La presidenta Xiomara Castro ha despejado toda duda sobre la posible instalación de una Constituyente al manifestar esta mañana que ha sido respetuosa de la ley y de la Constitución de la república y que, “aun en estas circunstancias difíciles respetaré al ganador que proclame el CNE”.
Tegucigalpa, Honduras. En medio del caótico escenario postelectoral que envuelve a Honduras, los rumores sobre la instalación de una asamblea constituyente comienzan a reforzarse desde algunos sectores de la población.
Sin embargo, aunque su realización requiere el consenso de las tres fuerzas mayoritarias, esta figura se ha asociado principalmente al Partido Libertad y Redundancia (Libre), ya que en el pasado ha sido este el que ha presentado mociones para convocarla.

En 2018, el diputado del Partido Libre por el departamento de Valle, Fabricio Sandoval, introdujo una iniciativa para consultar al pueblo hondureño si estaría a favor o en contra de una Asamblea Constituyente para la redacción de una nueva Constitución de la República.
Sandoval señaló en ese entonces que se debía ordenar al Tribunal Supremo Electoral que se realizara una consulta popular bajo la modalidad de plebiscito a nivel nacional, el último domingo de noviembre de 2018.
Tras la presentación de la moción, esta se envió a la Comisión de Asuntos Constitucionales presidida en ese entonces por el diputado Jorge Cálix; no obstante esta no tuvo apoyo.
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SOBRE LA ÚLTIMA ASAMBLEA CONSTITUYENTE
De acuerdo al contexto nacional, la última Asamblea Constituyente en Honduras se instaló en 1980, durante el gobierno de facto del expresidente Policarpo Paz García, y tuvo como objetivo establecer un marco legal para retornar a la democracia.
La asamblea se integró por 71 diputados, en su mayoría del Partido Nacional y Liberal, que tuvieron la responsabilidad de redactar una nueva constitución y reorganizar los tres poderes del Estado.
La Constitución vigente entró en vigor el 20 de enero de 1982, dejando sin efecto la Carta Magna promulgada por la Asamblea Nacional Constituyente del 3 de junio de 1965, marcando el inicio de una nueva etapa en el ordenamiento jurídico e institucional de Honduras.
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¿EXISTEN INTENCIONES DESDE EL GOBIERNO?
Para dar respuesta a este interrogante, Criterio.hn consultó al diputado y vicepresidente del Congreso Nacional, Hugo Noé Pino, quien señaló que es un rumor difícil de ser materializado.
El congresista señaló que la figura de la constituyente ha estado presente desde que el gobierno de Libertad y Refundación asumió el poder en 2022. Indicó que esta se manifestó primero con la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, luego con la elección del fiscal general y, posteriormente, en la antesala de los procesos electorales, cuando desde algunos sectores se sostenía que las elecciones no se realizarían y que, en su lugar, se instauraría una constituyente.
Pino recalcó que ese rumor será disipado una vez que las autoridades electorales realicen el escrutinio especial correcto, pues será en ese momento cuando finalice el turno del partido y realicen la transición a la nueva administración de la República.

PRESIDENTA CASTRO ANUNCIA QUE ENTREGARÁ EL PODER EL 27 DE ENERO
La presidenta Xiomara Castro ha despejado toda duda sobre la posible instalación de una Constituyente al manifestar esta mañana que ha sido respetuosa de la ley y de la Constitución de la república y que, “aun en estas circunstancias difíciles respetaré al ganador que proclame el CNE”.
Señaló que lo hace para mantener la paz en el país y considerando que los partidos tradicionales decidieron abandonar la tesis de respetar la voluntad y soberanía del pueblo de voto por voto de las 19,167 actas presidenciales.
Más adelante manifestó que se iniciará la transición pacífica de mi gobierno al nuevo régimen y que “el 27 de enero pacíficamente terminaré mi mandato como la primera mujer presidenta de la república, cargo que he desempeñado con dignidad y respeto al pueblo hondureño”.
EXPLICACIÓN JURÍDICA
El abogado y exfiscal del Ministerio Público, Víctor Fernández, explicó a Criterio.hn que el proceso de la constituyente de 1982 se desarrolló sin la participación real y decisiva de todos los actores que componen la sociedad hondureña, pues las asambleas siempre fueron de la élite política y económica del país.
Fernández recalcó que siempre han estado vigentes las condiciones para instalar una nueva Asamblea Nacional Constituyente y afirmó que la realizada en 1982 generó condiciones económicas y humanas que no favorecen a las grandes mayorías y que, por el contrario, han profundizado la inequidad, la desigualdad, la corrupción y la violencia, provocando un desequilibrio absoluto en las condiciones de vida.
El jurista apuntó que la Asamblea Nacional Constituyente posee diversas fases en las que se llega al acuerdo de cómo será, quiénes la integrarán, cuáles serán los mandatos y cuál debe ser el procedimiento para producir el nuevo texto constitucional y validarlo con la participación popular.

El profesional del derecho advirtió que, aunque la Constituyente es necesaria, Honduras atraviesa un ambiente que no favorece la participación plural de todos los actores, es decir, que en este momento existe una realidad riesgosa para la creación de un pacto social que sea garantía de cambio, transformación y participación decisiva del pueblo.
Fernández subrayó que este sería el peor momento para instalar una asamblea, pero que es necesario que a futuro se prepare un proceso y se retome el tema, puesto que es y será siempre un hito importante a alcanzar.
“Es necesario que se rompa con todas estas condiciones de injusticia y de indignidad en las que estamos viviendo”, concluyó el jurista.





