Tegucigalpa.- Con el objetivo de proteger sus fuentes de agua y la vida, las comunidades del municipio de Tela, en el departamento de Atlántida, ratificaron nuevamente su mandato de mantener sus ríos libres de hidroeléctricas.
La decisión fue reafirmada el pasado sábado 25 de junio de 2022 mediante un cabildo abierto en el que participaron las representaciones de las diferentes comunidades que conforman Tela. El evento se realizó pasadas las 9:00 de la mañana en el Parque Central. En 2018 ya se había tomado la decisión de declarar Tela territorio libre de hidroeléctricas.
La coordinadora del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), Albertina López, afirmó durante el cabildo que ya llevan seis años de lucha en el sector de Pajuiles y mucho más tiempo en el sector de Florida. “Esta lucha no es de ahora. Estamos aquí para ratificar el no a las hidroeléctricas”.
Además, agregó que después de años de lucha, “ningún empresario va a llegar a nuestro sector a comprar nuestros ríos porque no están en venta”.
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El misionero Claretiano, Abraham Ramos, compartió el sentir de la población y sostuvo que “los ríos no se venden” y que han acompañado esta lucha en el sector de Nueva Florida en coordinación con el MADJ. Lamentó que los empresarios tengan las puertas abiertas en todo el país para aprovechar los recursos naturales del país.
“Es inconcebible cómo se les abren las puertas a estos empresarios que ven a la madre tierra como una mercancía de la cual se pueden lucrar, enriquecer, sacar millones”. Mientras las poblaciones campesinas deben hacer grandes esfuerzos económicos para llegar a la cabecera municipal a exigir “se respete su territorio y se respeten sus ríos”, declaró el misionero.
Mediante un comunicado publicado a través de sus redes sociales, el MADJ celebró la decisión de ratificar el mandato que desde 2018 se mantiene vigente: Tela libre de hidroeléctricas y la preservación del agua para uso y consumo humano.
El Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia amplio que el municipio de Tela se encuentra seriamente amenazado por la industria extractiva y que “empresarios como Jason Hawit y Lenir Pérez han sido algunos de los saqueadores que abusivamente han intentado imponer proyectos extractivos en las comunidades, y han sido estos mismos empresarios quienes continúan en la impunidad después de haber causado daños y cometido delitos contra el ambiente en las comunidades”.
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El MADJ subrayó que por segunda ocasión la población de Tela determinó “que el agua es de las comunidades y para los y las habitantes de las comunidades”.
En el departamento de Atlántida, en la costa norte de Honduras, municipios como San Francisco, La Másica, El Porvenir y Arizona se han auto declarado territorios libres de mineras e hidroeléctricas. No obstante, los empresarios con el visto bueno de las autoridades han irrespetado la voluntad del pueblo, y las intenciones de represar los ríos continúan.
Solo en el municipio de Arizona están funcionando tres hidroeléctricas. Actualmente, se enfrentan a la amenaza de la construcción de una cuarta represa bajo el nombre de proyecto hidroeléctrico de Jilamito, que es ejecutado por Inversiones de Generación Eléctrica, S. A. (Ingelsa).
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El litoral Atlántico de Honduras enfrenta desde hace varios años un serio desafío debido a la desertización de sus fuentes de agua, producto de una problemática multifactorial que involucran a todo el sistema estatal; pasando desde la gobernanza local, las instituciones dedicadas a la conservación, hasta llegar al gobierno central, donde nadie muestra preocupación integral por salvaguardar el bosque y los acuíferos del litoral Atlántico.
