Por: Redacción CRITERIO
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Ayer dijo El presidente de los Estados Unidos Donald Trump, que Honduras no se está comportando como un buen amigo, pues no está haciendo mucho por capturar a los narcotraficantes que envían droga a su país, vistas, así las cosas, hemos de suponer que a esta hora el Partido Nacional ya estará preparando una moción de ley para censurar a Trump por estar haciendo apología del odio en contra de Honduras.
Suponemos también, que el dictador de Honduras Juan Hernández, ya estará trabajando tesoneramente junto a la canciller María Dolores Agüero Lara, en la redacción de una carta dirigida al jefe del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson a fin de exigirle que prepare las condiciones para que Donal Trump pueda ser extraditado hacia Honduras por estar incitando al odio o la difamación.
La verdad no peca, pero incomoda, y justamente porque les incomoda la verdad es que hacen cualquier ridiculez desde el Congreso Nacional por callar a quienes disienten con la dictadura; nos preguntamos:
¿Desde cuándo ha sido un delito denunciar un FRAUDE ELECTORAL?
¿Desde cuándo ha sido delito alguno denunciar la corrupción?
¿Es acaso delito exigir el cese a la represión?
¿Es delito esclarecer el asesinato de hombres y mujeres a manos del ejército y de la Policía Militar?
¿Es delito cuando dice la MACCIH que Mauricio Oliva podría ser investigado por actos de corrupción?
¿Dónde está la difamación, cuando el pueblo pide se esclarezca el caso del seguro social?
¿Dónde está la difamación, si desde EE. UU. ha dicho el New York Time que Porfirio Lobo podría haber estado involucrado con los Cachiros?
¿Existe delito acaso cuando Marco Ramiro Lobo dijo que el TSE trastoco los datos de las pasadas elecciones para favorecer a Juan Orlando Hernández?
En ninguna de estas preguntas aparece por ningún lado la existencia de delito ninguno, lo que si presentan cada una de estas interrogantes es incomodidad total para quienes desde una posición de poder han quebrantado la institucionalidad con una sola intención, hacer que desaparezca todo tipo de ley que pueda alcanzarlos por los abusos cometidos.
Acaso es el pueblo quien dijo por vez primera que la mujer del ex presidente Porfirio Lobo podría estar involucrada en el robo de al menos 12 millones de lempiras propiedad del estado hondureño, fue La Prensa, El Heraldo y La Tribuna quienes sacaron esto a luz pública, entonces ¿dónde está el delito de difamación?
Señores del Partido Nacional su problema es que la gente conozca la verdad, su problema es que la gente exija justicia ante tanto atropello contra la ciudadanía, su problema es que no quieren hacer cumplir las leyes porque entonces ustedes mismos podrían salir afectados directa o indirectamente.
El intento por regular las redes sociales, no es más que el ridículo intento por callar al pueblo, que finalmente se hartó de tantos crímenes cometidos desde dentro del Estado.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
5 respuestas
Excelente. Espero que todo lo que sale de «Criterio» es viral en Twitter y otros medios sociales.
A y le agradesemos a las redes sociales q x medio de ellos nosotros el pueblo podemos exprezar lo q sentimos lo q bemos y lo q sabemos ya no estamos a sieguas con los medios tarifados q asen y disen lo q a los sinmberguensaspoliticoa cachurecos les comviene y lo q no pues no lo disen para eso les pagan para q agan lo q a ellos les comviene
Cuidado te imponen multas por la mala ortografía
A nadie le pueden callar sus ideas, corruptos que creen que nunca se les hará un juicio por tanto delito, no les va a ajustar la vida para pagarlos!
Autor?