Tegucigalpa.- Las obras grises han sido base del caos vehicular en la capital, con más de 700 mil vehículos circulando entre Tegucigalpa y Comayagüela más las construcciones en diferentes sectores de la capital resulta una odisea la movilización dentro de la ciudad.
En el corazón de Honduras está el Distrito Central (DC), Francisco Morazán considerado el municipio más poblado del país, puesto que según el Registro Nacional de las Personas hasta 2023 se registraron 1,493,302 residentes, de los que 763,345 son mujeres y 729,477 hombres.
Jorge Alejandro Aldana, alcalde del Distrito Central quien asumió el cargo el 25 de enero de 2022 y desde entonces su visión ha sido priorizar las obras grises de las ciudades de Tegucigalpa, Comayagüela y sus aldeas, no obstante, pese a las visiones a futuro que estas parecen ofrecer, surgen cuestionamientos referente a esta metodología que nos lleva a preguntarnos ¿son las obras grises una solución para el congestionamiento vial?
En algunas de estas posturas se encuentra Yissel Hernández, quien como transportista considera que la falta de educación vial, la imprudencia y las obras de las personas de la “alcaldía” están empeorando la situación de las calles.
“Si es por mí, podrían llenar de proyectos la ciudad, pero hay demasiados vehículos, la ciudad se quedó pequeña y deberían de impulsar más los servicios de transporte público, pero no funcionó ni el trans 450”, señaló Hernández.
La capacidad máxima del Distrito Central es de 250 mil automóviles, el número en la capital se ha triplicado con casi 800 mil vehículos transitando todos los días.
Superando en más del 200% de la capacidad máxima; lo que se traduce a un colapso del parque vehicular en vista de que esta situación alimenta los problemas de tráfico que se viven a diario en la capital.
OBRAS GRISES DE LA CAPITAL
A lo largo de los años las obras de infraestructura han sido de los principales proyectos que presentan las figuras políticas del país, en especial los alcaldes.
Según la Dirección de Control y Seguimiento, Nasry Asfura, ex alcalde de Tegucigalpa, durante toda su gestión se realizaron 1,142 obras, de ellas 52 son obras mayores y 1,090 de infraestructura menor, es decir, pavimentaciones, muros de contención, huellas vehiculares, cunetas y drenajes.
Asfura, bajo una promesa que en un futuro el tráfico vehicular sería fluido, en sus propuestas de gobierno estaba la conocida “vía rápida”, es decir, la creación de un interconector entre el anillo periférico y la carretera que conduce al sur de Honduras que aceleraría la transportación.
Por otro lado, Aldana, mencionó que su visión en el tema de infraestructura vial han sido los proyectos en varias salidas de la capital.
Según el portal de transparencia Honduras Inversiones, para el 2024, la inversión a nivel sectorial se concentra mayormente en el sector carreteras con una inversión de L 8,929.7 millones que representa el 25% de la inversión presupuestaria.
A pesar de todas estas inversiones, en el Distrito Central sólo hay 31 puentes peatonales y 6 puentes a desnivel.
Sin embargo, la solución a los problemas no parece ser solo la construcción de más carreteras, o puentes, pues aunque estás sean fundamentales, no son el método ideal para el descongestionamiento vial.
Así lo asegura la arquitecta Alejandra Padilla, quien en una entrevista a Criterio.hn mencionó que el realizar “más carriles no controla el problema del tráfico, pues el problema es que no hay una política clara de incentivo al uso del carro particular”.
Mencionó que el individualismo automovilístico es el causante de falta de espacio en las calles de la ciudad, pues un vehículo que mide cerca de 12 metros cuadrados solamente mueve a una persona.
INSEGURIDAD VIAL LA RAÍZ DEL PROBLEMA
Aunque son varios los factores que pueden influir en la compra de un vehículo particular, uno de los principales es la inseguridad que se vive en el transporte público de la ciudad.
La criminalidad y asaltos a mano armada son las historias que muchos ciudadanos tienen para contar.
Como es el caso de Daniela Zepeda, usuaria vehícular, quien comentó a Criterio.hn que el principal incentivo para adquirir su automóvil fue su experiencia personal en un autobús de la ruta urbana, donde maleantes intentaron asaltar el vehículo y desde entonces se decidió por no usar el transporte público.
Destacando que con la existencia de un transporte público que la haga sentir segura meditaría el uso de este, y así ahorrar gastos en combustible y mantenimiento del vehículo..
En contraste Carlos Sierra, representante del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), menciona que “si existiera un transporte público, seguro, eficiente, higiénico y digno definitivamente habría una disminución de vehículos transitando”.
Además mencionó que “regularizar el uso del transporte público” debería ser esencial, así como un uso digno de este, es decir, que los transportistas se comprometan en generar condiciones humanas dignas como seguridad, higiene y eficiencia.
Carlos Sierra, representante del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh) comparte que debe haber una mayor regulación a “los vehículos que se introducen al país”. Foto: Jorge Burgos/Criterio.hn
Por otro lado, la arquitecta Padilla mencionó que se debe utilizar sistemas de movilidad urbana masiva para que mueva un gran número de personas de manera rápida.
INVERTIR EN TRANSPORTE PÚBLICO EN LUGAR DE OBRAS GRISES
Mientras siga existiendo criminalidad e inseguridad en las rutas urbanas, las personas seguirán viendo la compra de automóviles como la solución a ese problema, lo cual provocará incremento de vehículos y como consecuencia más caos en la ciudad.
Una de las propuestas que destaca Padilla es la implementación de nuevas rutas de movilidad urbana más accesibles.
Además, menciona que una forma idílica de transporte efectivo sería un metro (tren) que se construya bajo tierra o en línea aérea, no obstante, destaca que a falta de un presupuesto de tal magnitud esta no sería una alternativa realista.
Por otro lado, si considera que los llamados “buses articulados” que mueven hasta 100 personas serían una posibilidad más viable para el presupuesto hondureño.
Finalmente, las medidas de inversión en carreteras y puentes aportan a la solución, pero no queda ahí, la problemática va más allá, también la inversión en un transporte público seguro y accesible debe tenerse en consideración, o al menos es lo que expertos sugieren.