Hernández vende una nueva ilusión en medio de la crisis política y manda mensaje subliminal que él será el presidente de Honduras durante los próximos cuatro años
Más de 600 mil hondureños devengan el salario mínimo y a un gran porcentaje no se lo pagan completo porque la ley no se cumple
Por: Fredy Perdomo
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Tegucigalpa.-Con la propuesta de vivienda lanzada anoche por el gobierno de Juan Hernández, más de 600 mil trabajadores del sector formal no tendrán acceso a ese programa.
De acuerdo a la propuesta del gobierno, solo podrán aspirar a estas viviendas los que tengan un ingreso mensual de 12,091 lempiras.
La noche de ayer jueves el gobierno de Hernández presentó ante la banca nacional y desarrolladores de proyectos de vivienda una estrategia orientada a construir 40,000 soluciones habitaciones en cuatro años, es decir, 10 mil cada año, iniciando en el 2018.
De acuerdo a la Organización No Gubernamental, Hábitat Para la Humanidad, el déficit habitacional de Honduras asciende a más de un millón 100 mil viviendas.
La propuesta del gobierno se enmarca en el «Proyecto de impulso al sector vivienda social y vivienda medía» y ofrece un bono de hasta 70,000 lempiras y la reducción de las tasas de interés anual de 13% a 9.7%.
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El gobernante hizo la propuesta en medio de la crisis política provocada por la inoperancia del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que todavía no ha declarado al presidente electo, como resultado de las elecciones del pasado 26 de noviembre, aunque los datos oficiales lo ponen con una dudosa ventaja sobre el candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla.
LO REAL
El salario mínimo más alto que se localiza en el segmento financiero, restaurantes y otros, no supera los 10 mil lempiras mensuales, por lo que el programa no tendrá impacto en los trabajadores de estos rubros, que son los principales empleadores en Honduras.
Igualmente quedarían excluidos los hondureños que forman parte de la población económicamente activa y que no tienen acceso a una plaza de trabajo por falta de ofertas del mercado laboral, y esto suman entre 200 y 300 mil jóvenes y otros mayores.
También quedan al margen los que el gobierno, en la encuesta de hogares, los registra como personas ocupadas, pero que ganan menos del salario mínimo al mes. Por ejemplo, los que tienen una chiclera, un puesto de verduras o un vendedor de helados.
El problema de Honduras no es extremadamente grave en lo que corresponde al desempleo abierto, sino a un problema de ocupación, es decir, personas que tienen una actividad, pero que están ubicados en lo que se conoce como empleo visible e invisible: personas que trabajan las 44 horas que señala el Código del Trabajo pero que devengan menos del salario mínimo y hondureños que no trabajan las 44 horas a la semana.