Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.- El veterano comunicador Domingo Flores Carías, casi rompió en llanto cuando pidió a los directivos del Instituto de Previsión Social del Periodista (IPP) que le aumenten su pobre pensión para poder vivir con dignidad.
«Hace un tiempo acá les he pedido preocuparse por nosotros los jubilados. Dennos una oportunidad de tener una vida digna, que era el deseo de nosotros los fundadores del Instituto de Previsión Social del Periodista», dijo el periodista de más de 70 años de edad.
El periodista, más conocido como «Mingo», hizo su dramático llamado el sábado durante la asamblea del CPH, en la que se eligió a una nueva junta directiva, cuyo presidente, Dagoberto Rodríguez, asumirá también el máximo cargo del IPP, y se incorporará, además, el fiscal Osman Reyes.
También seguirá como directivo del IPP el ex presidente del CPH, Eduin Natividad Romero, quien aseguró su continuidad en la Junta del ente de previsión social al elegirse como presidente del Tribunal de Honor del CPH.
Las pobres pensiones que otorga el IPP contrastan con el incumplimiento, desde 2014 por parte de los directivos del Instituto, de su obligación de requerir las transferencias estatales establecidas en su ley de creación.
La ilegal omisión por parte de los directivos del IPP, ha hecho perder a los afiliados desde 2014 y hasta 2016, la cantidad de 2.8 millones de lempiras, más las utilidades que hubiesen generado por concepto de utilidades.
Este desistimiento ocurrió cuando en Honduras se debatía la llamada Ley de Protección Social, que se aprobó en el Congreso Nacional en el año 2015, y que estableció que los institutos de previsión que captan directa o indirectamente fondos públicos, se deben registrar en la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS).
El IPP es el único instituto de previsión que capta fondos estatales que nunca ha sido auditado por la CNBS.
«Yo he dicho a mucha gente que trabajemos en mejorar la jubilación de todos nosotros los pensionados», dijo Domingo Flores, y citó el caso del fallecido periodista Donald Romero, que aseguró recibía una jubilación de 700 lempiras.
Mingo, quien no reveló el monto de su pensión, pidió a los asambleístas y a los dirigentes: «por favor compañeros y a todos yo les pido que me apoyen en esta solicitud que hace un jubilado».
El periodista, quien en su dilatada carrera trabajó en el Diario El Día, ya desaparecido, y la emisora radial HRN, admitió que el monto de sus cotizaciones eran bajas, pero reclamó la revisión anual de las pensiones, como ocurre en otros sistemas de previsión.
En el sistema de previsión de los periodistas, en muchos casos las pensiones oscilan entre 2.000 y 3.500 lempiras, e incluso hay casos de periodistas que han solicitado su pensión más recientemente, que apenas ha alcanzado los 5.000 lempiras, dicen los afectados.
«Se murió mi esposa, a mí no me ayudó el Colegio, yo lo di todo por el Colegio», dijo el periodista casi al borde del llanto.
Los asambleístas escucharon al periodista jubilados y respaldaron con aplausos su petición, mientras que el flamante presidente del CPH y el IPP, Dagoberto Rodríguez, se comprometió a convocar a una asamblea de afiliados del ente de previsión para discutir el tema de los jubilados y la opacidad que impera en sus operaciones.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas