 mil millones de lempiras. Para ello crearon y utilizaron empresas fantasmas que lavaron activos del Estado y buena parte de ellos fueron desviados a las comisiones de campaña política de Juan Hernández Alvarado, Ricardo Álvarez, entre otros connotados en la nomenclatura del régimen, según la abundante información y documentación que maneja el periodista David Romero Ellner, director de radio Globo y Globo TV.

Como una abejita que revuela en la mente y está en la boca de miles de hondureños lo que llamamos popularmente la pregunta del millón. A qué vino la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras, (MACCIH) si su agenda ha sido inducida, a punta de sangre, dolor e indignación, con el asesinato político de la líder indígena y ambientalista Bertha Cáceres; con la depuración de la policía para dejar por fuera el caso del IHSS que liga directamente al régimen de Hernández Alvarado con el abuso de poder y las redes de corrupción gubernamental.

 

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