Por: Krishna Godoy, egresada de la carrera de Filosofía-Unah
Como típico discurso electoral, la UNAH se expresó contra las ZEDES, sin embargo, se presentó ante la Corte Suprema de Justicia con una derogación PARCIAL la semana pasada 21 de julio de 2021. Legalmente solo se manifestó contra el artículo 34 de la Ley Orgánica de las ZEDES, dejando la inquietud de si admite jurídicamente el resto de esta nefasta ley.
Con esta acción la UNAH pasa de heroica a mostrarse reduccionista y fragmentada. A muchos nos cautivó el “abordaje histórico” del pronunciamiento del 20 de junio del presente año, pero decepcionó que a nivel legal su alcance fuese solamente la derogación de un artículo de la Ley Orgánica de las ZEDES, cuando la ley afecta a la población hondureña en general. Ganar el favor de algunos de la comunidad universitaria a partir de una postura parcial, me parece falaz y genera más dudas sobre sus verdaderas intenciones y actuar ético.
Me parece grave por parte del rector mencionar el elemento “apolítico”, parece que todavía no se distingue entre lo partidario y lo político. Resulta claro que debemos tener una posición política respecto a las ZEDES, son nuestras dimensiones geográficas y administrativas las que están cercenando. Como mencionó la compañera Miriam Miranda se trata de “la máxima expresión de expulsión del pueblo hondureño”, están anulando materialmente nuestra existencia en el país.
Sostener una lectura parcial ante la magnitud que conlleva perder territorio en nuestra nación, solo nos convierte en cómplices de los gobiernos nacionalistas. Se supone que la UNAH es la institución cúspide del pensamiento en el país, mediante cada uno de las y los profesionales que forma y si su accionar no tiene claridad, nos lleva a pensar si hay ignorancia en el asunto o si es conveniente aparentarla.
La UNAH debió continuar la propuesta que plasmó el mes pasado en su aclamado pronunciamiento. Debió contra-argumentar de una manera holística e interdisciplinaria esta nociva ley, mediante los diversos profesionales que tienen la capacidad y responsabilidad de darle respuestas a las problemáticas del país.
Afortunadamente, el ala crítica del movimiento estudiantil se une al sentimiento popular de la DEROGACIÓN TOTAL de las ZEDES. Debido a los lazos que han fortalecido miembros del Movimiento Estudiantil con el Movimiento Social, en especial con las Comunidades Garífunas e Indígenas, han comprendido de fuente directa lo atroz que es un proyecto de esta escala.
Este conjunto de estudiantes, no visualiza a la UNAH como una isla, sino que construye una relación de conocimientos ancestrales y originarios con las luchas en las ciudades y barrios. Este conjunto de pensamientos y sentires construyen una visión más colectiva del asunto y no aislada como lo manifestó la UNAH.
