La estructura del crimen y el narcotráfico sigue arraigada en Honduras. Aunque se esperaba que con la extradición del expresidente y narcotraficante Juan Orlando Hernández estas redes se desmantelaran, recientes revelaciones del exsecretario del Congreso Nacional, Carlos Zelaya, expusieron que también estaban involucrados políticos del partido oficialista, Libertad y Refundación.
Tegucigalpa, Honduras. Las declaraciones de la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, criticando la reunión de funcionarios hondureños con un funcionario venezolano acusado de narcotráfico por las autoridades norteamericanas, provocaron una profunda indignación en el gobierno de Honduras, esta tensión llevó al gobierno hondureño a tomar la drástica decisión de cancelar el tratado de extradición entre ambos países.
El gobierno hondureño expresó su malestar ante lo que consideró una injerencia inapropiada por parte de la embajadora al opinar sobre un asunto que, según sus argumentos, es exclusivamente de competencia nacional, además, rechazaron las insinuaciones de que los funcionarios hondureños mantenían relaciones cercanas con una persona señalada por narcotráfico.
No obstante, la molestia del gobierno por el último motivo mencionado resultó ser cierta; la reunión entre actuales funcionarios y narcotraficantes sí existió, pero en otro contexto, hace 11 años.
Actuales funcionarios del partido oficialista, Libertad y Refundación (Libre), efectivamente se reunieron con narcotraficantes, según lo admitió ante los medios de comunicación Carlos Zelaya, uno de los funcionarios participantes, que hasta hace unas horas fungió como diputado y secretario del Poder Legislativo, cargos a los que anunció que renunciaría el sábado 31 de agosto, para ponerse a disposición de investigaciones de las autoridades, y que esta tarde hizo efectiva.
CARLOS ZELAYA ADMITE QUE PARTICIÓ EN NARCO REUNIÓN
Desde que la presidenta Xiomara Castro ordenó la cancelación del tratado de extradición con Estados Unidos, y esta decisión fue oficializada por la cancillería hondureña, Honduras ha estado sumida en un ambiente de duda y sospecha.
La incertidumbre se centra en los verdaderos motivos detrás de la cancelación: si se trata de un esfuerzo genuino por aplicar justicia en un sistema judicial cuestionado, o si busca evitar la extradición de funcionarios implicados en el narcotráfico.
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Este último panorama se intensificó el sábado 31 de agosto, cuando Carlos Zelaya compareció ante el Ministerio Público (MP) y confesó haber participado en una reunión con narcotraficantes en 2013.
Zelaya detalló ante los medios que el encuentro, realizado en la ciudad de San Pedro Sula, departamento de Cortés, incluyó a varios narcotraficantes, entre ellos Ramón Matta Waldurraga y Devis Leonel Maradiaga alias “el Cachiro”.
Además en la reunión participaron funcionarios como el actual alcalde de Tocoa, Colón, Adán Funez, y el entonces diputado suplente de Manuel Zelaya Rosales, Carlos Muñoz y mencionó la presencia de tres personas cuya identidad no pudo identificar.
El todavía diputado, aseguró que la reunión fue coordinada por el actual jefe de la bancada del Partido Libre, Rafael Sarmiento, pero según él todo fue una trampa.
Al tiempo que argumentó que participó en la reunión, debido a que supuestamente sería entre empresarios que deseaban financiar la campaña política de la presidenta Xiomara Castro en las elecciones de 2013, pero que finalmente nunca recibió dinero.
Reconoció que existe un vídeo del encuentro, y debido a las acusaciones y para que se pueda investigar por las autoridades hondureñas y estadounidenses, depone su renuncia ante de su cargo como diputado y secretario del Poder Legislativo, la cual se hizo efectiva hoy lunes 2 de septiembre de 2024.
LIBRE: REALIZA MOVIMIENTOS
La renuncia de Carlos Zelaya fue la primera de una serie de dimisiones que se sucedieron después.
Le siguió su hijo, Manuel Zelaya Rosales, quien horas después, anunció que igualmente presentaría su renuncia al cargo de secretario de Defensa para según argumentó, permitir una investigación completa.
La presidenta Xiomara Castro aceptó la renuncia y, al día siguiente, nombró a Rixi Moncada, actual precandidata presidencial del partido Libre, para el cargo.
Este nombramiento ha suscitado controversia, dado que, a principios de año, Moncada dimitió de su puesto en la Secretaría de Finanzas para evitar un conflicto ético y postularse como precandidata.
Otro funcionario mencionado por Carlos Zelaya como participante en la reunión es Carlos Muñoz, quien fungió como diputado suplente de Manuel Zelaya Rosales.
El cual se desempeñaba junto a su esposa, como oficiales consulares en el consulado de Honduras en Miami, Estados Unidos, pero este día se conoció, que ambos presentaron su renuncia.
En cuanto al alcalde de Tocoa, Colón, Adán Funez, cuya implicación también fue mencionada, no se ha registrado oficialmente su renuncia.
Su nombre sigue asociado a señalamientos anteriores de corrupción, vínculos con narcotraficantes y conflictos territoriales relacionados con la cesión de espacios con fines lucrativos.
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OFICIALISMO Y OPOSICIÓN ANUNCIAN MOVILIZACIONES
En medio de este panorama de inestabilidad social y política, El Partido Libertad y Refundación (Libre) ratificó su respaldo al gobierno de la presidenta Xiomara Castro y anunció una movilización en Tegucigalpa para el 15 de septiembre, en defensa de la independencia patria y en respuesta a las críticas de la embajadora estadounidense Laura Dogu.
El vicecanciller Gerardo Torres leyó el comunicado, en el que Libre también rechazó los señalamientos contra el jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández, y el exsecretario de Defensa, José Manuel Zelaya Rosales.
De su lado el opositor Partido Nacional de Honduras convocó a una movilización para el viernes 6 de septiembre, además a través de un comunicado acusó al gobierno de Libre de utilizar la denuncia del tratado de extradición para proteger a la familia Zelaya-Castro-Sarmiento de vínculos con el narcotráfico.
Señaló que el gobierno está intentando consolidar su control sobre las Fuerzas Armadas, promoviendo un fraude electoral en 2025, el nombramiento de Rixi Moncada en el Ministerio de Defensa es visto como un paso para fortalecer ese control, mientras que Libre, según el Partido Nacional, está en «modo pánico» y dispuesto a todo, incluso a forzar una Constituyente o un autogolpe para mantenerse en el poder.
