Religiosos instan a respetar resultados electorales pese a denuncias de inconsistencias

Tegucigalpa, Honduras.  La influencia de los líderes religiosos en la política hondureña vuelve a hacer incidencia en medio del panorama enmarcado por acusaciones y cuestionamientos sobre los resultados electorales, generando inquietud sobre el impacto que estos pueden tener en un proceso que continúa en disputa.

Esta situación se generó el pasado lunes 8 de diciembre, cuando dos reconocidas figuras religiosas participaron en un foro televisivo emitiendo discursos sobre el respeto a los resultados, validando la legitimidad del proceso, pese a los apagones en el sistema de divulgación y las denuncias de inconsistencias que a la fecha han sido externadas por tres de los cuatro candidatos presidenciales en contienda. 

Cabe recalcar que este no es el primer episodio de injerencia de los grupos religiosos en este año electoral, pues meses atrás, durante la crisis provocada por los desacuerdos entre los consejeros del CNE, varias de estas figuras tomaron partido en el conflicto, dejando en evidencia sus inclinaciones políticas y religiosas, y contribuyendo a profundizar la división en la ciudadanía.

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VALIDACIÓN DE UN PROCESO CUESTIONADO 

La mañana del pasado lunes 8 de diciembre, durante la emisión de un conocido foro televisivo, el Presidente de la Asociación de Pastores de Tegucigalpa, Mario Banegas, y el presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras, Gerardo Irías, emitieron una serie de declaraciones con relación al  proceso electoral. 

Ambos religiosos admitieron que dentro de los mensajes enviados a los integrantes de sus congregaciones destacó el reconocimiento de la votación masiva, pese a que diversos analistas políticos y observadores han dado a conocer cifras que desmienten dicha aseveración y los mensajes de paz sobre esperar y mantener confianza en las autoridades electorales, aun con las denuncias emitidas por los representantes de tres partidos políticos.

El presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras, Gerardo Irías, manifestó que los candidatos de los dos partidos centenarios se están jugando la paz del país y que cada uno de ellos debe ser sabio y respetar los resultados. 

Irías relaciona la situación con el pasaje bíblico de 1 Reyes 3, donde dos mujeres disputaban la maternidad de un recién nacido y, ante la propuesta del rey de partir al bebé en dos, la verdadera madre renunció a su derecho con tal de preservar la vida del niño.

Sobre las alertas de Rixi Moncada, Salvador Nasralla y Nelson Ávila, el pastor en clara defensa del candidato nacionalista, que supuestamente està ganando los comicios, afirmó que deberían estar tranquilos e hizo hincapié en que es una vergüenza que alerten y motiven al pueblo a salir a las calles. 

“Eso es vergonzoso y no lo vemos a bien como iglesia; nosotros salimos masivamente a votar”, expresó Gerardo Irías

Por su parte, el pastor Mario Banegas recomendó a ambos candidatos que se debe dejar la continuidad del proceso hasta que se decida quién será el presidente de la república e hizo un llamado a los integrantes de ambos institutos a recordar los momentos en los que han compartido juntos y que han podido llegar a consensos importantes que han permitido sacar adelante a Honduras.

Banegas señaló que se está alimentando a los hondureños de especulaciones y suposiciones y que eso podría llegar a generar un caos en el país. 

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DISCURSOS DE MANIPULACIÓN

La teóloga y defensora de derechos humanos, Ana Ruth García, explicó que la religiosidad es un acto político aun cuando se involucra la fe y la espiritualidad, y que históricamente ha instrumentalizado dos elementos: la figura divina que se ha usado para manipular al pueblo y dividir creencias  y la iglesia como un instrumento político que se ha visto a lo largo de la historia. 

García hizo mención del papel de los pastores que en muchas ocasiones hacen uso de versículos de la Biblia para mantener sumisos y sometidos a los creyentes a través de sus prédicas y enseñanzas, lo que calificó como un acto que se asemeja a la esclavitud.  

“La biblia tiene pasajes hermosos, pero hay pastores que tristemente tienen intereses económicos y privados, que aprovechan la creencia para manipular a un pueblo en el nombre de Jesús, ordenando pasividad y que no reclamen sus derechos, y eso no es así”, afirmó la feminista. 

La teóloga explicó que Dios no estaría de acuerdo con que las personas sean sumisas, sometidas o esclavas, pues según las escrituras dan vida y abundancia, y que eso se enmarca cuando se habla de libertad, derechos y democracia. 

García lamentó que las personas vean a los pastores y líderes religiosos que son hombres naturales como una imagen divina, ya que la divinidad en sí es una, y que esa espiritualidad proclama justicia y no corta ni coacciona las libertades de las personas. 

“Yo le diría a la gente que tenga su fe, que viva su espiritualidad personal, en su relación personal con Dios, pero que no obedezcan lo que un hombre les está diciendo porque solo les está manipulando”, manifestó la teóloga Ana Ruth García. 

DESDE UN ANÁLISIS POLÍTICO

El analista político, Héctor Soto, explicó a Criterio.hn que es importante aceptar que las iglesias juegan un rol político mucho más amplio de lo que ellas mismas quieren que se les posicione, ya que  son un actor político que le interesa mucho participar, pero que intenta dar una sensación contraria. 

Soto señaló que hay una línea ética que los mismos líderes religiosos deben definir debido a que no están siendo sinceros con el país al disfrazar de religión sus posturas políticas.  

Expuso que  es necesario que el sistema electoral hondureño realice reformas para regular la participación de los líderes religiosos, ya que estos influyen generando sesgos debido a que se ven más beneficiados con ciertos institutos políticos. 

Otro de los elementos señalados por Soto son los medios de comunicación, ya que afirma que estos deben revisar su línea editorial y que, en un momento como este, el debate y la discusión pertenecen a los partidos políticos y al órgano electoral. Sostiene además que es responsabilidad de estos definir quiénes serán los voceros, pues al otorgar esa potestad a los líderes religiosos, el debate se amplía hacia sectores con sesgos que moldean la opinión pública.

“A fin de cuentas, el tema es más bien de regulación. Creo que en el país aún falta claridad respecto al involucramiento de las iglesias en asuntos electorales”, dijo Soto.

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