A pesar de una leve disminución en las muertes violentas de mujeres en 2024, organizaciones feministas advierten que la crisis de violencia de género persiste, con un promedio de un femicidio diario y un llamado urgente a las autoridades para implementar estrategias efectivas que protejan a las mujeres
Tegucigalpa, Honduras. – En los primeros días de 2025, Honduras enfrenta una alarmante crisis de violencia de género, evidenciada por el aumento de muertes violentas de mujeres y feminicidios.
De acuerdo con el Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, al menos 14 mujeres han sido asesinadas en la primera semana del año, mientras que el Centro de Derechos de Mujeres reporta 8 muertes.
Aunque las cifras varían entre las organizaciones, coinciden en que la situación es crítica, con un promedio de al menos una muerte violenta diaria. “Están asesinando una mujer cada 24 horas en Honduras esto podría significar un aumento en contraposición del 2024”, lamentó Lara Bohórquez, coordinadora del Observatorio de Derechos de las mujeres del CDM.
Por su parte, Merly Eguigure, coordinadora del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, expresó su preocupación por esta situación, que califica como una “crisis de violencia de género” que requiere atención urgente por parte de la institucionalidad gubernamental y la sociedad en general.
Las organizaciones feministas han hecho un llamado urgente a las autoridades para que implementen medidas efectivas y contundentes que frenen esta ola de violencia.
SIN ACCIÓN EFECTIVA
Aunque es prematuro evaluar cómo se desarrollará el año en comparación con 2024, esta tendencia violenta representa un recordatorio sombrío que las mujeres siguen siendo víctimas de violencia sistemática en el país con la tasa más alta de femicidios en América Latina.
«No hemos visto una respuesta adecuada ante esta ola tan cruel y desgarradora contra las mujeres», lamentó Merly Eguigure. La feminista enfatiza que este problema no es exclusivo del movimiento feminista; sino una responsabilidad compartida por toda la sociedad hondureña.
Uno de los aspectos más preocupantes mencionados por Eguigure es el alto índice de impunidad en los casos de feminicidio, que supera el 95%. La falta de investigaciones efectivas contribuye a un entorno donde las agresiones contra las mujeres son normalizadas y donde los perpetradores rara vez enfrentan consecuencias. «Estamos enviando el mensaje de que matar a una mujer no tiene repercusiones», advirtió.
Por su parte, Lara Bohórquez, enfatiza que la persistente violencia contra las mujeres es un indicativo de la respuesta inadecuada del Estado ante esta crisis, donde los altos índices de violencia no sólo se reflejan en las estadísticas, sino también en el silencio que rodea a muchas de estas víctimas, quienes no denuncian por miedo o desconfianza hacia las instituciones públicas.
Lea: Reformas legislativas y fortalecimiento de fiscalía: claves para frenar la violencia contra mujeres
LLAMADO A LOS PODERES DEL ESTADO
Desde marzo de 2022, un grupo de mujeres y organizaciones feministas en Honduras presentó a la presidenta Xiomara Castro la propuesta de la Ley Especial Integral Contra las Violencias hacia las Mujeres (LEI-CVM), con el objetivo de establecer un marco normativo que garantice la prevención y erradicación de la violencia de género. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados y la urgencia de su implementación, esta ley aún se encuentra en proceso de socialización y no ha sido aprobada en el Congreso Nacional.
La falta de avance en su discusión refleja la inacción del Estado frente a una crisis de violencia que afecta gravemente a mujeres, niñas y adolescentes en el país.
Ante ello, Merly Eguigure hizo un llamado a las autoridades del Legislativo, Ejecutivo y Judicial para que actúen con diligencia y tomen medidas emergentes que frenen esta ola de violencia que afecta directamente a las mujeres que representan más de la mitad de la población hondureña.
Además, Lara Bohórquez consideró que se deben implementar medidas de seguridad más efectivas y desde una perspectiva de género. Bohórquez subrayó la importancia de investigar las causas subyacentes de la violencia y seguir los lineamientos internacionales propuestos para abordar estos casos. «Es fundamental colaborar con organizaciones sociales y feministas para desarrollar estrategias integrales que puedan disminuir los índices de violencia que afectan a mujeres y niñas en Honduras».
El año 2024 concluyó con una cifra alarmante de 231 muertes violentas de mujeres, según datos de la Secretaría de Seguridad. Aunque se reporta una reducción en comparación con las 411 mujeres que perdieron la vida de manera violenta en 2023, la situación sigue siendo crítica.
A pesar de esta disminución, persiste la falta de estrategias integrales con enfoque de género que aborden de manera efectiva la violencia contra mujeres y niñas en el país. Esta carencia resalta la necesidad urgente de implementar políticas públicas que no solo reduzcan las cifras, sino que también garanticen un entorno seguro y equitativo para todas las mujeres en Honduras.
