Por: Ondina Maldonado Zavala
Al llegar el final de un año que, en su inicio esperábamos con mucha alegría, incertidumbre, pero sobre todo con mucha fe, porque la situación caótica en nuestro país, se apaciguará.
En cambio, terminamos un año 2020, que nos dejó muchas enseñanzas:
Que el pueblo hondureño es fuerte. Que aun y con todas las infortunios vividos, es capaz de encontrar fuerzas de sus flaquezas.
Que el pueblo hondureño tiene mucha fe. Que es capaz de ver la luz en medio de la inmundicia y deshonra, de un Gobierno que nos avergüenza a nivel internacional.
Que el pueblo hondureño es humilde. Que aun y con la pesada carga psicológica negativa, que imponen los medios de comunicación tarifados y vendidos al mejor postor, es capaz de encontrarle sentido a la cotidianidad.
Que el pueblo hondureño es luchador. Que aun y con la ignominiosa pesadez de la raquítica economía familiar, encuentra la manera de sobrevivir, llevando pan a la mesa, sobreviviendo al hambre, que auspicia un mal Gobierno, para justificar fondos que nunca llegarán a manos de los pequeños comerciantes y productores.
Que el pueblo hondureño es muy noble. Que aun en tiempos de crisis generada por el desempleo, los raquíticos salarios, una canasta básica inalcanzable, y una pésima calidad de vida, ha sido capaz de compartir con el hermano, llevando abrigo, refugio y pan, al hermano más necesitado.
Debemos tener la plena certeza, que el Señor en su infinita misericordia, tendrá en cuenta éstas muestras de entrega desmedida, y librará al pueblo de la opresión, que coarta despiadadamente sus más puros anhelos de vivir en Paz, Armonía y Prosperidad.
Unido a este panorama nos encontramos con otros aprendizajes, que han dejado en evidencia lo vulnerable que es el ser humano, y que pese a vivir a partir del año 1990, en la era de la información, no puede tener control sobre las adversidades, porque el conocimiento sólo es importante, cuando va unido a la práctica de una sana convivencia en sociedad.
Que a pesar de muchos avances en conocimiento, seguimos cometiendo muchos errores, que en nombre de la ciencia, y a causa de la ciencia, se sigue practicando “a prueba y error”, sacrificando vidas humanas y animales, para justificar, que los avances científicos forman parte de la evolución del ser humano.
Que a pesar de vivir en un “mundo globalizado”, a los países avanzados no les interesa apoyar a los países tercermundistas, como el nuestro, afianzando la prepotencia de la fuerza, a la debilidad; de la riqueza, a la pobreza; de una sociedad avanzada, a una sociedad atrasada y rezagada.
Que a pesar de vivir en un “mundo globalizado”, a los Organismos Internacionales, no les interesa crear Mecanismos de coordinación de acciones multilaterales, para resolver problemas de corrupción, impunidad e inmunidad, que son la causa principal de la pobreza, en los países más pobres como el nuestro.
Que a pesar de vivir en un “mundo globalizado”, no hemos sido capaces de crear los espacios, para generar empleo digno y decente, que construya los cimientos de un país que puede producir para exportar, en lugar de ser un país importador, hasta de los productos más básicos de la alimentación del hondureño, como el maíz y el frijol. Incluso nos hemos convertido en el basurero de otros países, comprando ropa y chatarra de segunda mano, sumando más desgracia y maldición al pueblo.
Que a pesar de vivir en un “mundo globalizado”, seguimos expulsando pobres, a causa de la miopía de quienes gobiernan en el mundo, que no han sido capaces de Diseñar y Coordinar Programas de Migración, como una oportunidad de intercambio de fortalezas entre países.
Que a pesar de vivir en un “mundo globalizado”, las Agendas Internacionales, no contemplan aunar esfuerzos, en pro del cuidado del medio ambiente, continuando con el despiadado extractivismo, en detrimento de la calidad de vida de los países más empobrecidos y vulnerabilizados, como Honduras.
Que a pesar de vivir en un “mundo globalizado”, no hemos sido capaces de comprender que se puede industrializar todo, menos el Amor, la Paz, el Perdón y la Solidaridad.
¡Que a pesar de vivir en un “mundo globalizado”, hay falta de liderazgos sanos, positivos y visionarios, que trabajen conjuntamente, POR UN MUNDO MÁS JUSTO, MÁS SOLIDARIO Y MÁS HUMANO!
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
2 respuestas
Hay mucha desesperanza en el contenido de su artículo, no es para menos, cuando terminó el mundo bipolar hasta un ciego pudo ver lo que se avecinaba. Por favor entienda usted que el capitalismo es una extraña patología muy pocas veces estudiada. Esa patología llamada capitalismo ya inicio el proceso de terminar con la humanidad, por favor, creame, no le hablo en términos bíblicos.
Muy atinado artículo. La felicito Lic. Maldonado.