El significado del Domingo de Ramos, según el padre Melo

Según su análisis, el Domingo de Ramos es la memoria de quienes se confabulan con el poder para condenar a muerte a quienes buscan la justicia

Por: Redacción CRITERIO

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Tegucigalpa.-Ismael Moreno, más conocido como el padre Melo, se sale de lo cotidiano y común que predica la iglesia Católica al analizar el significado del Domingo de Ramos.

Para Melo, quien es director de Radio Progreso y del Equipo de Reflexión y Comunicación (Eric) el poder ejercido por el imperio romano durante la época de Jesús sigue latente en nuestro diario vivir y se expresa en aquellos que se confabulan con los poderosos para avalar la condena de muerte a la que son objeto los que buscan la justicia.

A continuación el breve análisis del religioso:

1.- Domingo de Ramos
Con esta celebración se hace memoria del episodio evangélico de la entrada de Jesús a Jerusalén después de un tiempo de predicar en Galilea. Jesús predicó el Reinado de Dios incluso en el centro de los poderes políticos, económicos y religiosos de su tiempo.

A Jesús le costó mucho tomar la decisión de ir a Jerusalén porque sabía que su vida quedaba expuesta a los poderes establecidos. La fama que su predicación había despertado entre los diversos sectores marginados de aquella sociedad se expresó en esa entrada de Jesús a la capital. Centenares de personas se aglomeraron para esperarlo, deseosas de que con esa entrada se acercaba su liberación política del imperio romano.

Pero las expectativas políticas que tenía aquel pueblo marginado se esfumaron en muy pocos días, cuando vieron que Jesús no tomó el camino político que muchos esperaban. La alegría y entusiasmo, los gritos de vivas y aplausos se convirtieron a los pocos días en rechazo, abandono, traición y en gritos al imperio romano para que lo crucificaran. La memoria del Domingo de Ramos nos actualiza el drama de quienes de entre el pueblo se confabulan con los poderes de este mundo para estigmatizar, desacreditar y avalar la condena a muerte de los que hoy prosiguen el camino de la fe y la justicia.

LA IGLESIA TRADICIONAL

La homilía de este domingo de Ramos estuvo encabezada por el cardenal, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga.

Mientras el padre Melo descifra el verdadero significado del Domingo de Ramos, la jerarquía de la iglesia Católica hondureña liderada por el cardenal, Óscar Rodríguez Maradiaga recodaba en el atrio de la Catedral de Tegucigalpa, de una manera más dogmática, la entrada de Jesús a Jerusalén con la tradicional bendición de los ramos.

Durante el acto religioso, Rodríguez Maradiaga, sacó a colación de manera superficial la ola de violencia que enluta a Honduras y dio un voto de confianza al actual gobierno al decir: «hay que tener esperanza y que nos saquen del círculo de homicidio y violencia en que vivimos en nuestro país».

 

  • Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas

5 respuestas

  1. ESTO ES FANATISMO RELIGIOSO; A QUIEN DEBEMOS HUMILLARNOS Y RENDIRNOS, ES A LOS PIES DE JESUCRISTO, EL FUE QUIEN OFRENDÓ SU VIDA EN RESCATE DE LOS QUE RENDIMOS NUESTRA EXISTENCIA A ÉL…ALABADO, HONRADO Y GLORIFICADO SEA SU SANTO Y BENDITO NOMBRE…AMEN AMEN Y AMEN!!!

  2. Es que la predica de Ismael Moreno es liberadora y la del señor Oscar Andres es adormecedora, alienante, fuera de la realidad que vive el pueblo y sostenedora del sistema opresor. El uno es aliado del pueblo sufriente y el otro aliado de la oligarquía opresora.

    1. En efecto, el Padre Melo, es de los verdaderos liberadores; no aliado a los poderes facticos como el cardeMal y sus similares; que bendicen las armas, los instrumentos de injusticia para mantener el status quo para que el regimen siga asesinando al pueblo. La inmensa distancia entre un genuino hermano, que lucha por la justicia, la paz, que se enfrenta a los poderosos, que predica e inspira por cambiar las estructuras de injusticia la encontramos en Mons. Romero, de El Salvador, figura universal, y en la palabra, la obra del padre Melo, y esa verguenza y ofensa que es el cardeMal y sus secuaces.

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