Tegucigalpa, Honduras.- En el marco de la ceremonia de ascensos, condecoraciones y retiros de la Policía Nacional, celebrada este viernes 13 de diciembre, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, aprovechó su intervención para cuestionar directamente a los diputados del Partido Nacional y Liberal por advertir que no respaldarán con su voto una nueva extensión del estado de excepción, cuya última prórroga está vigente hasta el 5 de enero de 2025.
“El bipartidismo, que durante 12 años y 7 meses fue aliado de la narcodictadura, ha anunciado por medio de sus diputados en el Congreso Nacional que no apoyará el estado de excepción. Desde este día, los hago responsables de que la delincuencia aproveche estas circunstancias para cegar vidas de personas inocentes”, precisó la presidenta en su intervención.
De igual forma, la presidenta aseguró que, con el respaldo de la Policía Nacional, continuarán implementando las estrategias que, según ella, «han devuelto la paz al pueblo«. De esa manera, dejó entrever que, como se ha hecho de forma ilegal, seguirán extendiendo el estado de excepción, incluso si el Congreso Nacional no ratifica las prórrogas anteriores.
“La Policía Nacional, es fundamental que sigamos trabajando junto al pueblo hasta alcanzar la paz que merecemos y hacerles entender a esos diputados, que hoy asumen una posición cómplice con el crimen, que los planes de seguridad, la lucha contra el narcotráfico y la estrategia antimaras y pandillas no deben politizarse”, afirmó.
Las declaraciones de Castro surgen debido a que los diputados opositores a su gestión han advertido en varias ocasiones que no respaldarán una nueva prórroga del estado de excepción. Sin embargo, de manera paradójica, la mayoría del Partido Liberal apoyó la última ratificación del estado de excepción en 2024, la cual se aprobó con lo mínimo necesario: 65 votos exactos, es decir, la mayoría simple.
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¿QUÉ TAN INFLUYENTE HA SIDO EL CONGRESO EN ESTA MEDIDA?
El Congreso Nacional, bajo la dirección del diputado del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre), Luis Redondo, ha demostrado indiferencia desde la implementación del estado de excepción.
Aunque la Constitución de la República establece que este poder es esencial para ratificar la medida, Redondo no ha sometido a votación la estrategia en diversas ocasiones. Si el Congreso decide no ratificarla, la medida se suspende automáticamente.
Esta actitud pone en evidencia una realidad conocida, pero invisibilizada: cuando un tema no genera interés político, no se le da la importancia que merece. Esto también sucede con otras iniciativas, como la Ley de Colaboración Eficaz, las reformas a la Ley de Tránsito y los decretos relacionados con pactos de impunidad, que permanecen archivados sin avance.
Redondo, quien se ha presentado públicamente como un firme defensor de la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, ha demostrado una desconexión entre sus declaraciones y acciones.
A pesar de formar parte del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS) que concluyó en el segundo trimestre de 2024 que era necesario reformar el Código Penal y el Código Procesal Penal, Redondo aseguró que las modificaciones se llevarían a cabo. Sin embargo, al cierre de este año, aún no se han presentado ante el pleno, lo que revela una falta de compromiso práctico con las reformas prometidas en la lucha contra el crimen.
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Hace algunos meses, Redondo expresó un cuestionamiento, similar al actual de Xiomara Castro, hacia aquellos que se oponen a las estrategias de seguridad del gobierno, asegurando que estos grupos tienen nexos con la criminalidad organizada.
En su cuenta de X (antes Twitter), el presidente del Congreso afirmó: “El pueblo no debe escuchar a aquellos que se oponen, porque solo podrían oponerse quienes tienen vínculos directos o indirectos con el crimen organizado, el narcotráfico, la extorsión, las maras y pandillas, y el lavado de activos.” Esta declaración refuerza su postura en defensa de las estrategias de seguridad, al mismo tiempo que intenta deslegitimar a sus opositores.
