Por: Filiberto Guevara Juárez
Lo que estamos viendo que está sucediendo actualmente en el Congreso Nacional de la República en nuestro país; debe interesarnos a todos y movernos a reflexionar mucho sobre ello. Resulta que, una Comisión de dictamen multipartidaria decidió que para transparentar las próximas elecciones primarias e internas de los distintos partidos políticos, lo pertinente y justo, es que haciendo uso de la tecnología se impida hacer fraude electoral, recurriendo a la biometría facial y al registro de la huella dactilar del votante, para evitar que el votante pueda votar dos o más veces dentro de su partido político de su simpatía, o en las elecciones internas y primarias de otro partido político.
La pregunta obligada es: ¿Que hay de malo o incorrecto en ello, para que las cúpulas de los partidos políticos tradicionales del Partido Nacional y Partido Liberal se opongan? La respuesta es simple: ellos quieren seguir con las » elecciones estilo Honduras», para no perder el control de los resultados electorales, que les permitan a esas cúpulas antidemocráticas y corruptas, decidir ellos en vez del pueblo; quienes serán los candidatos presidenciales, diputados y alcaldes, que el pueblo tendrá como opciones a elegir en las próximas elecciones generales, tal y como ha sido la costumbre crónica o inveterada.
Su resistencia al cambio y a que por fin se respete la voluntad del pueblo hondureño en las urnas es mas que evidente. Llegan hasta el cinismo de argumentar que, el Poder Legislativo, le quiere quitar autonomía y facultades legales al Consejo Nacional Electoral( CNE), de decidir si se aplica tecnología de controles en las elecciones internas y primarias ,porque «la ley electoral» solo lo autoriza para las elecciones generales. Esa es una falacia argumentativa, porque previo consenso a nivel de cúpula de los partidos políticos y con el voto de los diputados como representantes del pueblo; pueda emitirse un Decreto- Ley pertinente al caso, para que el Pleno del Consejo Nacional Electoral decida implementar tecnología en las elecciones primarias e internas que impida el fraude electoral y se respete la voluntad democrática del pueblo, que es y debe ser el único soberano político o PODER CONSTITUYENTE, conforme al artículo número 2 de nuestra Constitución política.
La ley electoral no está escrita en piedra para que no pueda afectarse por un Decreto- Ley emitido por el Congreso Nacional de la República. ¿Habrase visto tanto descaro, cinismo y desfachatez de tan falso argumento legalista? Queda al descubierto pues, esa falacia, porque lo que realmente no quieren esos pícaros, es que se respete la voluntad del único soberano político, que es y debe ser el pueblo, conforme el artículo 2 ,de nuestra Constitución Política, la cual expresa y claramente afirma lo siguiente: La soberanía corresponde al pueblo, del cual emanan todos los poderes del Estado que se ejercen por representación. La suplantación de la soberanía popular y la usurpación de los poderes constituidos se tipifican como delitos de traición a la patria.
Se sabe, que la democracia es y debe ser «el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.» Por lo tanto, en una sana democracia, existe la voluntad del pueblo, y como tal debe respetarse a toda costa. El gran problema actual, es que las próximas elecciones primarias e internas de nuestros partidos políticos serán cruciales, para la vida política de nuestra nación hondureña. Nos jugamos nuestro bienestar futuro en ello. Queda evidenciado pues, que la falsa democracia de Honduras, está ocasionada por la trampa en las elecciones primarias e internas en los partidos políticos, que no le permiten al pueblo hondureño, que tenga buenas opciones de escoger en las elecciones generales entre ciudadanos hombres y mujeres, para cargos de elección popular.
Queda claro también pues, que quieren hacer valer más las actas amañadas y manoseadas y no los votos del pueblo, como han acostumbrado a hacerlo. Les da terror, que el uso de la tecnología moderna se lo impida. Algunos diputados corruptos, hasta argumentan, que implementar las nuevas tecnologías en las elecciones primarias e internas, aumentaría el costo económico de la «democracia», cuando ya se sabe, que lo que realmente resulta caro, es elegir obligadamente en las elecciones generales entre un corrupto y otro corrupto, que al final resulta en robo anual de miles de millones de lempiras, de nuestro erario nacional o presupuesto general de la República, asignado cada año, para que sea administrado por esos políticos corruptos .Así que, ellos quieren jugar con «pelota adelantada», en las próximas elecciones primarias e internas.
Ellos, tampoco quieren que se implemente un sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), utilizando las actas originales de cierre de votación, validadas por la firma de los miembros de las distintas Juntas Receptoras de Votos (JRV); para así, tener tiempo de falsear resultados principalmente, en el nivel electivo de diputados, que en Departamentos como Francisco Morazán Cortés, y otros departamentos con una gran carga electoral, resultan complejos de manejar ,por las distintas JRV. Necesitan de tiempo, para falsear resultados, y decidir, cuales serán las opciones de diputados a elegir por el pueblo, en las próximas elecciones generales, porque ellos saben bien, que el órgano político por excelencia, para decidir sobre los negocios públicos y de decisión política, hasta para conformar la Corte Suprema de Justicia y las distintas instituciones del Estado; es el Poder Legislativo o Congreso Nacional de la República, el que decide políticamente sobre tan delicado e importante asunto de Estado.
Así que, a pesar de que están dispuestos, a que se utilicen 1,492 millones de lempiras, para efectuar elecciones. Lo cierto es que, lo que más les interesa a los corruptos de las cúpulas de los partidos políticos tradicionales y » sus» diputados adlátares, es mantener vigente la falsa democracia en Honduras, mediante, las elecciones fraudulentas al » estilo Honduras.
San Pedro Sula, 23 de agosto, de 2023.