Por: Redacción CRITERIO
Guatemala.- Según ha informado un medio local, de los 80 vehículos de la asociación de transporte de Peronia, dos tienen cabinas blindadas que protegen a los “choferes” de los ataques armados de extorsionistas.
De acuerdo a Prensa Libre de Guatemala, de tres paredes de acero arman una cabina blindada que protege la vida del conductor en una de las unidades, quien todos los días sale a trabajar para obtener ingresos y ayudar a su familia.
El conductor este caso no cuida el dinero, sino que conduce un bus urbano que de Peronia, Villa Nueva, se dirige a El Trébol, zona 11, de la ciudad de Guatemala.
Los constantes ataques armados que han sufrido los conductores de buses urbanos y extraurbanos convierten el trabajo de conductor en uno de los más peligrosos del país, además del riesgo que corren los ayudantes.
La necesidad y el hecho de que esa sea la única forma en que durante 25 años se ha ganado la vida han hecho que este trabajador deje de lado el miedo a morir y mantenga la esperanza todos los días de regresar a casa y ver a su familia.
Pero él tiene una ventaja sobre sus compañeros de labores, pues mientras conduce, su vida es protegida por una cabina blindada, especialmente diseñada para evitar que las balas disparadas por un sicario le puedan causar la muerte.
Cada madrugada se levanta y toma las llaves de su autobús, se despide de sus tres hijos y su esposa, llega al predio de autobuses y entra en su unidad.
Lo primero que ve es la caja de acero negra que tiene una pequeña puerta que se abre con una llave especial. Al cerrar, el ruido se reduce y se siente a salvo. Los pasajeros lo ven a través de dos pequeñas ventanas de vidrio reforzado en el que las balas no penetran.
La cabina está acondicionada para que no sufra de calor y tenga la visibilidad necesaria para maniobrar, ver los espejos retrovisores y accionar las velocidades para impulsar el automotor.