Por: redacción CRITERIO
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Tegucigalpa.- Mientras el presidente Juan Hernández y las autoridades de la Secretaría de seguridad y el observatorio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) tratan de convencer al pueblo que las muertes van en descenso, los sacerdotes del departamento de El Paraíso, se pronuncian ante la creciente ola de violencia.
Señalan estar conscientes que este es el momento propicio para reflexionar sobre la paz que queremos para el Departamento de El Paraíso y sus poblaciones, ya que la dura realidad que nos ha tocado contemplar en otras ciudades del país que han llegado a estadísticas graves de violencia y muerte, radica en la no oportuna intervención de las autoridades y la ciudadanía cuando aparecieron los primeros signos de irrespeto por la vida humana.
Creen que la violencia es producto de factores familiares y porque no ha habido presencia de Dios, pero también en la pobreza, la falta de oportunidades, el narcotráfico, la corrupción en todos los niveles de la vida nacional y en este caso específicamente la histórica corrupción de los en los órganos de seguridad del Estado y la indiferencia social en general.
PRONUNCIAMIENTO DEL PRESBITERIO DE LA DIÓCESIS DE DANLÍ SOBRE LA CRECIENTE OLEADA DE VIOLENCIA EN EL DEPARTAMENTO DE EL PARAÍSO.
Nosotros, el presbiterio (sacerdotes) de la Diócesis de Danlí, reunidos en asamblea ordinaria, hondamente preocupados por los frecuentes hechos de violencia suscitados desde el comienzo de este año en diferentes lugares del departamento de El Paraíso y muy especialmente en la ciudad de Danlí, ante los fieles de la Iglesia y ante la ciudadanía en general, manifestamos por este medio nuestro sentir y pensar sobre dichos acontecimientos en los que han perdido la vida muchas personas de diferentes edades y condición social, cultural, política y religiosa.
PRIMERO
El departamento de El Paraíso se ha caracterizado por ser uno de los lugares más pacíficos, en medio de un país que ha tenido uno de los índices más altos del mundo en violencia, la sociedad paraiseña a través de la historia ha sido amante de la paz, la concordia y armonía entre sus habitantes.
SEGUNDO
Todavía las autoridades respectivas no han informado a la ciudadanía el origen de los hechos de violencia que este año han afligido a la población en general, esperamos que todos esos hechos lamentables de pérdidas de vidas humanas estén en proceso de investigación, a fin de que los responsables sean llevados a los órganos de justicia competentes y sea aleccionador para ellos, púes el peor mensaje a los autores de los mismos sería la impunidad.
TERCERO
Somos consientes de que este es el momento propicio para reflexionar sobre la paz que queremos para el Departamento de El Paraíso y sus poblaciones, ya que la dura realidad que nos ha tocado contemplar en otras ciudades del país que han llegado a estadísticas graves de violencia y muerte, radica en la no oportuna intervención de las autoridades y la ciudadanía cuando aparecieron los primeros signos de irrespeto por la vida humana. No queremos ser parte de la lista de lugares del país que hoy lamentan no haber actuado oportunamente.
CUARTO
Entendemos que las raíces de la violencia está en las familias cuando no ha habido presencia de Dios y los valores del reino, entre ellos el respeto por la vida, el más importante, pero también en la pobreza, la falta de oportunidades, el narcotráfico, la corrupción en todos los niveles de la vida nacional y en este caso específicamente la histórica corrupción de los en los órganos de seguridad del Estado y la indiferencia social en general.
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QUINTO
Como Iglesia queremos dar una palabra de esperanza, pero también de responsabilidad individual y comunitaria: No podremos salir adelante en la construcción de una sociedad pacifica sino vemos cara a cara y no solucionamos desde la raíz, los males mencionados en el número anterior, para que la transformación que anhelamos sea verdadera y auténtica.
SEXTO
Desde la fe en Jesucristo que profesamos, nos alientan sus palabras de acompañarnos en todos los esfuerzos buenos, justos y nobles como hombres y mujeres de buena voluntad, que nos lleven a la meta de una sociedad de verdadera justicia y de paz: “Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20)
SEPTIMO
También encontramos aliento en el magisterio de la Iglesia que en estas duras realidades nos asegura que “la violencia es un mal, que la violencia es inaceptable como solución de los problemas, que la violencia es indigna del hombre. La violencia es una mentira porque va contra la verdad de nuestra fe, la verdad de nuestra humanidad. La violencia destruye lo que pretende defender: la dignidad, la vida, la libertad del ser humano. (CDSI 496)
Con la seguridad entonces de la presencia de nuestro Señor Jesucristo a quien tanto amamos en este bello departamento y de la protección maternal de María en su Inmaculada Concepción, para finalmente construir la sociedad en paz que anhelamos, invitamos a todos a ser parte de esta hermosa misión.
San Lucas, El Paraíso 18 de julio 2017
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
Todo se lo achacan a la violencia heredada, pero no dicen que esta violencia es producto de la desigualdad aberrante de los capitales monopolicos versus hambre y miseria que le dejan al pueblo trabajador. La pobrez y la violencia son hijas de la Dictadura impuesta por EEUU y la Iglesia acomada todo para no herir los sentimientos de los verdaderos delincuentes. No dicen con claridad que la Dictadura Impuesta por EEUU el militarismo y paramilitarismo y los escuadrones de la muerte son los que estan reprimiendo al pueblo por su justa protesta al no aceptar resultados fraudulentos y manipulados a favor de JOH.