Tomado de RT
El Departamento de Estado de EEUU advirtió nuevamente a Damasco que responderá a cualquier avance de sus fuerzas militares en la zona de distensión en el suroeste de Siria, que abarca Deraa, Al Quneitra y Suwaida, con «medidas firmes y apropiadas».
Según el teniente coronel Alexandr Zhilin, con estas declaraciones EEUU se dirigió no solo a las autoridades sirias, sino también a las rusas, lo que forma parte de la presión política que Washington realiza sobre Moscú.
«Es un intento de obligar a Rusia a influir en el Ejército de Bashar Asad para que abandone esta zona, donde EEUU planea desplegar sus fuerzas de forma permanente. Sin embargo, es una trampa para Rusia, porque si nos conformamos con eso, significará que estamos de acuerdo con la legalización de esta base de entrenamiento de los terroristas en Siria y todo Oriente Medio», señaló al respecto de las bases estadounidenses desplegadas sin la autorización de Damasco.
Zhilin recordó que es exactamente la zona de distensión en el sur de Siria donde EEUU pretende aumentar su poderío, «de facto crea allí una autonomía bajo su control y usa para eso métodos de presión militar contra Damasco».
Para conseguir esta meta, Washington se ha preparado para hacer algunas concesiones al respecto o, por lo menos, se muestra preparado para hacerlas. Así, el experto calificó la información divulgada por los medios —y no desmentida por la Casa Blanca- referente al reconocimiento que habría hecho Donald Trump de la soberanía rusa sobre Crimea.
«Eso significa que nos hacen propuestas que tienen el mismo peso que la situación en Siria; de lo que esperan de Rusia en Siria», dijo.
Según el experto, con sus últimas amenazas, el Gobierno estadounidense confirma nuevamente que no buscan un arreglo político en Siria, lo que les interesa es provocar inestabilidad en toda la región para presionar a Irán.
Hay que recordar que EEUU anunció planes de abandonar «muy pronto» este país árabe; sin embargo, se puede constatar que la presencia norteamericana en Siria solo ha aumentado. Es por eso que la posibilidad de un nuevo ataque, tal como el que sucedió en abril, es muy alta, confirma Zhilin.
«Los anglosajones siguen el principio de la conveniencia. No les importa lo que ellos mismos han dicho antes. Si Rusia dice algo significa que da algunas garantías. Para los anglosajones es una estupidez. Si es conveniente para ellos y tienen que destruir el ejército de Asad, tratarán de hacerlo y tienen el potencial para esto», concluyó el experto.
