El modelo de seguridad implementado por Nayib Bukele, que busca ser replicado por varios países en Latinoamérica, -incluyendo Honduras-, no se adecua a la realidad de todos los países por factores diversos
Por: Kelly Ortez
Tegucigalpa. – El modelo de seguridad de Nayib Bukele ha generado opiniones encontradas en América Latina. Por un lado, varios políticos y gobernantes han manifestado su deseo de replicarlo, mientras otros sectores como organismos defensores de derechos humanos y personajes de la opinión pública han expresado un rechazo total.
“En Chile ahora la gente está añorando a Bukele, yo digo: tengan cuidado. Eso fue Pinochet”, así lo manifestó la escritora chilena, Isabel Allende, en declaraciones para un medio internacional.
La letrada es una de las que criticó el deseo de algunos ciudadanos de tener un líder como el presidente salvadoreño, porque a su juicio sería desear un contexto como el que se vivió durante la época del dictador Augusto Pinochet, (11 de septiembre de 1973 al 11 de marzo de 1990.- 17 años en el poder).
Recordó que el paso de un dictador representó restricciones a los derechos civiles y políticos de la ciudadanía, las cuales iniciaron por la implantación de un Estado de sitio.
A raíz de lo anterior manifestó su preocupación sobre el deseo de otros gobiernos de Latinoamérica de copiar las medidas en temas de seguridad.
EN HONDURAS
Las medidas de seguridad al estilo Bukele, se instauraron en Honduras, luego de la tragedia suscitada en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas), el pasado 20 de junio, donde 46 mujeres perdieron la vida. Enseguida la presidenta Xiomara Castro instó a realizar cambios, entre ellos, la implementación de un nuevo modelo de seguridad al mando de la Policía Militar.
Para el caso, Amnistía Internacional, manifestó a través de un comunicado -emitido el 29 de junio-, su profunda preocupación porque los operativos realizados en los centros penitenciarios en los últimos días en el país, son similares a los implementados por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
Se están copiando medidas como: Estado de excepción permanente, entrega del control de los centros penales a la Policía Militar y la forma de exposición de los privados de libertad, dictó el texto emitido por el movimiento global que trabaja en pro de los derechos humanos.
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Sobre el tema la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara, opinó que, las últimas acciones de seguridad, son copia del modelo de El Salvador, “estamos viendo la repetición de esas políticas fallidas de populismo punitivo, que parecieran copia exacta de las imágenes de Bukele”.
Recalcó que el gobierno de Xiomara Castro no está cumpliendo las promesas de campaña cuando indicó que se realizaría un cambio paradigmático en las políticas de seguridad, por ejemplo, la Policía Militar que existe desde 2013 y que se debió eliminar en 2018, pero en la actualidad sigue vigente.
“Se han replicado las políticas de gobierno bajo el Estado de excepción que limitan el ejercicio fundamental de derechos humanos en un contexto grave, ya de hacinamiento en las cárceles”, apuntó.
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NORTE Y CENTROAMÉRICA
Tras observar las estadísticas de reducción de homicidios en El Salvador, muchos políticos y gobernantes desde ya plantean implementar el mismo modelo. Por ejemplo, en Guatemala, tres de los candidatos presidenciales con mayores posibilidades de triunfo, avisan que buscarán replicarlas.
Los candidatos, Sandra Torres, Edmond Mulet y Zury Ríos, aludieron en sus campañas, por la carrera presidencial que, implementarían las prácticas de seguridad del presidente salvadoreño.
Siempre en la región, pero en Costa Rica, sus diputados impulsan medidas como las aplicadas en El Salvador para reducir el aumento de homicidios que han sufrido en los últimos meses.
Solo un ejemplo es el diputado de Nueva República, David Segura, quien llamó a replicar las medidas en su país, “el sistema de Bukele funciona, no es casualidad que El Salvador tenga muchos días sin homicidios”, puntualizó.
En tanto, en el norte del continente américano, el presidente de México, Manuel Andrés López Obrador, analizó en comparecencia pública, que no plantea la implementación de un modelo de seguridad como el de Bukele, porque las circunstancias no son las mismas.
“No se pueden importar o exportar experiencia en cuanto a ciertos asuntos, las dimensiones son diferentes, la población es mayor y enfrentamos otros problemas distintos a los de El Salvador”.
Además, que a su criterio es más primordial atender las causas que originan la violencia.
Así también, opinó la subdirectora de la división para las Américas de Human Rights Watch (HRW), Tamara Taraciuk, quien aseguró que, la medida no es la más idónea, «no es un modelo a seguir, ni para Honduras, ni para ningún otro Gobierno de la región».
Agregó que: «los Gobiernos latinoamericanos no deberían enceguecer con la actual popularidad de Bukele, porque la historia muestra que las políticas de mano dura, a la larga no sirven para mejorar la seguridad», aseguró Taraciuk.
SUDAMÉRICA
En Colombia, encuestas realizadas a la población y opiniones de senadores coinciden en la necesidad de implementar medidas “de mano dura” en materia de seguridad emulando a El Salvador.
Esta opinión difiere con el pensar del presidente Gustavo Petro, quien incluso ha tenido encontronazos con el mandatario salvadoreño por las medidas de seguridad.
En Chile se está hablando de la llegada de las maras como efecto colateral de la “guerra contra las pandillas” que desplegó el presidente salvadoreño Nayib Bukele.
Por tanto, algunos sectores ya mencionan el tema de establecer las medidas de seguridad “Bukelistas”, a raíz de ello surge la crítica de la escritora Chilena, Isabel Allende, sobre las acciones del mandatario.
En Argentina, al igual que en Guatemala los candidatos presidenciales se escudan bajo promesas de “Mano dura”, con los criminales. Un claro ejemplo es el conductor Santiago Cúneo quien oficializó su precandidatura a la presidencia, dentro de sus propuestas anuncia que implementará las medidas antes referidas.
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MEDIDAS BUKELE
A ocho meses que el Gobierno salvadoreño iniciara el estado de excepción para combatir a las maras y pandillas organizadas, Nayib Bukele anunció a través de su cuenta de Twitter que: «el control territorial ya es totalmente del Estado».
En este contexto, ha recibido múltiples denuncias por vulneraciones de derechos humanos, miles de detenciones arbitrarias y más de 150 muertes en las cárceles.
Entre las medidas implementadas para combatir las estructuras de las pandillas, destacan: regímenes de emergencia decretados al interior de los centros penales, limitación de comunicaciones y la política de cero tolerancia contra el crimen.
Una observación de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) criticó la «la normalización» de este método que emplea la fuerza pública y limita derechos.La directora de la organización para Centroamérica, Ana María Méndez-Darón, expresó su preocupación por las medidas de seguridad. “Limitar derechos constitucionales supone un riesgo enorme de que ocurran violaciones de derechos humanos como detenciones arbitrarias y se cometan abusos de autoridad”, concluyó
