El analista político y abogado Raúl Pineda Alvarado considera que las expresiones que están emitiendo los políticos hondureños sobre el conflicto en Medio Oriente no tienen ningún impacto interno mucho menos externo.
Tegucigalpa. – En medio de una parálisis legislativa de 53 días, las y los diputados del oficialismo y la oposición toman partido en un conflicto a 12 mil kilómetros de distancia, llamando a movilizaciones y emitiendo comunicados a favor o en contra de una situación cuyo génesis muchos ni siquiera entienden.
Sin avizorar un retorno a la cámara legislativa, cobrando jugosos salarios y viáticos, pese a la extensa ausencia del hemiciclo, las y los legisladores parecen estar más pendientes del conflicto israelí-palestino —muchos con un claro sesgo religioso en favor de Israel— o incluso de las elecciones en Argentina con el libertario Javier Milei y el peronista Sergio Massa.
Parece claro que cualquier tema de política internacional –cuyo mandato está en manos de la presidenta Xiomara Castro a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional– es usado como un distractor político sobre lo que no está ocurriendo o debería estar ocurriendo en Honduras, más allá de la elección del fiscal general y el fiscal general adjunto.
ENTRE LA AMBIVALENCIA Y LA INSTRUMENTALIZACIÓN
La posición gubernamental sobre la situación israelí-palestina ha sido ambivalente, en el mejor de los casos. Inicialmente, el 7 de octubre, el gobierno de Honduras emitió un comunicado condenando “los ataques por parte de Hamás […] desde Gaza contra Israel”.
Ese mismo día el presidente del Partido Nacional, David Chávez, se solidarizó con el gobierno de Israel y expresó “su más absoluto apoyo y solidaridad”. El mensaje fue compartido por el diputado por el Partido Nacional, Tomás Zambrano, quien siempre ha mostrado un apego religioso hacia la iglesia evangélico.
Para el 10 de octubre, Chávez emitió un segundo comunicado en el que “expresa su profunda indignación y rechazo” hacia la tibieza del gobierno de Honduras y la problemática en el sistema de salud y seguro social, involucrando dos temas que nada tienen que ver. Por qué mezclar dos situaciones que no tenían relación es una pregunta sin respuesta.
Posteriormente, el asesor presidencial, coordinador del Partido Libertad y Refundación (Libre) y esposo de la mandataria, Manuel Zelaya, publicó entre el 13 y 15 de octubre un par de mensajes en X sosteniendo que “quien no condena la masacre de miles y miles de palestinos e inocentes niños no es un ser humano, es un criminal más”.
El mensaje de Zelaya concitó reacciones alteradas por algunos sectores que consideraron que, por ser la figura emblemática del partido Libre, sus expresiones debían tomarse como la postura oficial del gobierno de Castro.
Luego, el 18 de octubre, el canciller Enrique Reina condenó el ataque al hospital Al-Ahli Arabi en Gaza, llamando a las fuerzas de defensa israelí y grupos armados palestinos involucrados en el conflicto armado a respetar y proteger a la población civil.
Ese mismo 18 de octubre, la presidenta Xiomara Castro condenó el ataque al centro sanitario en el marco de la Reunión Mundial de la Coalición por la Alimentación Escolar celebrado en París, Francia.
“Prohibido olvidar que mientras estamos reunidos en este salón, cientos de niños mueren víctimas inocentes de la más abominable violencia de una guerra en la Franja de Gaza que vulera el derecho internacional humanitario”, afirmó Castro durante su participación.
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Si bien, los comunicados de la cancillería y las posturas del canciller están dentro del marco de la diplomacia y las relaciones internacionales, no se comprende por qué, el 20 de octubre, el diputado por Libre, Sergio Castellanos, convocó a una movilización con el pueblo de Palestina para el martes 24 de octubre, frente a la embajada de Israel, ubicado en el Centro Cívico Gubernamental.
La disonancia de Castellanos se debe a que se puede entrar en una confusión y a un choque de funciones entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, siendo este último el encargado de manejar la política exterior, mientras que el Congreso, que lleva más de 50 días sin sesionar, se limita a aprobar, no aprobar, derogar y reformar leyes.
Criterio.hn intentó hacer fotografías de la sede diplomática israelí, pero su personal respondió que esa práctica no estaba permitida, de hecho, que tampoco se puede hacer fotografías de su embajador Eldad Golan Rosenberg.
EN HONDURAS SE VIVE A DETALLE LOS CONFLICTOS EXTERNOS
Para el analista político y abogado Raúl Pineda Alvarado si bien puede existir un elemento distractor en estas temáticas, también es cierto que las y los hondureños parecen estar más pendientes del mal ajeno que el propio.
“En Honduras, en lugar de estar preocupados por la parálisis legislativa, estamos preocupados acerca de la competencia entre Massa y Milei en Argentina. Creo que muchos argentinos ni siquiera saben dónde queda Honduras, pero aquí vivimos con minuciosidad esos conflictos”, apuntó.
Agregó que, en este momento, el debate en Honduras es el 40% de la pobreza en Argentina. “Es una tragedia, es el fin del mundo”. No obstante, “en Honduras tenemos más del 70% [de pobreza] y nos preocupa más la pobreza en Argentina que la pobreza en Honduras”.
El exdiputado por el Partido Nacional cuestionó el ejercicio de ciudadanía que hace la población hondureña, indicando que “tenemos habitantes, pero muy pocos ciudadanos”. También, remarcó: “El pueblo hondureño esta manejado por los parámetros del futbol, la religión y la política desde la mera participación. No nos interesa mejorar ni depurar nuestro proceso de elección de autoridades”.
Pineda Alvarado apuntó que el involucramiento de Honduras en cualquier conflicto es inevitable. Uno de estos factores es “ese espíritu deportivo con que nosotros vemos el conflicto”. No obstante, opinó que, en el caso de Palestina, la situación es diferente puesto que en Honduras se encuentra la segunda comunidad Palestina de América y “son un factor político económico de mucha influencia”.
El conflicto israelí-palestino no tiene una solución en el corto plazo, sostuvo. Por un lado, la postura de algunos palestinos “que quieren echar al mar a los israelitas” y segundo por la actitud de los sionistas cuyos ideales rondan la idea de un “destino manifiesto respecto a la existencia de su país [Israel] y su actitud despiadada frente a los [Palestinos] que en algún momento fueron desalojados por Naciones Unidas y por las grandes potencias europeas [en 1947]”.
“EL PROBLEMA YA NO ES EL FISCAL, EL PROBLEMA ES LA PARÁLISIS LEGISLATIVA”
Si bien la elección del fiscal general y fiscal general adjunto es un tema que ha dividido al Congreso Nacional, este no debió poner un alto a otras temáticas, como la discusión de la ley de colaboración eficaz, la elección de los comisionados de la Unidad de Política Limpia y el nombramiento del tercer magistrado del Tribunal Superior de Cuentas.
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Sin embargo, cualquier atisbo de discusión de estos temas queda sepultado por la posición del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre), cuya posición unificada es no regresar a legislar en tanto no se llegue al consenso sobre la elección de segundo grado del fiscal general y fiscal general adjunto.
“El problema ya no es el fiscal, el problema es la parálisis legislativa. En España no se ha podido elegir el jefe de gobierno y España sigue siendo España. En Estados Unidos hay problemas entre el Congreso y el Poder Ejecutivo, sin embargo, la administración continúa caminando”, ejemplificó Pineda Alvarado.
El analista político duda que el objetivo de las partes sea colocar un fiscal general objetivo, imparcial e independiente en el Ministerio Público, puesto que de ser así ya habría un fiscal nombrado, “pero no, el conflicto es que alguien quiere destruir la oposición política con el fiscal y que otros quieren mantener su impunidad”.
“Creo que tanto Libre como el Partido Nacional perdieron su capacidad de movilización en la calle y que en definitiva estamos comprando donde no nos están vendiendo, estamos poniendo pastores evangélicos a decir misa”, compartió.
A esto se suma que desde su perspectiva las y los diputados no hacen incidencia para realizar una movilización que, en cambio, en vez de preocuparse por ordenar la casa, buscan una torpe notoriedad o se han convertido en las figuras cómicas del gobierno de turno.
“El gobierno anterior tenía su juglar también, este gobierno tiene sus juglares que son los que le ponen la nota refrescante al conflicto político y estos se acostumbraron a ese papel, pero esas expresiones en favor de Israel o en favor de los palestinos no tienen ningún impacto ni interno, ni mucho menos externamente”, concluyó.
