La batalla por la justicia

Segunda panorámica: siglos XII al XV, e identidad de Corea

                                    a Sergio, yerno

En el mundo Mediterráneo, las cruzadas van quedando atrás cuando, en 1204 sus guerreros saquean Constantinopla, que los bizantinos reconquistan 60 años después. La Nova Roma se mantiene como puntal de un imperio cristiano Oriental, en declive hasta que, en 1453 cae ante el Otomano. Eso signa un cambio de época, que planteaba nuevos retos y actores, tanto, así como los descubrimientos de Colón en ultramar a fines del siglo XV, cuando además se consuma, luego de un siglo de persecución, la expulsión de los judíos que durante un milenio tanto habían contribuido a la industria, las humanidades y las ciencias peninsulares. Los Otomanos conquistan los Balcanes y avanzan con Sulimán, el Magnífico, hasta las murallas de Viena en 1529, donde tendrán que ser contenidos, y en Lepanto. Los musulmanes eran los protagonistas nuevos del Viejo Mundo; los cristianos, los del mundo Nuevo americano.

A fines del s. XII, comienza míticamente desde las Siete Cuevas de Chicomostoc, la peregrinación azteca en busca de la Aztlán prometida, tardía pero típica de tantos desplazamientos que configuraron nuevas entidades políticas e identidades étnicas en el Postclásico Mesoamericano; migraciones que desembocaron en múltiples alianzas, guerras, fundaciones. En Honduras, se establecen los nuevos emplazamientos de Tenampua, en el Valle de Comayagua y Naco, en el Valle de Sula. Ocho Venado Garra de Tigre revitaliza al mundo oaxaqueño en las Mixtecas. Y se repoblaron y ampliaron los puertos y rutas comerciales alrededor de Yucatán, al consolidarse ahí grupos mixtos (maya nahua-tolteca), igual que en las tierras altas de Guatemala… Nunca se neutralizó del todo la conflictividad, pero de 1300 a 1500 se percibe una estabilidad concomitante con la edificación del imperio de Tenochtitlan y las ligas de las ciudades mayas consagradas al comercio que, en breve, enfrentarían la conquista española. El tenochca cae en apenas dos años de guerra y canta lastimero su derrota; la polis maya resiste bastante más, sin cantar.

También en el s. XIII, se inicia -en los Andes- el acenso del Inca. Protegidos de Inti, Manco Capac y Mama Ocilo tienen que haber emergido del Titicaca para fundar Cusco antes del s. XV, cuando consta que Pachacutec y Topa Inca consolidan sus conquistas, apenas un siglo antes de la llegada de Pizarro. Acumuladas con las de sus sucesores, aquellas hazañas integran un inmenso imperio tributario, articulado por buenos caminos que tejen en la sierra redes de ciudadelas. Un imperio igual de frágil que el mexica, por el resentimiento de las etnias tributarias sometidas por las armas, aunque con logros notables en los registros para la administración, la arquitectura, la técnica de terrazas para la producción intensiva y una tecnología social, para regir el tributo en trabajo, con que se construyen grandes obras públicas en el Tawantinsuyo, que igual cae rápido, empapado de sangre, y se integra, como México, con su plata a la primera economía globalizada.

Así, a inicios del XVI, los españoles establecían, aunque frágil aún, un Imperio católico en las Américas. Sevilla y Cádiz conectaban ese mundo nuevo al europeo, en un globo nuevamente reconectado y expandido.

El centro profundo retornaba hacia la vieja Europa romana que, por entonces, aún lucía atrasada, pero había tomado ritmo y cobraba seguridad en sí misma con el dicho Renacimiento. Había ahí una recomposición política en marcha: las ciudades jugaban con los poderes del emperador y el papa, de los reyes y grandes y les arrancan cartas constitutivas que las independizaban; organizaban gobiernos propios, construían grandes obras, caminos, puentes, templos, amparaban universidades, patrocinaban las artes. Giotto representa a santos que sienten, que sufren, gozan …Dante explora los tormentos y deleites del alma liberada, Chaucer nos enseña a sonreír y el Arcipreste de Hita, a ser más humanos. Nada que sea humano, se decide, nos es ajeno. Leonardo perfecciona perspectivas y proporciones, y la expresión sutil. La Cristiandad occidental florece de nuevo con la reconquista y la navegación indiana.  Los grandes puertos del Mediterráneo se activan con el tráfico de nuevas y viejas rutas navieras que convergen ahí, desde el Medio y el Lejano Oriente y desde el África y ahora América y que –trágicamente- también traen y llevan las pestes. Italia vuelve a ser el centro neurálgico, protege a las universidades.  Venecia, Génova y Sevilla conectan con los puertos de la Liga Hanseática Lubeck, Hamburgo Bristol.  Prosperan todos y nada los detiene.

Después de irrumpir en y dominar Eurasia, la Horda Dorada mongola a fines del s. XV parece ya contenida por la resistencia de los eslavos. Cristianizados, por San Volodymyr el Grande, en 1015, los Rus de Kiev que se habían replegado al Norte, a Moscú y a Nóvgorod, pero inician desde allá un nuevo ascenso que conduce a la fundación de la gran Rusia, bajo Iván el Grande, ca. 1440.

Bhaskara II habría resuelto ecuaciones cuadráticas y cúbicas, con nuevas formas de anotación, en el siglo XII. Mahmud de Ghazni había invadido India desde fines del s. XI, saqueaba los templos, y acaso desencadena el establecimiento de los sultanatos (Delhi, primero, s. XIII, y luego en las regiones Bengala, gujarati, Decan) protectores, que en los siguientes siglos gobernaban en paralelo con dinastías locales. Siendo musulmanes, se invocan como protectores contra mahometanos invasores. Por lo demás, se mimetizan como indios, se hacen representar en la pintura y el arte, lo cual estaba prohibido por el Corán. Y a inicios del s. XVI, se iniciaba en Delhi la conquista, culminada más tarde por el gran Mogol Babur (descendiente de Genghis Khan y de Tamerlan), el abuelo de Akbar, quien llevaría a su apogeo el Imperio que aun así ¡tampoco podría resistir al inglés!

La Dinastía Song del Sur dio refugio en la China, reconstituida, luego de caer el Norte a manos de Jin. Gobernó aún después del 1100 con éxito y avances tecnológicos (las matemáticas de Yan hui, la brújula magnética, instrumentalización de la pólvora, imprenta con tipos móviles, para reproducir textos) por otros casi 160 años antes de la invasión mongola. Gengis Khan avasalló a la China Song por completo en 1270. Pero en vez de imponerse, se asimiló; conservó las estructuras imperiales, y su nieto Kublai Khan estableció la breve Dinastía Yuan, que permaneció otro siglo, impulsando la Ruta de la Seda, como narró el agente del comercio italiano Marco Polo; y conquistó Corea.

Luego, la sobre explotación fiscal y la tensión cultural de Yuan generan rebeldía, pero China ya está ahí. Un líder campesino Zhu Yuanzhuan unificó a los turbantes rojos, expulsó al mongol de Pekín y fundó la restauradora Dinastía Ming. (Del Mongol, quedaba La Horda al Oeste). Bajo Ming, el bisnieto del rebelde Zhu, Yongle (que conocía bien la frontera Norte) deviene un gobernante visionario, recupera la dimensión del imperio, y lo proyecta hacia el Océano. Esas fueron desde entonces las dos perspectivas de la China en expansión: una hacia el caribe, otra hacia el Océano Pacífico hasta lo que alcancen sus flotas. Yongle organizó grandes flotas para las expediciones navales, que prospectaron las islas y costas de Asia y África, al mando del Almirante Zheng He, en busca de giros comerciales globales.

Esas expediciones chinas… empezaban por los puertos inmediatos de Corea, al fin estado vasallo, sí respetado y vecino; y fortalecieron los intercambios ya centenarios entre ellos.

Aliado con el Song, Goryeo se impone luego de caer Silla; es sometido por Yuan; se independiza de nuevo circa 1388 al surgir Ming y predomina en Corea, hasta fines del s. XIV, ca.1392 cuando, por el desprestigio de la Casa Real, surgen múltiples manifestaciones de descontento y caos. Bajo el General Seong-gye, una facción persigue al leal erudito Jeong Mon-yu (quien condenaba toda corrupción) con falsas acusaciones y lo ejecuta. De la confusa rebelión subsecuente surge la dinastía Joseon, que procuró eliminar las influencias místicas del budismo y el taoísmo, y duró 6 siglos, doble del usual, Corea.

Joseon fue la dinastía más perdurable y la que, por tanto, más marcó su historia; y se caracterizó sin embargo por la apertura al exterior y sus consecuencias. Importó del confucionismo el modelo de gobierno meritocratico centralizado y eficiente; y del Japón, calcó una estética de refinamiento y perfección en las artes sibaritas. Como se manifiesta en la caligrafía que, a la vez, es pintura paisajista de An Gyeon en la que, a veces, un mozo con capote de fibra conduce un buey cargado por una estrecha senda, entre abismales desfiladeros.  Desarrolló en cambio Corea en el s. XV bajo el gran Saejon, un sistema de escritura propio, el Hangul con caracteres fonéticos, que facilitaron y amplificaron el alcance de la educación. En Hangul se propagan: los poemas de Shin Sukju (Myeonghyeon) que escucha atentamente los sentimientos y los anhelos en la canción armónica de la naturaleza, la reflexión profunda de Kim Siseup, (el Jangheon), en que se fusionan la belleza natural, la conciencia de la fugacidad de la existencia, con el anhelo de virtud y trascendencia. Así como, al final del siglo, las ardientes expresiones de deseo y amor de la bella kisaeng  Hwang Jini. Desde un pabellón elevado, un general, enseñoreado, contempla su danza y escucha el shijo o canción enamorada, compuesta para seducir a un sabio:

La luna se refleja en las aguas tranquilas del estanque

Dejando una estela dorada en mi mente, cortesana soy

Bailo con mangas amplias, y cintura estrecha

Mientras el viento susurra secretos a las estrellas

Mis pasos cuentan historias de amor y de dolor…

Mis versos son gemas finamente tejidas, del deseo

Los suspiros de los hombres, los anhelos del corazón… encuentran eco en mi danza y mi belleza

En la bruma de la noche, ¡mi alma baila con gracia y con pasión!

Así, más que nadie antes ni después, la Dinastía Joseon influyó en la formación de la nación, forja de su temple y carácter, del alma de Corea.

Dos siglos más tarde, se produjo una primera invasión japonesa (1592 1598), pero con la alianza de la China Ming, Joseon expulsó al invasor. Y se establece ahí otro patrón: desde entonces, Corea tiene que balancear el peso de estos vecinos y vivir entre tres, pero en Joseon (1392 à 1897), es ya resiliente y coreana.

Todas las identidades son cambiantes y complejas, pero la coreana es un poco diferente. A saber: el cruzado se orientaliza; el mogol se mimetiza de indio, el mongol se viste de chino; el cacique amerindio viste de español, días después de su conquista; y el bárbaro finge ser cristiano. ¡El coreano admira y emula a sus vecinos, pero no quiere ser otra cosa, más que sí mismo!

El Carmen, San Pedro Sula, 12, 08, 2023

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