La firma, que está afincada en Londres, tiene actualmente una multimillonaria demanda ante el CIADI en contra del Estado Venezolano por daños y perjuicios, también ha sido imputada recientemente por el Departamento de Justicia de EE.UU., por participar en un supuesto esquema de sobornos
Desde acusaciones en Estados Unidos hasta campañas de desinformación en América Latina, la empresa tecnológica suma críticas mientras provee servicios para las elecciones de 2025 en Honduras
Tegucigalpa, Honduras. – Al parecer, a Smartmatic no la quiere ni Nicolás Maduro en Venezuela ni Donald Trump en Estados Unidos. El primero, porque la empresa denunció el fraude para la elección de la Asamblea Constituyente de 2017; y el segundo, porque la acusa de haberle “robado” la elección de 2020.
Aunque en 2022 la empresa británica SGO Corporation Limited –propietaria de Smartmatic- presentó una demanda ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas e Inversiones (CIADI) contra Venezuela, reclamando una indemnización de entre USD1,400 millones y USD1,750 por lo que considera una “expropiación ilegal” de sus equipos, software y contratos electorales en el país, los seguidores de Trump insisten en vincularla con el “régimen criminal de Maduro”.
A esta controversia se suma que, recientemente, el Departamento de Justicia de Estados Unidos imputó a la multinacional por su participación en un supuesto esquema de soborno de más de USD 1 millón a un funcionario electoral filipino, entre 2015 a 2018.
Parece un resumen de todo lo que ha sucedido con Smartmatic, pero no estaría completo sin mencionar las demandas que presentó la multinacional en 2021 contra los medios Fox News, Newsmax y One America News Network “por publicar declaraciones falsas y difamatorias” durante el proceso electoral estadounidense de 2020. Dos de estas demandas fueron resueltas a través de acuerdos confidenciales, quedando pendiente de resolución la demanda por difamación contra Fox News por USD 2,700 millones.
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DE WASHINGTON A TEGUCIGALPA: LAS PRESIONES CONTRA SMARTMATIC
En medio de este torbellino de cuestionamientos y litigios, Smartmatic también tiene presencia en Honduras. La compañía participó en las licitaciones de cara a las elecciones primarias y generales de 2025, obteniendo millonarios contratos.
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Para los comicios del 30 de noviembre, Smartmatic obtuvo el contrato para el sistema de identificación biométrica. Sin embargo, se retiró, recientemente, del proceso de licitación para la conectividad satelital del TREP, luego de una campaña en redes sociales en su contra e incluso de ser descalificada públicamente por parte de la consejera vocal del CNE, Cossette López, representante ante el órgano electoral por el opositor Partido Nacional.
El diputado del conservador Partido Nacional, Tomás Zambrano, siguió el libreto republicano de Estados Unidos y aseguró que Smartmatic está vinculada a los fraudes de Maduro en Venezuela, a las simpatías con el socialismo del siglo XXI y a las acusaciones por sobornos en Estados Unidos. “Una empresa con ese historial […] debe ser DESCARTADA TOTALMENTE”, recalcó.
Las declaraciones de Zambrano ocurrieron luego de que la consejera nacionalista ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, denunció el 23 de octubre, a través de redes sociales, que el oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre) intentó imponer a Smartmatic, pese a ser la oferta más alta.
No obstante, una revisión de Criterio.hn a un primer proceso de licitación fechado el 10 de septiembre y posteriormente declarado fracasado, revela que la oferta de Smartmatic, por más de 87 millones, era en realidad menor que la presentada por Honduras Tecnology S.A. de C.V, que cotizó más de 263 millones de lempiras. Hasta el momento se desconocen las ofertas del segundo proceso de contratación, mediante el cual se favoreció al Consorcio Reytel-UFINET.
LA SOMBRA QUE PERSIGUE A SMARTMATIC
No es la primera vez que Smartmatic está en el ojo del huracán. La empresa –registrada en Reino Unido desde 2010– ha sido blanco de campañas de desinformación no solo en Estados Unidos sino también en distintos países de Latinoamérica, al punto que medios de verificación han puesto la lupa sobre los discursos en su contra.
En 2021, ColombiaCheck desmintió que Smartmatic implementaría en Colombia la cédula digital y el voto electrónico, aclarando que la empresa encargada de la implementación de la cedulación electrónica fue IDEMIA Identity & Security, mientras que el proyecto del voto electrónico seguía en suspenso al momento de la publicación.
En Perú, en 2020, circuló en redes sociales la falsa afirmación de que la Oficina Nacional de Procesos Electorales había contratado a Smartmatic para las elecciones del Congreso. Sin embargo, AFP Factual desvirtuó esa verisón al comprobar que la compañía no fue contratada para ese proceso electoral.
En Brasil, durante las elecciones de 2022, también se puso en duda la victoria a Luiz Inácio Lula da Silva sobre Jair Bolsonaro, bajo el argumento de que Smartmatic había computado los resultados. No obstante, AFP Factual confirmó que la compañía no fue contratada para ese proceso electoral.
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Un error que sí fue reconocido por la propia empresa fue una falla de software que alteró parcialmente los resultados en la elección de diputados para la Asamblea Legislativa en El Salvador en 2018.
Si bien la mayoría de las campañas de desinformación sobre los servicios de Smartmatic provienen de la derecha de Estados Unidos y Latinoamérica, la llamada izquierda tampoco ha sido precisamente su aliada. Además del encontronazo con Nicólas Maduro, en 2019 el entonces candidato argentino Alberto Fernández calificó a Smartmatic como una empresa “muy cuestionada”, “llamada para enturbiar el proceso de recuento de votos” y que “hizo un estrago en Venezuela y también en Filipinas”.
Más allá de las campañas y los procesos judiciales, el caso de Smartmatic revela que las narrativas de fraude y manipulación siguen encontrando terreno fértil en la polarización política y la desinformación. El mayor desafío es cómo garantizar la confianza en los procesos democráticos cuando las disputas partidarias y las campañas de desinformación logran desacreditar incluso a la tecnología que los respalda.
Un comentario
excelente articulo felicidades sigan a delante