Por: Carlos Zelaya Herrera
Me he tomado la molestia de verificar cinco medios digitales de Nicaragua y algo huele mal, no solo la represión, porque si la ha habido, sino que la magnificación mediática de las secuelas de la misma en cuanto al número de víctimas lo que demuestra que no llega a tales dimensiones.
Verifique el contenido de La Prensa, Metro, Bolsa de Noticias, Periódico Hoy y Trinchera de Noticias, y a esta hora tres de ellos son consistentes y ubican en tres las víctimas a causa de represión.
En cambio, La Prensa y Metro atribuyen a la Vicepresidenta, Rosario Murillo, haber dicho en rueda de prensa que «van cerca de 10 muertos», sin embargo, la nota de cada uno de esos medios carece de respaldo de audio, red social o vídeo en el que la Señora efectivamente se haya expresado así.
Esa misma expresión, atribuida arbitrariamente a la Vicepresidenta nicaragüense por la prensa de su país, la han reproducido de la misma manera temeraria varios influyentes medios de Honduras, sin haberse molestado en expresar dudas de la autenticidad de los datos aportados y mucho menos los respaldos o soportes que certifiquen su veracidad y autenticidad.
No defiendo al gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que tampoco han sido buenos en la lucha contra el golpe, el fraude y la reelección ilegítima y se regodean con JOH, tampoco pretendo ocultar lo que sucede, pero sí detesto la manipulación del cerco mediático-corporativo porque embrutece y nos distrae del objetivo de refundar Honduras.
Episodios como estos traen a la memoria el amarillismo y el sensacionalismo periodístico en la época del «Big Stik», el Gran Garrote de la política exterior yanqui para expandir y consolidar su dominio mundial a finales del siglo 18.
En ese entonces William Randolph Earths, político demócrata y magnate de las comunicaciones ordenó en 1898 como director del periódico New York World, después del estallido del acorazado Maine, en la bahía de la Habana y que justificó la guerra hispano-estadounidense, en despojo de sus colonias en el mundo, que, si no había guerra en Cuba, entonces que la inventara; y algo así parece que pasa hoy con Nicaragua.
Un comentario
Pues lamento decirle al Sr. Zelaya Herrera que ya hay 23 muertos con NOMBRE y APELLIDO; un periodista, un soldado y la mayoria jovenes, muchachos, chavalos, pibes (como diría un argentino) UNIVERSITARIOS o de Barrios Populares que salieron a manifestarse y para quedar bien con usted, digamos que «manipulados por la derecha» pero eso no significa que venga la Policia y los Antimotines con balas de verdad a matarlos. Porque el que dió la orden de llevar un arma a reprimir una manifestación está consciente que es para que la use, o no Sr. Zelaya?