Honduras inicia apertura

Sin declaratoria del CNE, la economía opera en un contexto de incertidumbre política

La falta de una declaratoria oficial del CNE prolonga la indefinición institucional y comienza a reflejarse en el consumo, la inversión y el empleo, en un contexto donde la economía muestra crecimiento moderado, presiones inflacionarias persistentes y alta dependencia de las remesas

Tegucigalpa, Honduras—. Las elecciones generales del 30 de noviembre siguen sin un resultado oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE). La falta de definición institucional mantiene a la población y a los actores económicos en un estado de incertidumbre prolongada, que comienza a reflejarse en la actividad comercial, la inversión privada y las decisiones de consumo. 

La demora no solo retrasa la transición política, sino que también limita la capacidad de las instituciones para implementar políticas económicas y sociales en un momento clave del año, en el que normalmente se incrementa la actividad comercial y financiera. 

La incertidumbre en el ámbito institucional se refleja en cómo actúan las personas y empresas. Comerciantes, empresarios y consumidores toman decisiones más cautelosas, gastando menos y aplazando compromisos financieros. 

Esto es especialmente relevante en la temporada navideña, cuando normalmente aumenta el consumo. Este año, la situación política ha modificado la dinámica habitual del mercado interno. 

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Martin Barahona, las funciones de los gobiernos locales se ven afectadas por transferencias pendientes, retrasando inversiones y obras, debido a la incertidumbre electoral y la posible reelección.

En entrevista para Criterio.hn, con el economista Martin Barahona, a quien se le preguntó qué ¿Cuáles eran los sectores más vulnerables frente a esta incertidumbre? Quien respondió que: toda la economía del país se ve afectada, pero los más perjudicados son la población pobre, quienes tienen empleo precario o no tienen ninguna fuente de trabajo. Estos sectores ya están con insatisfacción de necesidades básicas como alimento y vivienda. 

También manifestó que, los sectores más pudientes pueden sobrellevar la situación porque tienen reservas y ahorros, aunque también se ven afectados en sus expectativas de ganancias. Pero quienes dependen del ingreso diario son los que más impactados se ven.

Los sectores que dependen del consumo interno son los más afectados. Pequeños y medianos negocios, que tienen menos margen de maniobra, enfrentan mayores dificultades para mantener sus operaciones con una demanda más baja. 

La falta de definición política también influye en la planificación económica. Sin claridad sobre el contexto institucional, las empresas retrasan inversiones, compras de inventario y contratación, tanto en el sector formal como en el informal.

A nivel general, la prolongación de la crisis electoral aumenta la percepción de riesgo. La economía funciona en modo espera, y si la situación se mantiene, los efectos negativos podrían crecer. 

Martin Barahona manifiesta que, el país ya tiene niveles bajos de bienestar y desarrollo, medidos por el índice de desarrollo humano y otras estadísticas. Esto genera mayores complicaciones de rezago, estancamiento y pérdida de oportunidades. 

Asimismo, expresa que, “esta incertidumbre genera un retraimiento en la producción, lo que reduce la oferta relativa de ciertos productos y provoca inflación o especulación. Porque la falta de generación de empleo, que ya de por sí es insuficiente en Honduras, se agudiza en situaciones de incertidumbre y conflicto. Esto afecta tanto al sector formal como al informal, que es la mayoría de las actividades generadoras de empleo e ingreso”. 

Barahona menciona que algunas actividades económicas, como las exportaciones de maquila, camarones y café, no se detienen gravemente, pero el resto de actividades, especialmente el mercado interno y la producción de granos básicos, se ven más afectadas. Los niveles de inseguridad también se complican, ya que las autoridades están más concentradas en otros problemas y no en la cotidianidad, como delincuencia, homicidios o feminicidios. 

Menciona que es necesario que para la próxima administración haya una visión, voluntad, conciencia y compromiso para no seguir haciendo lo mismo que se ha venido haciendo, sino crear un esquema más comprometido, sensible a los problemas del país y transparente. Esto depende de quienes sean declarados ganadores y asuman la administración pública. 

La economía de Honduras es en gran parte controlada por el sector privado, pero depende del gobierno central para motivar y promover la actividad económica. 

microempresarios Honduras
En la colonia La Travesía de Tegucigalpa hay más de 30 establecimientos de pequeños y microempresarios que aseguran no conocer el proyecto gibermanetal que promete la reactivación de empleos en este sector.

El estado, que debería ser un factor de estabilidad, ve limitada su capacidad para actuar. La falta de una transición política clara dificulta la implementación de políticas que ayuden a mantener la actividad económica. 

En este contexto, la relación entre política y economía se vuelve evidente. La falta de definiciones electorales afecta directamente la confianza, que es fundamental para que la economía funcione bien. 

Sin una declaratoria oficial del CNE, la incertidumbre se consolida como un problema de corto plazo. La economía responde con menos movimiento y más precaución. 

Los analistas señalan que resolver la crisis política es clave para recuperar la previsibilidad. Mientras el proceso electoral no se cierre de manera institucional, las expectativas económicas seguirán debilitadas. 

Este escenario plantea retos adicionales para el cierre del año. La desaceleración del consumo y la postergación de decisiones económicas muestran de manera concreta el efecto de la indefinición política. 

Mientras Honduras espera la declaración del CNE, la economía sigue operando en un clima de incertidumbre. La capacidad de las instituciones para cerrar el proceso electoral será determinante para ver cómo evoluciona la actividad económica a corto plazo. 

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Insertar foto: un mercado con personas comprando alimentos, productos básicos, reflejando el consumo interno que impulsa la economía. 

El crecimiento económico de Honduras durante 2025 estuvo liderado por sectores como finanzas, telecomunicaciones y actividades agropecuarias , con el apoyo del consumo privado y las remesas familiares, según el Boletín Oficial de la UNAH.

FINANZAS, TELECOMUNICACIONES Y CAFÉ: MOTORES DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO EN HONDURAS

Según el Boletín Oficial de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), N.° 071, diciembre de 2025, la economía hondureña creció 3.6% al tercer trimestre, impulsada sobre todo por la demanda interna y el consumo privado. Para el cierre de 2025, se proyecta que el PIB se ubique entre 3.6% y 3.8%, reflejando un crecimiento moderado pero constante en un contexto marcado por presiones económicas y dependencia de factores internos y externos.

El boletín destaca que los sectores de Intermediación Financiera, Seguros y Fondos de Pensiones lideraron el dinamismo con un crecimiento de 10%, mientras que telecomunicaciones avanzó 3.7%. Estos resultados muestran que gran parte del impulso económico proviene de actividades de alta productividad, aunque con capacidad limitada para generar empleo, lo que evidencia un crecimiento desigual entre los distintos sectores.

En materia de precios, la UNAH informa que la inflación interanual a noviembre se situó en 5.09%, con la inflación subyacente en 5.44%, lo que refleja presiones persistentes que afectan directamente a la población. Los aumentos se concentran en alimentos, energía y transporte, impactando de manera directa el costo de vida y la planificación de gastos de los hogares hondureños.

El boletín señala que el déficit comercial a septiembre fue de USD 5,688.8 millones, 509.6 millones menos que en el mismo período del año anterior, mientras que las exportaciones de café crecieron USD 966.8 millones, impulsadas por precios internacionales históricos. Esto muestra que, aunque el comercio exterior mejora, la economía sigue muy dependiente de productos primarios y vulnerable a factores externos.

Las remesas familiares ingresaron USD 11,065.2 millones entre enero y noviembre de 2025, un aumento de más de USD 2,200 millones respecto a 2024, según la UNAH. Este flujo continúa siendo el principal soporte macroeconómico del país, sosteniendo el consumo interno y compensando las limitaciones en otros sectores productivos, aunque se proyecta que su crecimiento se desacelere en 2026.

En el ámbito fiscal, la ejecución presupuestaria alcanzó 80.0%, mientras que la deuda pública llegó a USD 17,250.7 millones, equivalente a 45% del PIB. Estos datos reflejan que, aunque se mantiene cierta estabilidad en la gestión del gasto público, la creciente deuda limita la capacidad del Estado para financiar inversión productiva y enfrentar futuras presiones económicas.

La falta de una declaratoria oficial del CNE mantiene a Honduras en un clima de incertidumbre política que empieza a reflejarse en la economía. Esta situación afecta especialmente al consumo interno y a los pequeños y medianos negocios, mientras que sectores de alta productividad como finanzas, telecomunicaciones y agroindustrias continúan mostrando dinamismo, aunque con limitada generación de empleo.

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