Por: John Moran Robleda
La política del Presidente Donald J. Trump acerca de la frontera y su seguridad, incluyendo el drama del cierre del gobierno federal, tomo un nuevo giro con la renuncia de Kirstjen Nielsen como Secretario de la Seguridad Nacional de los EE. UU en abril 7, 2019. Su tiempo en ese puesto fue breve, como muchos de los que han trabajado en la Casa Blanca de Trump – 16 meses. Fue confirmada por el Congreso federal norteamericano en diciembre 5, 2017 y renunció en abril 7, 2019.
Según los medios convencionales, anunciaron su renuncia como forzada. En medios alternativos e independientes, especialmente aquellos pro-Trump como Breitbart News Network (BNN), su renuncia fue tomada como algo común y corriente. Sin embargo, ambos reconocían el bagaje que ella tenía y las decisiones que tomó para llegar a ese momento crucial.
Hay que reconocer que Nielsen, a pesar de ser recomendada por el General John Kelly, no fue recibida con mucho afán y su nombramiento en 2017 por el Presidente Trump fue duramente criticado por los trumpistas. El medio Breitbart le dio el apodo de «Lady Daca» en su editorial
Fue enmascarado como una criatura más del Pantano, que Trump tenía que recurrir para manejar la Casa Blanca y hasta la tildaban de antipatriótica. Citaban su papel a puerta cerrada en la calamidad de la inmigración ilegal después de Katrina donde deliberadamente permitieron ilegales a trabajar cuando norteamericanos criollos estaban listos para asumir la reconstrucción.
Durante la campaña populista-nacionalista de Trump en 2016 ellos enfatizaban en qué lado estaba ella, citando que Nielsen estaba en la vanguardia de la agenda globalista, pro-migratoria. Se unió al Consejo de la Agenda Global del Foro Económico Mundial (institución de los Bilderbergs) sobre Riesgo y Resistencia, y presidiendo el comité de corporaciones multinacionales y bancos mundiales. Y no solo eso, un donante a la campaña del eje de los «Never Trumpers» – Jeb Bush. Citaban su posición acerca de la crisis migratoria en Europa donde lo declaró como una victoria para las grandes empresas que se beneficiarían enormemente de un flujo interminable de inmigrantes baratos y extranjeros.
Tampoco olvidaron que tres meses después de publicar su informe pro inmigración, su amigo íntimo y compañero de trabajo, Frances Townsend, firmó una carta junto con otras 94 figuras de “Never Trumpers” de Washington, DC y ex funcionarios de la administración Bush que afirmaban que Trump no estaba completamente apto para la oficina de POTUS y Nielsen la avaló.
El legado de su pasado nunca desapareció, a pesar de meterse (como hicieron muchos que vivían del Estado) con el equipo del Presidente Trump desde su elección en 2016, vinculándose con el General John Kelly. Donde iba él, iba ella. Cosechó frutos, pues el general Kelly la nombró como su sucesora en el Departamento de Seguridad Nacional. Su nombramiento fue aplaudido por el oficialismo y por todos los “Never Trumpers” y la dinastía Bush.
Nota relacionada Renuncia Kirstjen Nielsen, Secretaria de Seguridad de Trump
Con Trump nunca podían estar en la misma página. Su bagaje y record hacia inmigración fue demasiado fuerte y apenas cumplió un año en el puesto y Trump ya ni en pintura la quería ver, y contemplaba su despido desde noviembre de 2018. Se alegó que la regañó indecorosamente por su falta de deseo de implementar la agenda MAGA de Trump, permitiendo al “lobby” empresarial importar más trabajadores extranjeros poco calificados para ocupar puestos de trabajo de la clase obrera en los EE. UU. La noticia que realmente convenció a Trump de su incompetencia o falta de patriotismo de parte de Nielsen fue esta
http://themillenniumreport.com/2019/04/why-did-trump-permit-17000-illegal-aliens-released-in-the-us/
(¿Por qué Trump permitió a 17,000 extranjeros ilegales liberados en los Estados Unidos?)
¡Qué dato – 17,000 ilegales en doce DÍAS! Insólito para Trump e inaceptable y convencido que Nielsen no logró prevenir, mucho menos reducirlo, la inmigración ilegal en la frontera de EE. UU. y México y no manejar a su gusto con una serie de caravanas de migrantes de América Central que llegaron a la frontera sur.
No era del agrado de Trump que durante el mandato de Nielsen, la inmigración ilegal aumentó casi todos los meses. “¡Sabotaje!” gritaba Trump. El golpe que selló el fin de Nielsen fue cuando en marzo de 2019 los funcionarios del ICE (agencia de manejo de inmigrantes y aduanas) acusaron a Nielsen de mal manejo.
Que estaban FORZADOS a implementar la política antigua de Obama de “Catch and Release” y que esa política estaba en “overdrive” (trabajando excesivamente para cumplir con una meta).
Así termina la crónica de un despido anunciado. En su lugar, Trump nombró como secretario interino a Kevin McAleenan, quien es un gran simpatizante del ICE.