Pese a la dualidad de funciones en el gobierno de Xiomara Castro, Rixi Moncada ha dedicado tiempo a su campaña política como precandidata presidencial del Partido Libre, no obstante, ha sido objeto de críticas, debido a que se le acusa de utilizar el aparato estatal a su favor gracias a ser la ungida del oficialismo para llegar a la presidencia.
Además, su gestión ha sido señalada por fomentar prácticas éticamente cuestionables, como el nepotismo, al mantener al menos seis familiares en cargos de la administración pública.
Tegucigalpa, Honduras. – Rixi Ramona Moncada, abogada con más de una década de experiencia en la administración pública, ha ocupado diversos cargos a lo largo de su trayectoria. Ahora, después de años en las esferas del poder, aspira a dar un paso más y convertirse en la ungida del Partido Libertad y Refundación (Libre) que lleve a este instituto político a una segunda victoria consecutiva.
La expresión, «la sombra del poder» describe bien a Rixi Moncada, quien, sin ocupar la presidencia de Honduras, ha ejercido una influencia determinante en el gobierno de Xiomara Castro, con la capacidad de designar funcionarios y participar en importantes decisiones de Estado.
Esa cuota de poder no es casualidad, sino el resultado de un rol que Moncada ha desempeñado desde el mandato del expresidente Manuel Zelaya Rosales (2006-2009), hasta el golpe de Estado del 28 de junio de 2009.
Antes de ese acontecimiento, ya ocupaba un cargo importante en la administración pública como secretaria de Trabajo y Seguridad Social (2006-2008) y como gerente general de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) de (2008-2009).
Su cercanía con la familia Zelaya a lo largo de los años y su amplia experiencia en administración pública, la ha convertido en la figura ungida por el Partido Libertad y Refundación (Libre) para suceder a Xiomara Castro.
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Favoritismos políticos
La figura de Rixi Moncada ha cobrado mayor relevancia entre los hondureños, impulsada por la constante presencia de su imagen en la propaganda política e incluso medios de comunicación estatales. Esta visibilidad ha generado críticas porque se le señala de utilizar el aparato estatal para fortalecer su campaña y ganar simpatizantes.
Para el caso, su único adversario en la contienda interna de Libre, Rassel Tomé, denunció públicamente el uso de recursos del Estado en su favor a través de una carta dirigida a la presidenta Xiomara Castro, en la que Tomé calificó esta situación como un acto de favoritismo del oficialismo y un manejo indebido de bienes públicos.
Pero el apoyo a Moncada no se ha limitado a la promoción de su imagen. En el actual gobierno, ha sido beneficiada con múltiples cargos, consolidando así su influencia. Una muestra de ello, fue la excepción hecha a la decisión establecida por la propia Xiomara Castro, que obligaba a los funcionarios a renunciar si deseaban aspirar a un cargo de elección popular.
Moncada acató inicialmente esta disposición, dejando su cargo como secretaria de Finanzas en enero de 2024 para anunciar su candidatura presidencial, no obstante, el 1 de septiembre del mismo año, la mandataria la designó secretaria de Defensa Nacional, lo que evidenció un trato privilegiado hacia su figura.
Este giro dejó en entredicho las órdenes de Castro, quien meses atrás había exigido a los funcionarios presentar una carta en la que se comprometían a no mezclar sus funciones con actividades proselitistas.
Sin embargo, tras la excepción otorgada a Moncada, otros funcionarios siguieron su ejemplo. La secretaria de Derechos Humanos, Angélica Álvarez, y el canciller de la República, Eduardo Enrique Reina, también oficializaron su participación en la contienda, postulándose como designados presidenciales bajo la fórmula de Moncada.
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Tomar ventaja
La abogada Rixi Moncada, de 60 años y oriunda de Talanga, Francisco Morazán, se ha caracterizado por su semblante serio y su manera de hablar, proyectando una personalidad que, para muchos, impone respeto. Con ese carácter fuerte, actualmente ejerce funciones clave en el gobierno, entre ellas, el control sobre las Fuerzas Armadas de Honduras (FF. AA.).
Sin embargo, esta dualidad de roles entre su actividad política y su responsabilidad como funcionaria ha despertado fuertes cuestionamientos.
Organizaciones de la sociedad civil, se pronunciaron, pocos días después de su nombramiento, exigiendo que renunciara al cargo de secretaria de Estado, advirtiendo un posible conflicto de intereses.
Según la Constitución de la República, las Fuerzas Armadas deben estar al servicio del Consejo Nacional Electoral (CNE) un mes antes del desarrollo de las elecciones, para custodiar y trasladar papeletas, garantizando así el desarrollo del proceso electoral. Razón por la que aseguran su cargo y su postulación chocan intereses.
Sin embargo, en su primera entrevista como secretaria de Defensa, Moncada afirmó que no busca politizar la institución, ya que reconoce su carácter apolítico, su deber de obediencia y su papel no beligerante.
Otro argumento de la cúpula del partido Libre, para que Moncada siguiera en el cargo, es que en la actualidad no existe ninguna restricción legal porque lo que la ley prohíbe es que un secretario de Estado aspire a un cargo de elección popular en las elecciones generales, pero si puede postular una precandidatura en las elecciones primarias.
Adelantado su triunfo en las elecciones primarias del domingo 9 de marzo, la cúpula de Libre sostiene que Moncada dará cumpliendo a la ley y renunciará por lo menos seis meses antes de los comicios generales previstos para el 30 de noviembre.
El nombramiento de Rixi Moncada como secretaria de Defensa se dio luego de la renuncia de su antecesor, José Manuel Zelaya, tras la difusión de un narcovideo (2013), el 03 de agosto de 2024, en la que aparece, su padre, Carlos Zelaya, negociando sobornos con narcotraficantes.
Otro de los cargos de Moncada que ha generado inquietud es su papel en la Comisión Negociadora para la instalación de la Comisión Internacional Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH), cargo a la que fue integrada el 18 de enero de 2024.
Diversos sectores han señalado que su inclusión en este equipo, junto con el canciller de la República, Enrique Reina, quien además la acompaña en su fórmula política, responde a una estrategia para atribuirse el éxito de la CICIH en caso de concretarse, y de esta forma reforzar su imagen en las elecciones generales del 30 de noviembre de 2025. -Tomando en cuenta que derrote a su único competidor a lo interno de Libre, Rassel Tomé.
Ante estas acusaciones, Moncada se defendió asegurando que su papel en la comisión responde a la misión encomendada por la presidenta Castro: “estoy aquí por la confianza de la presidenta. Si esto se considera una politización o no, será el pueblo hondureño quien lo determine. Nuestro deber es actuar con la determinación que Honduras exige”, aseveró Moncada en una entrevista brindada a los medios de comunicación días después de su nombramiento.
Otro acto que se le ha querido adjudicar como medida de politización es la continuidad del Tratado de Extradición entre Honduras y Estados Unidos.
La controversia surgió después de que la presidenta Xiomara Castro fuera duramente cuestionada por su decisión el 28 de agosto de 2024 de cancelar dicho tratado. Sin embargo, el 18 de febrero, apenas diez días antes de que la medida entrara en vigor, la mandataria anunció que el acuerdo seguiría vigente. Poco después, el canciller Eduardo Reina declaró que este resultado se debió a un acuerdo entre Estados Unidos y Honduras, en el cual tuvo participación Rixi Moncada.
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La sombre del nepotismo
Además de la dualidad de funciones y los señalamientos de politización en aspectos clave para Honduras, Rixi Moncada también ha sido cuestionada por actos de nepotismo, al contar con varios familiares en cargos en la administración pública.
Un informe del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), publicado en mayo de 2023, expuso cómo varios funcionarios han tejido redes de familiares contratados dentro del gobierno. En el caso de Moncada, datos extraídos de la Dirección General de Servicio Civil (Diger) revelan que al menos seis de sus parientes han sido nombrados en instituciones estatales.
Ante los señalamientos de la población sobre la denuncia realizada por el CNA, Moncada respondió con un cuestionamiento: «¿El familión empresarial que ha evadido impuestos?».
Y agregó: «Que paguen impuestos las 10 empresas con mayores ingresos, que pague impuestos el familión de esas 10 empresas, porque son ellas las que han mantenido de rodillas a este país».
Asimismo, su hija Marcela Arias Moncada fue nombrada en enero de 2024 como representante de la Misión Permanente de Honduras en la oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Ginebra, donde fue electa, posteriormente en junio de ese mismo año, vicepresidenta del Consejo de Derechos Humanos.
A esto se suma la incursión política de su esposo, Enrique Arias, quien aspira a una diputación por el Partido Libre en Choluteca y ha sido señalado por el diputado de Libre, Mauricio Rivera, de inaugurar obras en el departamento sureño, financiadas con fondos estatales.
Señalamientos negativos
Además de los cuestionamientos éticos, la trayectoria de Rixi Moncada también ha estado salpicada por señalamientos de corrupción en administraciones pasadas, pero de todas ha salido librada.
Tras su gestión como gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), durante el gobierno de facto, Rixi Moncada fue acusada por los supuestos delitos de abuso de autoridad y fraude por un supuesto sobreprecio en el alquiler de un edificio.
No obstante, en abril de 2010, la Corte Suprema de Justicia dictó un sobreseimiento definitivo a su favor, ratificado en diciembre de 2013 tras desestimar un recurso de apelación de la Fiscalía.
Igualmente, Moncada también estuvo involucrada en el caso denominado “carretillazo”, relacionado con el desvío de 50 millones de lempiras del Banco Central de Honduras (BCH) en 2009. Los fondos fueron retirados para financiar el proyecto de la Cuarta Urna, pero este fue truncado por el golpe de Estado. Hoy día, los involucrados defienden que utilizaron el dinero para gastos logísticos relacionados con el fallido proyecto y que se concretaría el 28 de junio de 2009, fecha en que se registró la ruptura del orden constitucional.
En un panorama donde convergen cuestionamientos y elogios por su amplia trayectoria en la administración pública, Rixi Moncada ha recorrido cada fin de semana los rincones de Honduras, buscando acercarse a la población, sin embargo, muchos consideran que aún debe fortalecer su vínculo con las bases de su partido, para ganar la simpatía de estos.
Durante su campaña, Moncada ha priorizado las giras políticas y ha limitado su interacción con los medios de comunicación, para el caso, Criterio.hn intentó contactarla para conocer su postura sobre los señalamientos en su contra; sin embargo, hasta el cierre de esta publicación, no hubo respuesta.
Bajo el lema “Rixi sí, otro no”, Moncada muestra un discurso en el que defiende lo público y las libertades fundamentales, rechazando la privatización. También, apuesta por ejercer la soberanía del país, escuchar a quienes emergen desde abajo y reconocer a las mujeres como pilares esenciales de la sociedad.
A pocas horas de las elecciones primarias del domingo, Rixi Moncada ya se perfila como la candidata del oficialismo y heredar el trono de Xiomara Castro y convertirse en la segunda mujer presidenta de Honduras.
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Periodista comprometida con Honduras, amante de los animales, las letras y la justicia. He escrito para medios nacionales e internacionales, creo fielmente que desde esta trinchera se puede incidir para lograr verdaderos cambios en favor de los sectores más vulnerables. Ver todas las entradas