Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.- El Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), ha escrito una carta pública donde deja sentada su posición en torno a la instalación de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) señalando que, quienes concibieron y pusieron en marcha la MACCIH, a propósito y con sutiles maniobras, desoyeron el masivo reclamo popular por la instalación de una Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad rectorada por la ONU.
Manifiestan además que, no creen en la MACCIH porque la firma del convenio que le dio vida, fue suspendido en varias ocasiones y se denunció que tal interrupción se debió a que el gobierno de Honduras maniobró para que el texto de dicho convenio impida la autonomía, independencia y mandato suficientemente claro y determinante para enfrentar la corrupción y la impunidad en nuestro país.
La carta expresa que dudan de la MACCIH porque es una dependencia de la OEA, instancia que fue incapaz de revertir el golpe de Estado de 2009, hecho que consideramos como el más notorio crimen que profundizó la corrupción y consolidó el sometimiento total de toda la institucionalidad hondureña.
De acuerdo a la MADJ, la MACCIH no tiene el mandato para ejercer o intervenir en la acción penal pública, siendo reducida a una instancia orientadora/colaboradora sin ningún carácter coercitivo o vinculante en sus disposiciones.
A continuación la carta de la MADJ sobre la MACCIH
Tegucigalpa, MDC, 22 de febrero de 201
Señores (as)
Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH)
Señores y Señoras,
Somos el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), organización del movimiento social hondureño que nació en 2008 luego de la “Huelga de los Fiscales” que denunció la corrupción y la impunidad del Sistema Judicial hondureño, especialmente en el Ministerio Público, y que viene demandando desde ese momento que sea la ley y la justicia el fundamento de la institucionalidad pública.
En este momento, siendo la MACCIH una iniciativa que genera opiniones contrastadas de lo que puede ser la lucha contra la corrupción y la impunidad en Honduras, consideramos nuestro derecho y nuestro deber, hacer de público conocimiento nuestro análisis con respecto a su presencia en nuestro país:
Nuestras dudas y certezas:
- Quienes concibieron y pusieron en marcha la MACCIH, a propósito y con sutiles maniobras, desoyeron el masivo reclamo popular por la instalación de una Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad rectorada por la ONU, la cual debía tener autonomía plena para perseguir y enjuiciar a los corruptos y corruptas de Honduras. El mensaje de los ideólogos de la MACCIH es que los pueblos no mandan y que siempre se imponen los gobiernos, en el caso hondureño un gobierno notoriamente corrupto. Este mensaje, además de entenderlo, lo condenamos, porque nosotros sí creemos en la soberanía popular y además estamos hartos de imposiciones generadoras de impunidad.
- Los términos en que fue escrito el convenio firmado por la OEA y el Gobierno de Honduras, para dar vida a la MACCIH,es una muestra fehaciente del afán por desvirtuar la posibilidad de instalar en Honduras una CICIH con un mandato similar al de la CICIG en Guatemala. Según el convenio, la MACCIH no tiene el mandato para ejercer o intervenir en la acción penal pública, siendo reducida a una instancia orientadora/colaboradora sin ningún carácter coercitivo o vinculante en sus disposiciones. El lenguaje indeterminado del convenio de la MACCIH se parece a muchos textos normativos vigentes en el país, que al momento de ser aplicados a la realidad se convierten en herramientas generadoras de impunidad.
- La falta de sanción a la escandalosa corrupción que sufrimos en Honduras, no está fundada únicamente en la incapacidad o falta de formación de investigadores, fiscales o jueces; tampoco se debe a la supuesta “carencia” de recursos económicos o logísticos. La impunidad de los corruptos y corruptas en Honduras se debe específicamente a que ellos mismos se convirtieron en gobierno o han desarrollado la perversa habilidad de someter y corromper a quienes formalmente constituyen el gobierno nacional. Así, el sistema de justicia funciona con investigadores, fiscales y jueces bien formados, pero cómodamente sumisos y no pocas veces activos defensores de la impunidad de sus jefes, quienes a su vez son garantes de la impunidad de los grandes capos de la corrupción pública.
- Dudamos de la MACCIH porque es una dependencia de la OEA, instancia que fue incapaz de revertir el golpe de Estado de 2009, hecho que consideramos como el más notorio crimen que profundizó la corrupción y consolidó el sometimiento total de toda la institucionalidad hondureña a los objetivos de una clase política-económica altamente corrupta. Igual, nos genera duda el hecho que la OEA ha sido una simple espectadora de la impunidad que siguen gozando los perpetradores del golpe de Estado y todos los demás crímenes que este hecho trajo para nuestra institucionalidad y a la familia hondureña.
- También desconfiamos de la MACCIH porque el acto público para la firma del convenio que le dio vida, fue suspendido en varias ocasiones y se denunció que tal interrupción se debió a que el gobierno de Honduras maniobró para que el texto de dicho convenio impida la autonomía, independencia y mandato suficientemente claro y determinante para enfrentar la corrupción y la impunidad en nuestro país.
- Expresamos nuestras dudas sobre quienes integran la MACCIH porque seguramente saben mucho de investigación criminal, de derecho procesal penal, derecho penal y todas las demás áreas del derecho y otras disciplinas fundamentales para combatir la corrupción, pero tememos que pese más su obediencia a quienes idearon la MACCIH como instancia que simule luchar contra la corrupción para garantizar mayor impunidad a los grandes capos de la corrupción pública en Honduras
- Tememos que ustedes sean unos burócratas más, como muchos funcionarios de organismos internacionales con presencia en el país, profesionales a los que no les hace falta conocimientos, ni capacidades para combatir la corrupción y los corruptos, pero que no tengan voluntad de asumir los riesgos que esta labor implica y bajo el trillado argumento de no interferir en asuntos internos del país, terminen siendo calificados como aliados del gobierno, sin importar que los funcionarios de más alto nivel, sean partícipes del latrocinio del erario y la corrupción.
A pesar de nuestras certezas, dudas y sospechas sobre el papel de la MACCIH tenemos el derecho para recordar, reclamar y exigir lo siguiente:
- Cada misión internacional que se instala en nuestro país tiene enormes costos en materia económica, soberanía nacional y otras áreas estratégicas del país. En ese sentido, para nosotros su presencia en Honduras no es una dádiva de la OEA o del gobierno hondureño, sino una instancia a la que vigilaremos y a la que le demandaremos resultados contundentes que compensen los costos que asumimos como Estado y como sociedad.
- Recordamos que la sociedad civil hondureña no se reduce a un pequeño grupo de organizaciones y personas que, en muchos casos, son sostenidas con fondos del gobierno hondureño y por otros gobiernos, con el propósito de ser sutiles tapaderas de la escandalosa corrupción y sobre todo, de sus principales actores. Las organizaciones del movimiento social y político de Honduras también somos sociedad civil y rechazamos cualquier forma de exclusión.
- Es nuestro derecho pedir a la MACCIH que las denuncias presentadas por nuestra organización ante el Ministerio Público contra el Comité Central del Partido Nacional, el expresidente Porfirio Lobo Sosa y el actual presidente Juan Orlando Hernández por el caso del IHSS, consignada bajo el expediente número 1432825089-15; la presentada contra el presidente Juan Orlando Hernández y su hermana la ministra Hilda Hernández consignada bajo el expediente número 1435871808-15; la denuncia presentada el 11 de agosto de 2015 contra el vicepresidente del Consejo de la Judicatura Teodoro Bonilla, el Consejo de la Judicatura y Juan Orlando Hernández consignada bajo el número y sobre las cuales no se nos ha notificado de avance alguno, sean parte de la cartera de casos que asumirá la MACCIH.
Señores y Señoras de la MACCIH, los desafiados son Ustedes, específicamente:
- Frente a la corrupción e impunidad en Honduras. Deseamos que nos demuestren que nuestras certezas y dudas respecto a su presencia, los objetivos, voluntades políticas y nuestros reclamos son interpretaciones equivocadas.
- Nosotros seguiremos denunciando y sintiéndonos parte activa en el la lucha contra los corruptos y las corruptas. Para el MADJ y para muchas otras organizaciones, ciudadanos y ciudadanas, la presencia de una instancia como la MACCIH solo se justificará si logra castigar los actos de corrupción de los grandes capos de la economía, la política y el crimen organizado. Sólo las acciones concretas dirigidas contra las más altas estructuras criminales disfrazadas de gobierno, de empresarios y de caciques de pueblo, revertirán el despojo de territorios, el saqueo de los fondos públicos y el acelerado desmoronamiento de la ya debilitada institucionalidad del país.
Por la Dignidad contra la Impunidad…
Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ)
-
Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas