A pesar del inicio de una nueva caravana migrante, el Vicecanciller de Asuntos Consulares y Migratorios restó importancia al fenómeno, argumentando que no se trata de una caravana en el sentido tradicional
Foto portada de archivo
Tegucigalpa, Honduras. – Pese a las amenazas de deportaciones masivas realizadas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, una caravana de personas migrantes de origen hondureño partieron la madrugada del pasado martes 07 de enero –convirtiéndose en la primera caravana de 2025— de la Gran Central Metropolitana al norte del país.
Los compatriotas aseguran que abandonan el país ante la falta de empleos y por los problemas de inseguridad que enfrentan en sus comunidades. Leticia Alvarado, originaria de Tela, Atlántida señaló a medios de comunicación que la principal razón de migrar es para obtener mejores ingresos económicos y así mejorar las condiciones de vida de ella como de su familia. “Aquí (Honduras) oportunidad de trabajo no hay, y si sale, quién vive con 100 lempiras, quién se mantiene” recriminó Alvarado.
En las imágenes que circulan en las redes sociales, se observó como decenas de personas pernoctaron, unos con abrigos y otros cubiertos con sábanas. A su paso se observan las mochilas y sus pocas pertenencias. Entre ellos, se observaban mujeres, niños y niñas
Las personas, decididas a salir del país de manera irregular, comenzaron a congregarse en la terminal durante la noche del lunes, donde se prepararon para el largo viaje. Entre las 12:00 y la 1:00 de la madrugada, el grupo emprendió su recorrido por la carretera hacia la frontera de Corinto, con el objetivo de cruzar hacia Guatemala como primer paso de su travesía.
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INSTITUCIONALIDAD MINIMIZA SALIDA DE HONDUREÑOS
El vicecanciller de Asuntos Consulares y Migratorios, Antonio García, se pronunció sobre la reciente salida de un grupo de más de cien personas migrantes hondureños, minimizando su importancia al considerar que no se trata de una «caravana» en el sentido tradicional del término.
Durante una entrevista televisiva, García argumentó que «yo no le llamaría a 80, 100, 200 personas una caravana», aludiendo a que en la terminal de buses de San Pedro Sula es común ver a pasajeros de todo el país con la intención de viajar, muchos de ellos, aseguró hacia Estados Unidos.
El Vicecanciller enfatizó que una verdadera caravana implica un número significativo de personas, como las que se han visto en el pasado, donde más de 1000 personas caminaban juntos por las carreteras. «Mientras yo no mire 1000 personas, 500 caminando, no le llamaría caravana», afirmó García. Según su perspectiva, lo ocurrido es simplemente un «flujo migratorio normal», que históricamente se incrementa a principios de año.
García destacó que la salida de aproximadamente 100 personas no representa una noticia alarmante ni un fenómeno inusual. «Es parte de un flujo normal, es un fenómeno natural de siempre», añadió. Esta declaración llega en un momento en que la migración desde Honduras ha sido un tema recurrente, especialmente en el contexto de la crisis económica y social que enfrenta el país.
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LA MIGRACIÓN DEBE SER UN DERECHO, NO UNA OBLIGACIÓN IMPUESTA POR LA POBREZA
Ante el incremento del flujo migratorio principalmente en países de América Latina, el Consejo de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos de Centroamérica y República Dominicana (CINDH) pone de manifiesto la urgente necesidad de considerar la migración como un derecho humano fundamental, y no como una obligación forzada por factores como la pobreza, la violencia, el desempleo y la exclusión social.
“Exhortamos a los Estados de origen, tránsito y destino a reconocer la vulnerabilidad específica de las personas migrantes y a implementar políticas de prevención que garanticen el respeto de sus derechos. La migración debe ser un derecho, no una obligación impuesta por la pobreza, la violencia, el desempleo, la inseguridad o la exclusión social”, señaló el Cindh a través de un comunicado.
Por otro lado, Elsy Reyes, coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), advirtió que el 2025 será un año en el cambio de las políticas migratorias, estos cambios, enfatizó, obliga a los Estados a prepararse ante las nuevas dinámicas que va a presentar la migración.
Entre esos cambios, mencionó la cancelación de muchos permisos humanitarios y principalmente deportaciones masivas, en ese sentido, señaló que los estados deben prepararse para atender a las personas retornadas, para que puedan reintegrarse en sus países de origen, y además, expresó que es necesario que tengan la asesoría y acompañamiento para que no retomen la ruta migratoria.
Reyes, detalló que Honduras es el país con el mayor número de personas en condición irregular en Estados Unidos y con orden de deportación, y con la implementación de las nuevas políticas migratorias, no sólo los hondureños que llegan a la frontera sino los que radican en el país del norte corren el riesgo de ser retornados.
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Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas