Aunque las remesas reportaron un incremento interanual del 25.3% en el primer semestre de 2025, advierten que su repunte es temporal y que podrían disminuir a partir de 2026 como consecuencia del endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos
Ilustración de portada: Guillermo Burgos/Criterio.hn
Tegucigalpa. – Mientras se reporta el incremento interanual del 25.3% en la recepción de remesas en Honduras durante el primer semestre de 2025, poco se dice que este crecimiento no es sostenible. En redes sociales, hondureños relatan sus vivencias que, ante el temor de ser deportados, están vendiendo sus cosas y enviando el dinero a sus familiares.
El informe regional “América Latina: resiliencia y vulnerabilidades en un entorno incierto” calculó que en Centroamérica y República Dominicana, las remesas crecieron un 18.5% interanual hasta agosto de 2025, señalando que el aumento fue impulsado “por el adelanto de envíos ante el riesgo de deportación”.
Detrás de las cifras, economistas y organismos internacionales advierten que el aumento en los envíos de dinero desde el extranjero, principalmente desde Estados Unidos, no será permanente y que su desaceleración podría golpear una de las principales fuentes de ingreso de la región –que representa entre el 20 y el 28% del Producto Interno Bruto en Centroamérica.

REPUNTE DE REMESAS OCULTA SEÑALES DE RIESGO
En el informe sobre las perspectivas económicas del hemisferio occidental, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que el repunte de las remesas en Centroamérica, Panamá y República Dominicana es temporal y que estas comenzarán a disminuir a partir de 2026, afectadas por el endurecimiento de las políticas migratorias estadounidenses.
Consultado por Criterio.hn durante la conferencia de prensa realizada en el marco de las reuniones anuales del FMI, Rodrigo Valdés, director del departamento del hemisferio occidental, declaró que, si bien las remesas “se han comportado muy bien” en Centroamérica, no es motivo para confiarse debido a que estos envíos son “puntuales, o al menos no de manera constante en el tiempo”.
Valdés llamó a los países de la región a mantenerse vigilantes, dado que, aunque el envío de remesas aún no ha disminuido, “el mercado laboral en Estados Unidos no es propicio en este momento para la contratación de mucha gente nueva, especialmente inmigrantes, y por ello existe otra razón para esperar una posible reducción en las remesas”.

El Banco Central de Honduras (BCH) en su informe Resultados Encuesta Semestral de Remesas Familiares (agosto 2025), calculó que el 98.6% de las remesas provienen de los Estados Unidos. Además, destacó que estas divisas representaron el 25.6% del Producto Interno Bruto (PIB), una cifra superior al 14.6% correspondiente a las exportaciones de mercancías generales.
A partir de los datos proporcionados por los encuestados, el BCH señaló que el 63.8% de los migrantes entrevistados espera mantener el mismo envío de remesas para 2026, mientras que el 14.8% opinó que aumentará, el 18.4% no sabe o no respondió y el 3.0% admitió que disminuirá.
La autoridad monetaria de Honduras advierte que, si bien las remesas cumplen una función estabilizadora, estudios de organismos internacionales señalan que una alta dependencia de ellas en economías pequeñas puede generar efectos adversos, especialmente cuando la mayor de los fondos se destina al consumo, mientras menos del 1% se invierte en nuevos emprendimientos. Además, su sostenibilidad depende de la migración de personas en edad productiva (entre 32 y 54 años).
¿CUÁL SERÁ EL IMPACTO DEL IMPUESTO DEL 1% A LAS REMESAS?
A partir del 1 de enero de 2026, entrará en vigor el impuesto del 1% a las remesas enviadas en efectivo, mediante giros postales o cheques de caja, desde Estados Unidos hacia Centroamérica y República Dominicana.
El informe regional “América Latina: resiliencia y vulnerabilidades en un entorno incierto”, estima que la aplicación de este impuesto reducirá el volumen de remesas en un 0.37% en el corto plazo. En caso de mantenerse la medida, la reducción acumulada podría alcanzar el 1.21%.
“Teniendo en cuenta estos resultados, cabe esperar que las remesas enviadas en efectivo desde Estados Unidos hacia la región CARD [Centroamérica y República Dominicana] no se vean afectadas de manera significativa por el nuevo impuesto que entrará en vigor el próximo 1 de enero”, concluye al respecto el informe.





