Por: Mario Cooper
El populismo en Honduras es un concepto cuya historia está signada por las dificultades que se hacen presentes en todo intento de darle una definición relativamente precisa, por el hecho de que éste remite a una heterogeneidad tal que abarca una expresión o forma de política, movimientos, partidos, gobiernos y regímenes, también rasgos tales como liderazgo carismático, nacionalismo, desarrollismo, reformismo, movimiento de masas, partidos políticos poli clasistas e incluso a ideologías, actitudes discursivas o modos de interpelación.
En Honduras la relación entre el populismo y la democracia ha sido un tema central en los debates académicos. Que pone al pueblo en una situación peculiar en la búsqueda de políticas que reflejen mejor o sean más fieles a las preferencias e intereses de la propia ciudadanía de lo que lo hacen las instituciones representativas que están en manos de individuos o partidos.
Una diferencia crucial entre el populismo y la democracia es que el primero en última instancia le encarga a un líder individual o a un partido político la puesta en práctica o el ejercicio formal de las políticas públicas perseguidas o buscadas por el movimiento. En una democracia, en cambio, la mayoría decide.
¿Cómo han sido los gobiernos populistas en Honduras? Según Alvarado Sanchez, se han caracterizado por su búsqueda de la simpatía de la población mediante promesas que tienen derecho a voto, compatibles con otros sistemas políticos, ya sean de derecha o de izquierda. Para Gómez Nieto, no desean mejorar las cosas, sino cambiarlo todo comenzando de cero, dividiendo a la sociedad en dos bandos, los que están con ellos y en su contra.
Los medios de comunicación lo han empleado como un término peyorativo para referirse a los políticos y partidos extremistas. Sin embargo, el populismo no puede ser reducido a las connotaciones que recibe ni a las figuras políticas que son tildadas de populistas, puesto que esto es solo una parte de la realidad.
¿Cuál es la diferencia entre el populismo de izquierda y derecha? El primero se refiere a movimientos, socialistas, enfocados en las virtudes de las minorías, el segundo a términos culturales, haciendo énfasis en las consecuencias negativas que acarrean la integración política, pero la línea que los separa es, de hecho, borrosa, lo que demuestra que el populismo es más un estilo que una ideología fija.
En la actualidad, el populismo suele ser asociado al autoritarismo desenvolviéndose alrededor de un líder carismático que dice representar la voluntad del pueblo, pero que en realidad busca la consolidación de su poder. En consecuencia, los partidos políticos pierden importancia al igual que las elecciones, que solo confirman la autoridad del líder.
Dependiendo del tipo de gobierno, democrático o autoritario, el populismo puede ser un promotor de los intereses de los ciudadanos y del país o puede ser un movimiento que finge defender los intereses del pueblo para así ganar el apoyo de este y mantenerse al mando.
Asimismo, son muchos los autores que señalan que el populismo se refiere a la oposición entre el pueblo y la élite. Sin embargo, no todos los que se oponen a las élites son necesariamente populistas; los ciudadanos tienen el derecho de criticar objetivamente el comportamiento de aquellos que están en el poder.
En este sentido, el populismo debe ser estudiado como un conjunto de valores, de opiniones y de argumentos, dejando a un lado la condición de extremista que se le suele adjudicar.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
Excelente conceptualization académica del populismo.