La escritora, Anarella Velez Osejo, hacía esta semblanza de Galdys Lanza unos meses atrás y la reproducimos en criterio.hn
Por: Anarella Vélez Osejo
Gladys Lanza Ochoa (Tegucigalpa, 1942), hija de Petrona Lanza Ochoa y de Abraham Williams Calderón, su formación primaria y secundaria la hizo en el Instituto Tegucigalpa de la ciudad en la que nació, y su educación superior la debe a la Universidad Obrera Lombardo Toledano, en México y un posgrado en Universidad de La Habana, Cuba.
Sensible, estudiosa y gran lectora, Gladys Lanza Ochoa, ha asimilado a lo largo de su vida los conocimientos necesarios para asumir los compromisos con las mujeres. Se vinculó al Movimiento por la Paz Visitación Padilla, desde el nacimiento de la organización, en 1984, entidad que por más de treinta años ha venido defendiendo a las mujeres marginadas, excluidas, violentadas.
A Gladys la consideramos como una activista pionera en la defensoría de los Derechos Humanos de las Mujeres, de aquellas que han sido agredidas por el hecho de ser mujeres. Ella misma, por ser defensora activa, ha sido víctima de agresiones y ha sido perseguida por las tareas que realiza: el 2 de septiembre de 2010, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le otorgó Medidas Provisionales y la misma CIDH requirió al Estado de la República de Honduras para que protegiera la vida y la integridad de Gladys Lanza con garantías efectivas y apropiadas a una defensora de DDHH.
En sus intervenciones públicas, Lanza Ochoa, nos ha permitido ver que aquí no se trata de luchar contra personas sino en contra del sistema patriarcal y neoliberal que reduce a las mujeres a objetos de discriminación, de violencia y de explotación y justamente la labor de Gladys desde el Movimiento por la Paz Visitación Padilla consiste en generar los recursos y la incidencia necesarias para la protección y apoyo a las mujeres que han sufrido todo tipo de vejámenes en Honduras.
Actualmente, en el mundo se considera que las defensoras de los derechos humanos de las mujeres deben ser reconocidas porque cuando se las apoya, este soporte les permiten avanzar. De ésta manera promueven cambios importantes en los ambientes en los que ellas viven y, luchando por sus derechos, crean lazos entre sí y, sobre todo, visibilizan la problemática femenina.
En el terreno de la visibilización de la situación que viven las mujeres, tanto rurales como urbanas, ha sido fundamental un resultado: incitar a los medios de comunicación para que contribuyan al conocimiento de sus reclamos por vivir en una sociedad libre de violencia y en la que impere la justicia y la libertad.
Las luchas del Movimiento por la Paz Visitación Padilla han permitido tomar conciencia acerca de que vivimos en una sociedad en la cual la injusticia y la desigualdad entre hombres y mujeres es un problema social y que éste detiene el desarrollo. Una razón más por la cual ellas han venido solicitando que se garantice la seguridad y la integridad de todas ellas.
La independencia y la toma de decisiones sobre nuestro cuerpo, erradicar el miedo a tener un sistema de creencias diferentes, es sin lugar a dudas, otra de las demandas que han enarbolado mujeres como Gladys y la organización que ella coordina. Por todas estos motivos es que la labor de organizaciones como el Movimiento por la Paz Visitación Padilla son fundamentales para la existencia de la Democracia y el Estado de Derecho. Su labor es determinante para que las mujeres contemos con las debidas garantías de protección, como es propio de las sociedades democráticas.
Por todos estos motivos es que nos resulta tan sorprendente el pronunciamiento de la Sala Uno del Tribunal de Sentencia de Francisco Morazán, del pasado 28 de enero de 2015, mediante el cual se declaró culpable a la Coordinadora del Movimiento por la Paz Visitación Padilla, Gladys Lanza. Se la condena por el delito de difamación constitutiva de calumnias.
Es necesario apuntar que la mencionada sentencia se suscita en la denuncia que la Señora Lesbia Pacheco presentó ante el Movimiento Visitación Padilla, en el 2010, en contra de Juan Carlos Reyes Flores, por entonces Director de la Fundación para el Desarrollo de la Vivienda Social Urbana y Rural (FUNDEVIH) por el delito de acoso sexual en el año 2010.
Ante esta criminalización del Derecho de las Defensoras de los Derechos Humanos de las Mujeres, las ciudadanas y ciudadanos demócratas de este país levantamos nuestra voz para exigir que cese de una vez el hostigamiento en contra de aquellas personas cuyas vidas han estado dedicadas a construir una sociedad más justa en la que impere el respeto a los derechos de la humanidad.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas