Durante su tiempo en Honduras, Shackelford abordó temas críticos como la corrupción, la migración y la violencia, instando a un esfuerzo conjunto para avanzar en la lucha por los derechos humanos
Shackelford hizo un llamado a fortalecer el sistema judicial y a implementar políticas efectivas que garanticen los derechos humanos y el desarrollo sostenible en el país
Alice Shackelford, destacó que muchos defensores han sido objeto de ataques, amenazas y asesinatos, creando un ambiente de miedo que inhibe su labor esencial
Tegucigalpa, Honduras. – Alice Shackelford concluyó su misión como Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Honduras, un período marcado por desafíos significativos y un compromiso constante con la defensa de los derechos humanos y el desarrollo sostenible en el país.
Durante su gestión –que se extendió por cuatro años—, Shackelford enfrentó problemas complejos como la corrupción, la violencia y la desigualdad social, temas que han caracterizado la realidad hondureña.
Alice Shackelford se despidió de Honduras con un emotivo mensaje, expresando su gratitud por los cuatro años de colaboración y apoyo a diversos sectores, desde el gobierno hasta la sociedad civil. «Me voy hoy con muchas lágrimas y muchos recuerdos», afirmó.
Su tiempo en el país estuvo marcado por un compromiso constante con la justicia y el desarrollo sostenible, y su legado se centrará en la importancia de seguir construyendo puentes entre todos los actores sociales para enfrentar los desafíos que aún persisten.
En su despedida, Shackelford también hizo un llamado a la unidad y la resiliencia del pueblo hondureño. «Honduras es un país que busca esperanza y allá seguimos; tenemos que seguir trabajando en esto», subrayó, reafirmando su confianza en que el país puede superar las dificultades actuales.
Su mensaje final fue uno de esperanza, recordando que el trabajo conjunto es esencial para avanzar en la lucha por los derechos humanos y la equidad social. «No están solos; las Naciones Unidas seguirán apoyando este camino», concluyó, dejando una huella significativa en la historia reciente de Honduras.
Antes de su viaje, en una entrevista exclusiva con medios de comunicación independientes, Shackelford reflexionó sobre su tiempo en Honduras, destacando tanto los logros como los retos que aún persisten. «Honduras es un país que busca esperanza y debemos seguir trabajando en ello», afirmó, enfatizando la importancia de continuar el esfuerzo por mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos.
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CRIMINALIZACIÓN CONTRA DEFENSORES ES ALARMANTE
La criminalización de defensores de derechos humanos en Honduras se ha convertido en un fenómeno alarmante que refleja la grave situación de los derechos fundamentales en el país. Alice Shackelford, durante su mandato como Coordinadora Residente de la ONU, destacó que muchos defensores han sido objeto de ataques, amenazas y asesinatos, creando un ambiente de miedo que inhibe su labor esencial.
Durante la entrevista, Shackelford no pudo evitar mencionar la difícil situación de los defensores de derechos humanos en Honduras. Recordó a Juan López, un defensor de los bienes comunes asesinado el 14 de septiembre de 2024. «La criminalización de los defensores sigue siendo alarmante», subrayó, haciendo un llamado a fortalecer el sistema de protección para quienes luchan por los derechos fundamentales en el país.
Alice Shackelford, al reflexionar sobre el asesinato de Juan López, expresó su tristeza y preocupación por la situación de los activistas en el país. «Juan era una persona que conocía bien, un líder espiritual y territorial», comentó, recordando su última interacción durante una visita de la ONU. De igual manera, recordó a los cuatro lideres garífunas que aún continúan desaparecidos.
Shackelford enfatizó que la justicia aún está pendiente en su caso, lo que subraya la grave problemática de la criminalización de los defensores de derechos humanos en Honduras. Su asesinato no sólo representa una pérdida personal, sino también un símbolo del riesgo constante que enfrentan quienes luchan por la justicia y la equidad en el país.
Global Witness ubicó a Honduras –por segundo año consecutivo como el país con la mayor tasa per cápita de asesinato de personas defensoras de la tierra y el territorio. Sólo en 2023 se documentaron 18, tres de estos asesinatos en Guapinol, donde le dieron muerte a Juan López.
Además, Shackelford hizo un llamado urgente a fortalecer un sistema de protección para estos defensores. Mencionó que Juan López contaba con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, lo que pone de manifiesto la necesidad de garantizar la seguridad de aquellos que se atreven a alzar la voz. «La criminalización y ataques contra los defensores siguen siendo alarmantes», afirmó, instando a las autoridades a tomar medidas efectivas para proteger a quienes trabajan en pro de los derechos humanos.
Su mensaje fue claro: es fundamental crear un entorno donde los defensores puedan operar sin temor a represalias y donde se respete su labor esencial para el desarrollo democrático del país.
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¿SE INSTALARÁ LA CICIH?
El tema de la instalación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad y la Corrupción en Honduras (CICIH) no podía quedar desapercibido durante la entrevista con Alice Shackelford.
Shackelford, al abordar la instalación de la CICIH, resaltó el compromiso de las Naciones Unidas para apoyar al país en su lucha contra la corrupción y la impunidad. «El Memorando de Entendimiento está vigente y se ha implementado en parte», afirmó, subrayando que el grupo de expertos ha realizado visitas y hallazgos claros que deben ser discutidos con el gobierno.
Shackelford enfatizó que, aunque existen desafíos legislativos para establecer un mecanismo internacional autónomo, es crucial que estos temas se mantengan en la agenda del Congreso hondureño.
La participación activa de la sociedad civil es fundamental para asegurar que las iniciativas anticorrupción avancen, y destacó la importancia de construir alianzas entre diferentes partidos políticos para abordar esta problemática.
Además, Shackelford hizo hincapié en que la lucha contra la corrupción no sólo es una cuestión de política, sino que también afecta profundamente a las instituciones del país. «La estrategia de lucha contra la corrupción aún está pendiente de aprobación», señaló, lo que indica que hay un camino largo por recorrer.
La excoordinadora subrayó que fortalecer las instituciones es esencial para garantizar un futuro más transparente y justo en Honduras. «La transparencia, participación e inclusión son principios críticos», concluyó, reafirmando su compromiso de seguir trabajando con todos los actores involucrados para asegurar que se logren avances significativos en este ámbito.
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LA URGENTE LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN HONDURAS
Alice Shackelford abordó la alarmante violencia que enfrentan las mujeres en Honduras, señalando que, a pesar de algunos avances, la situación sigue siendo crítica.
Durante la entrevista, destacó que los femicidios continúan siendo un problema grave, con cifras que reflejan una cultura de violencia sistemática. «Aunque hemos visto una leve disminución en los femicidios, cada caso sigue siendo inaceptable», afirmó, enfatizando la necesidad de un cambio cultural que no normalice la violencia.
Shackelford también subrayó que el embarazo adolescente es uno de los más altos de la región, lo que agrava aún más la vulnerabilidad de las niñas y adolescentes. «Es esencial implementar educación sexual integral y promover un diálogo constructivo sobre estos temas», añadió, resaltando la importancia de involucrar a todos los sectores de la sociedad en esta lucha.
Además, Shackelford hizo hincapié en la falta de legislación adecuada para proteger a las mujeres y garantizar sus derechos. Mencionó que el sistema judicial debe fortalecerse para asegurar que los casos de violencia de género sean investigados y procesados adecuadamente. «La impunidad en los casos de femicidio es inaceptable; más del 95% de estos casos permanecen sin resolver», advirtió, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de reformas legales y políticas efectivas.
Shackelford afirmó que «es fundamental construir un entorno seguro donde las mujeres puedan vivir sin miedo y donde se respeten sus derechos fundamentales», instando a todos los actores sociales a trabajar juntos para lograr un cambio significativo en la protección y promoción de los derechos de las mujeres en Honduras.
En 2023, luego de un arduo trabajo de organismos internacionales y organizaciones de mujeres se logró aprobar la Ley Integral de Prevención de embarazos en adolescentes, sin embargo, la referida ley fue vetada por la presidenta Xiomara Castro, argumentando que le hacia falta socialización. La decisión de la mandataria fue interpretada, por las organizaciones de mujeres y feministas como un retroceso en el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las hondureñas
Durante la entrevista, Alice Shackelford recordó a Angie Peña y Belkis Molina, quienes han estado desaparecidas desde 2022, así como a Keyla Martínez, asesinada en 2021 dentro de una posta policial. Shackelford subrayó que estos casos emblemáticos reflejan la alarmante situación de los derechos para las mujeres donde la violencia y la impunidad siguen siendo preocupantes.
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DESAFÍOS PERSISTENTES
Alice Shackelford destacó varios desafíos críticos que enfrenta Honduras, destacando la compleja intersección de la corrupción, la violencia y la desigualdad social.
En ese sentido, enfatizó la necesidad de abordar la pobreza extrema y la desigualdad que afectan a una gran parte de la población. A pesar de algunos avances, la desigualdad sigue creciendo, con una pequeña fracción de la población controlando la mayoría de los recursos. «No podemos hablar de desarrollo si cada cuatro años cambia todo el sistema del gobierno», afirmó, subrayando que la inestabilidad política limita las oportunidades para el progreso sostenible.
Shackelford hizo un llamado a fortalecer las instituciones y a implementar políticas públicas que prioricen el bienestar de todos los ciudadanos, especialmente en áreas como la salud y la educación.
Otro desafío significativo es la corrupción y la impunidad, que socavan los esfuerzos por construir un estado más justo y equitativo. Subrayó que el país sigue lidiando con un legado histórico de impunidad y debilidad institucional, lo que ha dificultado la implementación efectiva de políticas públicas. «La lucha contra la corrupción es fundamental para fortalecer las instituciones», afirmó, señalando que, sin un compromiso sólido en este aspecto, cualquier intento por erradicar la pobreza será insuficiente.
Otro de los problemas más apremiantes es la migración, que ha transformado al país en un punto de tránsito y retorno para miles de personas. Shackelford destacó que alrededor de 60,000 hondureños regresan anualmente, muchos de ellos tras haber intentado migrar en busca de mejores oportunidades.
Además, Shackelford subrayó la desprotección de la niñez y la juventud como otro desafío crítico. La falta de acceso a educación de calidad y oportunidades laborales limita el potencial de los jóvenes hondureños, dejándolos vulnerables a la violencia y la explotación. «Es esencial implementar programas que ofrezcan alternativas constructivas para los jóvenes», afirmó, enfatizando la necesidad de crear un entorno seguro donde puedan desarrollarse plenamente.
La combinación de pobreza, falta de oportunidades y violencia genera un clima en el que muchos jóvenes sienten que no tienen otra opción que migrar o involucrarse en actividades delictivas.
En su despedida, Shackelford enfatizó que «Honduras no está sola» y reafirmó el compromiso de las Naciones Unidas para seguir apoyando al país en su camino hacia un futuro más justo y equitativo.
Alice Shackelford concluyó su entrevista con un llamado a fortalecer el espacio cívico y fomentar un diálogo constructivo entre todos los sectores de la sociedad. «Es esencial que se respete el espacio cívico para permitir una crítica constructiva», afirmó, dejando claro que el camino hacia el progreso requiere colaboración y compromiso continuo.
Alice H. Shackelford, se desempeñó como coordinadora Residente de la ONU en Honduras desde julio de 2020, ha dedicado su carrera a abordar los desafíos sociales y de desarrollo en diversos contextos internacionales. Antes de su llegada a Honduras, se desempeñó en Costa Rica y Malawi, donde implementó programas centrados en el empoderamiento de las mujeres y la eliminación de la violencia de género.
Su experiencia en estos roles le ha permitido abordar la compleja realidad hondureña, donde la pobreza extrema, la corrupción y la migración son problemas interrelacionados que afectan a la población.
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Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas