La congresista del Partido Salvador de Honduras (PSH), Ligia Ramos, pidió bajar un poco los ánimos y disminuir la polarización que rodea esta normativa que está en procesos de socialización
Tegucigalpa, Honduras. –El Gobierno de Honduras ha generado nebulosas por la falta de capacidad al explicar los alcances y beneficios que puede significar la aprobación del proyecto de Ley de Justicia Tributaria.
Desde el anuncio del proyecto de Justicia Tributaria, los funcionarios públicos y la empresa privada han generado un debate en torno a lo que significa la aprobación de este proyecto de decreto que ha sido enviado desde el Poder Ejecutivo.
Aunque personeros del Gobierno han realizado varias reuniones con el sector privado, la población solo ha sido espectadora de la actitud de ambas partes.
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Al respecto, la diputada del Partido Salvador de Honduras (PSH) e integrante de la comisión especial que dictamina el proyecto de Ley de Justicia Tributaria, Ligia Ramos, recomendó buscar una mejor manera de comunicar los alcances de esta normativa.
Asimismo, pidió bajar un poco los ánimos y disminuir la polarización que rodea esta normativa que está en procesos de socialización.
Para la legisladora es necesario escuchar la opinión de los hondureños, la empresa privada y los diferentes organismos de la sociedad, para que todos puedan entender en que consiste el proyecto de Ley Tributaria.
Ramos, es de la opinión que se debe dejara atrás al discurso de los ricos contra los pobres o los pobre contra los ricos, porque no se trata de algo ideológico sino de justicia social para que el país tenga la oportunidad de crecer económicamente y así disminuir la pobreza.
Además, precisó que es importante ver los aportes que han dado los partidos políticos y las estadísticas brindadas por organizaciones como el Foro Social de la Deuda externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh) y el Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), que han hecho planteamientos independientes que no están politizados.
Al respecto, Jessica Sánchez del Grupo de Sociedad Civil (GSC), externó que, tras leer el proyecto de ley se tiene que haber un proceso para explicar a la población como les beneficiará la Ley Tributaria.
En su cuenta de Twitter escribió que “no se puede apoyar desde la base, una propuesta de ley, basada solo en tecnicismos o ideologías. Hay que demostrarlo con ejemplos”.
Dijo que, un tema que quedaría pendiente es el de los impuestos para las micro empresarias, cuidadoras y la economía informal. Porque esos trámites que propone el Servicio de Administración de Rentas (SAR) además de engorrosos, no son acordes a la realidad de la gente pobre, que sobrevive vendiendo tortillas o cuidando personas.
Además, de la propuesta de un impuesto único para el micro-empresariado y apoyo con capital semilla para la economía informal, bonos para agricultores de economía de subsistencia.
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En un artículo de opinión publicado en Criterio.hn de la socióloga y directora del Centro de Documentación de Honduras (CEDOH), Leticia Salomón, expone que ante la maquinaria mediática y la desinformación sobre el proyecto de Ley de Justicia Tributaria que al gobierno le corresponde neutralizar esa estrategia, evitar las trampas, bajarle el tono a la crispación, evitar las soluciones represivas, buscar acercamientos, apelar a los empresarios que no son parásitos.
En su análisis, señaló que se debe denunciar a los instigadores, buscar aliados en las organizaciones sociales, comunicar lo que sucede a nivel público y privado, impulsar una estrategia para desenmascarar, mantener lejos a los militares, tener cuidado con los policías, mantener la ofensiva, superar la defensiva, anticiparse a sus movimientos y sobre todo recordar que esto apenas empieza.
En ese sentido, precisó que la votación de los diputados en el Congreso Nacional sobre este proyecto de Justicia Tributaria servirá para conocer hasta dónde llega la subordinación de lo político a lo económico y la respuesta de la sociedad será el medidor exacto del grado de manipulación ideológica de la opinión pública.
Además, Salomón detalla que la resistencia al cambio de modelo se sustenta en cuatro argumentos centrales el primero de ellos es: señalar y atacar, y cuyo argumento central es que el gobierno actual es un gobierno comunista que pretende acabar con la empresa privada y consecuentemente dejar sin empleo a miles de trabajadores, y el objetivo es convencer a Estados Unidos y cooperantes que eso es cierto.
El segundo punto es fabricar manifestaciones populares y esperar que el gobierno reprima, el otro argumento es crear opinión publica en contra -tal y como se está haciendo desde algunos medios de comunicación, partidos políticos y empresarios-.
El último punto se relaciona con el anterior, ya que se busca crear presión a los partidos políticos para que se pronuncien. Conseguirlo de los partidos Nacional y Liberal es un éxito y si se suma el PSH es ideal para dar la impresión de que la oposición política está unida en la defensa del sistema capitalista, occidental y cristiano con lo cual se cierra el viejo ciclo de la transición del feudalismo al capitalismo que planteaba que “la burguesía reina pero no gobierna”.
