Irene Khan, relatora especial de Naciones Unidas, anunció que el informe completo será presentado en junio de 2024 ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU
Tegucigalpa, Honduras. -Revisar y reformar el Mecanismo de Protección, promover la libertad de expresión como elemento facilitador del desarrollo, despenalizar los delitos contra el honor y tomar medidas para que las radios comunitarias tengan un espacio en el espectro radiofónico, son parte de las recomendaciones de la relatora especial de Naciones Unidas sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, Irene Khan.
Tras dos semanas en Honduras, la relatora de Naciones Unidas sostuvo reuniones con defensores de derechos humanos, periodistas, operadores de justicia, con secretarios de Estado; Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh); representantes del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), y los presidentes de los tres poderes del Estado.
“Honduras se enfrenta a problemas de derechos humanos complejos y profundamente arraigados, que se remontan a muchos años atrás, y marcados por los altos niveles de pobreza, corrupción y el crimen organizado”, dijo la relatora en conferencia de prensa.
Asimismo, se refirió a la marginación de las comunidades campesinas e indígenas, valores patriarcales que impiden la igualdad de genero y el respeto a los derechos de las personas LGTBIQ+, y los altos niveles de violencia e impunidad en los crímenes contra defensores de derechos humanos.
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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES DE LA RELATORÍA
Ante estos escenarios y hechos ocurridos en Honduras que conllevan a un ambiente de criminalización y amenaza a los defensores de derechos humanos, periodistas y comunicadores, la relatora dio a conocer las conclusiones y recomendaciones.
Khan señaló que la violencia, las amenazas, los ataques en línea, la intimidación, la criminalización y el acoso judicial a personas defensoras de derechos humanos, periodistas y comunicadores, “siguen siendo alarmantemente altos” y “están siendo atacados por su trabajo”.
En sus conclusiones la relatora citó las cifras de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACNUDH), que registró que 944 periodistas y defensores de DDHH han sido víctimas de ataques entre enero de 2021 a septiembre de 2023. Además, se incluyó el asesinato de 36 defensores y cuatro periodistas.
“Honduras es conocido, desde hace tiempo por ser uno de los países más peligrosos del mundo para las personas defensoras de derechos humanos, periodistas y comunicadores sociales”, precisó.
La relatora señaló que existe una nueva dimensión a las amenazas existentes, la cual consiste en el uso de la tecnología digital, incluidos los ataques en línea, la vigilancia de las comunicaciones y el hackeo de los dispositivos de las y los periodistas.
Es importante recordar que en abril de 2023 Criterio.hn -un diario digital que se caracteriza por sus investigaciones y constante papel de informar- fue víctima del hackeo de su cuenta de Twitter, situación que se mantuvo durante 10 días, y luego de recibir el apoyo de organizaciones que protegen periodistas y medios independientes fue restablecida su cuenta.
Pero no ha sido la única vez que este medio digital sufre de ataques cibernéticos, en diciembre de 2016, el sitio web fue objeto de un ataque de fuerza bruta que mantuvo fuera de línea por casi un mes y, a más de siete años, el Ministerio Público no ha resuelto el caso que está consignado en una denuncia interpuesta en enero de 2017.
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Otra de las conclusiones son las medidas de persecución y protección. En las que señala que, aunque Honduras cuenta con un elaborado sistema de fiscalías especiales, el Conadeh registró 96 asesinatos de periodistas, de los que únicamente han sido investigados y procesados ocho casos, lo que implica la impunidad del 80% de los casos.
“Creo que estas estadísticas reflejan una colosal falta de voluntad política y un desastroso fracaso del sistema legal y judicial”, lamentó.
Con relación a lo anterior Khan es del criterio que se debe fortalecer el Mecanismo de Protección a defensores de derechos humanos, periodistas y comunicadores sociales, ya que este parece estar insuficientemente financiado y carece de personal.
Otras conclusiones, es que se debe avanzar en la ampliación del acceso a la información, porque aun queda mucho por hacer para que el acceso a la información sea significativo.
Khan habló sobre su reunión con representantes del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), quienes admitieron que, pese a los avances, persisten retos importantes en la promoción del derecho a la información.
Para empezar, señalaron que la nula presencia del IAIP en otros departamentos del país, lo que supone un obstáculo importante para el acceso a la información de las poblaciones que viven fuera de Tegucigalpa. Además, el bajo cumplimiento de las solicitudes de información que de 12,450 -que se solicitaron en 2022- solo el 69% fue cumplido.
CAMPAÑAS DE DESPRESTIGIO Y FAKE NEWS
Otra tendencia que resulta preocupante para la relatora de Naciones Unidas, Irene Khan, es el uso de campañas de desprestigio, ataques verbales tendenciosos y acusaciones de noticias falsas (fake news), como forma de desacreditar y deslegitimizar a las y los periodistas para hacerlos más vulnerables a amenazas y ataques.
Khan expresó que existe una creciente preocupación por los mensajes contradictorios sobre derechos humanos procedente de algunos funcionarios y una peligrosa tendencia de atacar a los periodistas y catalogar de “fake news” las coberturas críticas.
“Algunas personas funcionarias del gobierno han reconocido con franqueza que el entorno político esta muy polarizado, lo que erosiona la confianza en la veracidad de la información y deja poco espacio para la tolerancia a la disidencia y la pluralidad de opiniones”, comentó.
Es por ello que se debe abordar el fenómeno de la desinformación y la manipulación de la información falsa para causar daño. La relatora enfatizó que tanto las y los funcionarios gubernamentales como de las y los periodistas, manifestaron su preocupación por esta situación que va en aumento.
“Ambas partes se consideran objeto de campañas de desinformación por parte de la otra, lo que indica una falta de confianza en el marco de un entorno político polarizado”, externo.
