Por: Redacción CRITERIO.HN
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Tegucigalpa. Tras la presentación del Presupuesto General de la República para el ejercicio fiscal de 2021, economistas hondureños son del criterio que, en la formulación de la propuesta enviada por la Secretaría de Finanzas al Congreso Nacional, se identifica una planificación concebida con “cifras erróneas carentes de una realidad nacional” que además tiene poco énfasis en la inversión presupuestaria para la reactivación económica.
Preliminarmente, las autoridades han informado que el Presupuesto General de la República para el ejercicio fiscal de 2021 es de 288,145.1 millones de lempiras, fondos que 162,435.7 millones son para la administración central y un 125,709.4 millones para las instituciones descentralizadas.
Sin embargo, el expresidente del Colegio Hondureño de Economistas, Hugo Noé Pino señala que en la formulación del presupuesto para 2021, el crecimiento económico que las autoridades estiman contrapone la realidad económica afectada por la presencia de la pandemia.
Y es que, “tiene proyecciones muy optimistas con relación a lo que en la realidad puede darse. Por ejemplo, un crecimiento económico de 5.2 por ciento para el próximo año”.
Por otra parte, cuestionó además las medidas fiscales que las autoridades de Finanzas han contemplado de cara a los próximos años, como una salida para captar la recuperación de los ingresos y la contención del gasto.
“Lo que significa en pocas palabras qué es un reajuste fiscal que le tocará hacer al gobierno entrante, pero que viene de todo este proceso de endeudamiento”, lamentó el también expresidente del Banco Central de Honduras.
Porque justamente la aplicación de medidas fiscales que “van a ser medidas fuertes”, son la expresión de la deuda contraída por el actual gobierno hondureño en los últimos años.
Precisamente de 3 mil millones de dólares en 2008, la deuda ascendió 12 mil millones de dólares finales de 2019. En definitiva, eso repercutirá en una bomba fiscal, cuya responsabilidad recaerá en el gobierno entrante del año 2022 que tendrá que pagar los platos rotos del endeudamiento, pronosticó.
Asimismo, el economista expuso que en la formulación del presupuesto “en el monto global el presupuesto crece únicamente alrededor del 3 por ciento para la Administración Central”. Y eso “significa que en términos reales el Presupuesto General de la República no crece, puesto que es exactamente el mismo, partiendo de la base que la inflación proyectada es de entre 3 y 4 por ciento”, explica.
“Desde el punto de vista de la inversión pública se conoce que asciende a 24 mil millones”, sin embargo, hay una cantidad “desproporcionada de 9 mil millones de lempiras que van destinados a los programas –sociales- que maneja directamente Juan Orlando Hernández, lo que tiene que ver con el bono Vida Mejor y otros programas de carácter”. Lo anterior “quiere decir que se ha dedicado esa parte de los recursos para la campaña propagandística del Partido Nacional”, advierte.
“Mientras tanto en la parte de infraestructura que es un elemento básico para la reactivación económica, se esperaba que el gobierno hiciera aportes importantes”. Pero “solamente hay cuatro nuevos proyectos; y un presupuesto de 4 mil millones de lempiras destinados a esta asignación que van únicamente a la finalización del proyecto ya en marcha”, refiere.
Precisamente, el economista del Fosdeh, Alejandro Kafati, analizó que se observa que “con un 6.1% del PIB destinado a gasto de capital por parte del Sector Público No Financiero en contraposición al 27.5% del PIB en Gasto Corriente y el 11.5% del PIB en sueldos y salarios, el presupuesto 2021 es cualquier cosa menos un presupuesto de reactivación económica”. Y es que “la reactivación económica pasa por disminuir el gasto corriente y crear planes de inversión y generación de empleo”, acotó.
Por otra parte, el Fosdeh expresa su preocupación entorno al endeudamiento, puesto que “el presupuesto del 2021 estaría siendo financiado mayormente con deuda, lo que explica en gran medida la caída de los ingresos tributarios”. Aunque, “hemos solicitado en más de una ocasión a la Secretaría de Finanzas que se nos diga cuál es la capacidad de endeudamiento que tiene el país, no ha sido respondida la pregunta”, explicó Kafati.
“Y esto es realmente preocupante porque si este endeudamiento no es aplicado a la forma correcta, muy probablemente estaríamos retrocediendo en los indicadores económicos y sociales”, añade.
Ante tal panorama el director de la Facultad de Ciencias Sociales de Honduras (Flacso-Honduras) y analista social, Rolando Sierra, considera preciso que las autoridades desarrollen un desenlace de transparencia de cara a la aprobación del presupuesto 2021.
Porque “tiene que se ser un presupuesto en la medida de lo posible participativo, transparente en cuanto a su elaboración con la información pública”. Y, sobre todo, “enfocarse en las prioridades de desarrollo para buscar la reducción de la pobreza e inequidad”, recomendó Rolando Sierra.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas