Tiktokers hondureños promueven  la normalización de las uniones tempranas 

Tegucigalpa, Honduras. En los últimos meses, algunos tiktokers hondureños han expuesto y hasta romantizado sus relaciones con menores de edad en redes sociales, un hecho alarmante que comienza a normalizarse entre ciertos sectores de la población y que sigue pasando desapercibido para las autoridades. 

En Honduras, los menores de edad se enfrentan a diversas problemáticas, siendo las uniones tempranas, uno de los fenómenos más comunes pero mayormente invisibilizados en el país. 

Recientemente, Plan Internacional reveló que las uniones tempranas en Honduras están estrechamente relacionadas con la pobreza y con normas sociales y culturales que colocan a niñas, niños y adolescentes en situaciones de alta vulnerabilidad.

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SOBRE LOS CASOS 

En los últimos cuatro meses, en redes sociales se viralizaron los casos de dos tiktokers originarios de los departamentos de Cortés y Colón que han sido cuestionados por iniciar relaciones sentimentales con personas menores de 18 años de edad.

El primer caso involucra a la tiktoker cholomeña Patty Burgos, quien en varias transmisiones en vivo confesó haber iniciado su relación sentimental cuando su pareja tenía 17 años y ella 28. Aunque su relación comenzó hace cuatro años, no fue sino hasta hace unas semanas que fue cuestionada por establecer dicho vínculo amoroso. 

Entre sus alegatos de defensa, Burgos señaló que era consciente de la diferencia de edad, sin embargo, se excusó bajo el argumento que la madre del entonces menor dio su consentimiento siempre y cuando continuará estudiando y la apoyara económicamente para que este terminara sus estudios. 

El segundo caso vincula a un personaje conocido en redes sociales como “Soy Rosel”, un Tiktoker mayor de 30 años, cuestionado en las últimas semanas por mantener una relación sentimental con una joven menor de 18 años. 

Frente a los señalamientos y críticas, el influencer respondió en redes sociales que los comentarios de la gente no le importan y que está esperando a que la joven cumpla 18 años para casarse con ella, asegurando que la respeta.

Si bien las posturas de estos personajes ya resultan preocupantes, lo es aún más la reacción de cientos de hondureños que justifican sus acciones bajo argumentos como “si hay amor, no está mal”. Esta postura refleja la peligrosa normalización de una conducta que, en muchos casos, encubre dinámicas de abuso y desequilibrio de poder.

Pie de foto: Postura de algunos de los internautas con relación a los vínculos amorosos de ambos influencers. 

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MIRADA JURÍDICO LEGAL 

El abogado y director del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (CIPRODEH), Javier Acevedo, explicó  a Criterio.hn, que las personas que realizan estas prácticas y que particularmente tienen el consentimiento de los padres o tutores no poseen un conflicto jurídico con la ley. 

Acevedo señaló que este fenómeno es una práctica cultural profundamente arraigada en Honduras, que en muchos casos va más allá de una relación formal y deriva en situaciones de trata y abuso. Lamentó que las leyes permitan establecer relaciones a partir de los 14 años, ya que este tipo de vínculos pueden afectar gravemente el futuro de niñas y niños, colocándolos en una posición de desigualdad frente a sus parejas.

 El defensor calificó como preocupante la normalización de dichas relaciones  y resaltó como a través de las redes se terminan aceptando socialmente conductas incorrectas.

“Es necesario que las autoridades hondureñas realicen una investigación para determinar si los menores están siendo perjudicados al involucrarse en este tipo de relaciones”, dijo el abogado, Javier Acevedo. Foto: Jorge Burgos/Criterio.hn

DESDE LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS 

Sobre el tema, la abogada y defensora de derechos humanos, Gabriela Blen, señaló a este medio digital que es necesario visibilizar que Honduras enfrenta altos niveles de embarazos y maternidades en adolescentes que se han normalizado desde hace mucho tiempo atrás, cuando hacían válidas las uniones tempranas  mediante el sometimiento y el abuso sexual. 

Blen explicó que ese tipo de prácticas no solo se alejan de los derechos humanos, sino también de la integridad humana, del respeto y de la dignidad de los menores, que en muchos de los casos son manipulados por personas mayores para someterlos.

La abogada remarcó que en Honduras sostener relaciones sexuales con menores de edad es un delito castigado con ley, pero, pese a ello, no se observa la participación activa de las autoridades hondureñas. 

La defensora afirmó que el Estado hondureño no  proporciona los recursos necesarios para que estas prácticas no sean normalizadas y que ante ello es claro que se registren casos en redes sociales. 

“En Honduras no podemos permitir que estas prácticas se normalicen, no podemos permitir que se hable de amor entre una persona mayor que le puede duplicar la edad a una persona menor de edad”, dijo la abogada y defensora de derechos humanos, Gabriela Blen. Foto: Jorge Burgos/Criterio.h
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